Nos encanta poner nombres a las cosas. Cuando éramos pequeños ya estaban los motes (algunos más crueles que cariñosos), escogemos nombres para nuestras mascotas e incluso hay quien practica el arte del naming hasta con su propio coche.
No es de extrañar que cuando toca ponerle nombre a un proyecto empresarial sea algo en lo que todos queremos participar aportando nuestro granito de arena. Sacamos lápiz y papel y dejamos volar nuestra imaginación. Pero el tema del naming no es tan simple, y debemos tener en cuenta una serie de cuestiones.
El naming como tal es un proceso en el cual se crea el nombre de una marca. Es una tarea difícil y de gran importancia, ya que supone una de los primeros impactos que recibirán los usuarios, junto con el logotipo.
Procesos para un buen naming
Existen todas las formas que quieras de crear un nombre para tu marca, pero yo te voy a explicar una que puede guiarte de forma sencilla hacia la creación de un nombre de marca que sea consecuente con tus decisiones previas.
Qué quieres transmitir con tu marca: Antes de plantearte siquiera el empezar a sacar nombres de la chistera, debes tener claro cuales son los valores de tu marca que quieres transmitir a través del naming.
Haz un listado con estos valores y asociaciones, que pueden ser, por ponerte algunos ejemplos: seguridad, tecnología, confianza, innovación, juventud, descaro, etc.
Cuál será la tipología del nombre de mi marca: Podemos clasificar los tipos de nombre de marca de la siguiente forma:
- Descriptivo: palabra o frase que describe el producto o servicio que ofrecemos. Ej: General Motors, Telefónica.
- Asociativo: Creación de una nueva palabra o palabras que asocien características o funcionalidades de nuestro producto. Ej: YouTube, Facebook.
- Ajeno: Palabra o frase que no tiene nada que ver con nuestro producto. Ej: Apple, Amazon.
- Neologístico: Creación de una nueva palabra que no tiene nada que ver con nuestro producto. Ej: Spotify, Kodak.
Creación de listado acorde a las anteriores elecciones: Ha llegado la hora del brainstorming. Ponte cómodo, coge lápiz y papel y no tengas miedo de desatar la imaginación. Teniendo en cuenta los anteriores puntos, empieza a escribir nombres. No descartes ninguno, por absurdo que parezca, ya que de ahí pueden surgir variaciones que sean un auténtico bombazo.
Filtrado y selección de la marca: Una vez tengamos un listado de nombres, toca seleccionar el ganador. Para ello, en primer lugar, siempre debemos tener en cuenta diferentes opiniones.
Haz un filtrado primario teniendo en cuenta las siguientes caracteristicas: Disponibilidad de dominio y redes sociales, complejidad del nombre, facilidad para pronunciar y ser recordado, traducciones a los principales idiomas y posibles abreviaturas.
No tengas miedo en compartir tus resultados entre amigos y familiares y pedirles feedback.Tampoco alargues innecesariamente este proceso, al final solo puede quedar uno y no merece la pena que te quedes atascado tomando la decisión. Lánzate con el que más se adapte a las características de tu empresa y te guste más. Al fin y al cabo, es tu negocio, ¿no?
Evita estos errores a la hora de plantearte en naming
Disponibilidad en redes sociales: ¿Has buscado si están disponibles los dominios de las redes más importantes? Siempre será más efectivo si podemos conseguir los dominios de forma “limpia”, sin necesidad de añadirles coletillas tipo “oficial”, “com”, “ES” o “web”.
No te obsesiones: No se trata de volvernos locos y buscar el nombre perfecto que cumpla todos los requisitos.
De hecho, el nombre perfecto no existe, y si nos obcecamos en seguir buscandolo lo único que conseguiremos es quedarnos atascados eternamente en una búsqueda imposible.
Pónselo fácil al usuario: A veces queremos ser demasiado “cool” y nos pasamos de frenada. Puedes buscar un nombre único y que aporte una nueva frescura pero, ¿Qué ocurre si el usuario no sabe cómo pronunciarlo o ni siquiera puede escribirlo correctamente? No le busques demasiadas complicaciones a tu nombre y haz que al escucharlo, cualquiera pueda escribirlo sin dudar.
