Cyclewing. Una vela para tu bicicleta

Hoy te traigo una idea un tanto loca, con un caso de un producto que ha fracasado en el mercado pero del que podemos aprender mucho. Para alcanzar el éxito es imprescindible fracasar, pero si es posible, fracasa de forma rápida y barata para que no invertir más recursos de los necesarios. Veamos el caso de Cyclewing, una vela para tu bicicleta.

La bicicleta, fuente de innovación

Antes de hablar del caso de Cyclewing, vamos a profundizar un poco en el mundillo de la bicicleta y su potencial.

No hay duda de que las bicicletas están en auge y su uso se está incentivando para cualquier tarea. Ya sea para ir al trabajo, transportar mercancías, hacer deporte o dar la vuelta al mundo, parece que son tan versátiles como productivas y están lejos de tocar techo aún.

Este crecimiento del sector está viniendo acompañado de un sinfín de inventos y gadgets que facilitan la vida a sus usuarios a la vez que ofrecen nuevas opciones hasta ahora desconocidas.

Si te pones a pensar un poco seguro que se te ocurren muchos rincones donde podría haber una enorme fuente de ideas de negocio relacionadas con las bicicletas: Productos relacionados con el espacio, la seguridad, la velocidad, la comodidad… ¡es un no parar!

Pues bien, los creadores de Cyclewing han pensado que algunos ciclistas podrían necesitar una ayuda extra cuando se encuentren pedaleando, y aprovechando la energía del viento, se les ha ocurrido crear una vela para instalar en la bicicleta y aprovechar así las bendiciones de Eolo.

Cyclewing y su fracaso

Cuando te digo que Cyclewing es un fracaso, no me malinterpretes. El fracaso es un paso imprescindible en el mundo emprendedor y me quito el sombrero ante este producto y sus creadores.

Cyclowing ha sido lanzado mediante crowdfunding y afortunadamente, el mercado les ha dado un no rotundo como respuesta. Digo afortunadamente porque imagina que hubieran fabricado, por ejemplo, 1.000 Cyclewing por su cuenta. Ahora se los tendrían que comer con patatas, y seguro que no iba a ser un buen plato para digerir.

Para resumir de forma sencilla qué es exactamente Cyclewing, podríamos decir que es una especie de acople que se instala en las bicis que tengan portabultos trasero y que al desplegarse crea una vela como la de los barcos. Esta vela se puede dirigir electrónicamente desde los mandos de la bicicleta para aprovechar mejor el viento y ganar un extra de impulso.

Pero, ¿por qué ha fracasado Cyclowing? Veamos algunos de los que yo considero como puntos críticos de su fracaso:

  • Un producto muy caro para lo que ofrece: Comprar una unidad de Cyclewing cuesta 500 dólares. ¿Realmente merece la pena pagar esa cantidad solo para ganar un extra de velocidad cuando tengas el viento a tu favor? Con ese dinero te puedes comprar una bici nueva o incluso instalar un motor eléctrico a tu bicicleta actual.
  • Utilidad discutible: No nos engañemos. Cyclewing es un armatoste que encima hay que desplegar cada vez que se quiera utilizar y luego volver a guardar. Realmente no compensa todo el tiempo y esfuerzo que hay que hacer solo para ganar un poco de velocidad extra siempre que las condiciones lo permitan.
  • Buyer persona no encontrado: Realmente no encuentro un tipo de buyer persona indicado al que dirigirnos con este producto. La bicicleta ya de por sí es ecológica así que poco hay que rascar por ese lado. Quien quiera velocidad tiene la opción del motor eléctrico que es mucho mejor en todos los aspectos. No encuentro un beneficio específico de uso en ningún grupo de compradores.
  • Producto complejo: Cyclewing es un producto en el que necesitas ser un poco manitas para su instalación, ya que incluye además el sistema electrónico del control de vela y vamos, no es apto para aquellos que tengan fobia a montar muebles de Ikea.
  • Campaña de crowdfunding muy ambiciosa: La meta inicial de 75.000 dólares para el tipo de producto que es parece ya desde el primer momento difícil de alcanzar. Solo han tenido 3 solicitudes para adquirir un Cyclewing, por lo que poco más hay que decir en este apartado.

Me hubiera gustado elaborar a continuación una lista con puntos de mejora que yo incluiría a este producto para hacerlo viable, pero la cuestión es que sin un usuario final que le encuentre utilidad, de nada sirve hacerlo más simple, económico o adaptable. Sencillamente Cyclewing es un producto con en que ningún tipo de usuario se ha sentido identificado.

Aprendizajes del caso Cyclewing

La importancia de testear tu idea: Acabamos de ver como un fracaso en Kickstarter puede ser tu mayor bendición. Especialmente, cuando tratamos con productos que tienen un elevado precio de producción, debemos testear antes de lanzarnos a producir en masa. No es lo mismo que fracasemos con 1.000 tazas que con 1.000 Cyclowing. En el primer caso tendríamos regalos para hacer toda nuestra vida y en el segundo seguramente supondría nuestra ruina

Define a tu buyer persona: Cyclewing ha creado un producto que no tiene un público objetivo definido. Es clave que cuando lances un producto o un servicio sepas a quién te estás dirigiendo para adaptar cualquier elemento a sus características.

Producto sencillo, producto de éxito: Aunque vivamos en la época de mayor desarrollo tecnológico no significa que todos los usuarios sepan o quieran aprender ciertas cosas.

Cuando se nos presentan varias opciones de un producto de la misma tipología, seguramente uno de los elementos que más peso tenga a la hora de escogerlo o rechazarlo es su sencillez o la falta de la misma.

Tú, como usuario, seguramente quieras las cosas cuando más mascadas mejor, así que aplícate el cuento con tus productos o servicios y pónselo fácil a tu usuario.

Y hasta aquí el interesante caso de Cyclewing y como la idea de crear una vela para la bici se quedó en el tintero. Quien sabe, quizá en el futuro regresen con un proyecto similar pero con un beneficio claro para un grupo de personas. Espero estar aquí para mostrártelo si así sucede 🙂

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