Cuidado con las posibles asociaciones: Debes actuar con cautela y prever situaciones incómodas para la relación entre la marca y tus usuarios. Ten cuidado con las diferentes asociaciones que podemos hacer de una palabra en todos los ámbitos y también comprueba posibles significados no deseados en otros idiomas. Que no te pase como a la famosa compañía automovilística Mitsubishi, que tuvo que rebautizar en los países hispanohablantes su modelo “Pajero” por “Montero”.
Di no a los acrónimos y nombres triviales: Olvídate del naming del siglo XX y dale vida a tu imaginación. Lo de sumar el nombre de tu calle o tu ciudad al tipo de negocio que tienes está más que caducado (Opticas Albacete, Zapaterías Madrid … seguro que en tu ciudad también eres capaz de identificar negocios que han elegido esta técnica).
Algunos casos de naming en grandes empresas
Puede parecer que llevan toda la vida con nosotros y estamos tan acostumbrados a oír y ver sus nombres que ni siquiera nos planteamos si nos suenan bien o son fáciles de escribir, pero lo cierto es que muchas de las grandes empresas no cumplen precisamente la mayoría de las reglas de un buen naming, pero ahí están, triunfando a pesar de ello.
Adidas: Si de pequeño no escuchaste es posible significado de esta marca, ¿Vivías en una cueva? Pues bien, por si aún no lo tenías del todo claro, lo de “Asociación de idiotas dispuestos a superarse” no es cierto.
El nombre de Adidas proviene de su fundador, llamado Adolf Dassler, conocido mayormente por el diminutivo Adi. Como ves no se rompieron la cabeza para buscar el nombre, y a todos nos suena genial, ¿verdad?
Nike: Su nombre proviene de la diosa griega de la victoria, pero lo cierto es que es un nombre que se puso casi por descarte, ya que los dos nombres entre los que se debatía eran “Dimension six” y “Falcon”, hasta que Jeff Johnson lanzó esta idea que, según él, le llegó en forma de visión en medio de la noche.
Amazon: El nombre original de Amazon no fue tal, ya que comenzó siendo cadabra.com (por lo de “abra cadabra”, ya sabes). El abogado de Jeff Bezos (el fundador de Amazon) cometió un error con el registro de marca, ya que creyó oír “cadáver”, así que tocaba buscar un nuevo nombre.
Bezos se puso a buscar con la idea de transmitir su visión de marca como la mayor tienda de libros del mundo, y eligió Amazon por dos motivos:
- Antiguamente las webs se listaban alfabéticamente, y ahí Amazon tenía una gran ventaja al comenzar por la letra A.
- El río Amazonas es el más caudaloso del mundo, justo lo que quería transmitir en su tienda como la que tenía el mayor surtido de todas.
Herramientas para ayudarte con el naming
Si aún con todo, te sigues atascando a la hora de sacar un nombre que te convenza, es hora de tirar de herramientas para que nos echen un cable. Son muy útiles sobre todo en el caso de que tengamos una idea central del nombre pero estemos buscando esas pequeñas modificaciones o añadidos que le den ese toque de distinción.
Vamos a ver algunas de las más interesantes:
- http://www.bustaname.com/ → En esta web puedes introducir varias palabras para que sean combinadas y ver la su disponibilidad de dominio. También puedes añadir prefijos y sufijos a los resultados para obtener aún más ideas.
- http://impossibility.org/ → Con impossibility podras añadir verbos, adjetivos y nombres de diferentes extensiones tanto al principio como al final de tu palabra clave para obtener nuevas ideas.
- http://www.domainhole.com/ → Esta potente herramienta te ofrece multitud de opciones. Puedes encontrar desde dominios expirados, un generador de nombres aleatorios por si te sientes valiente hasta una herramienta de combinación de palabras asociadas a tu palabra clave.
Hasta aquí estos pequeños tips para ayudarte con el nombre de tu proyecto. Y recuerda que si necesitas ayuda para montarlo, ¡aquí me tienes! Contacta conmigo y nos ponemos manos a la obra 🙂