Cómo saber cuando tienes que dar un giro en tu proyecto

Hoy vamos con un episodio especial, un episodio de esos que me gusta tanto crear… y aquí acabo de dar con la primera piedra del camino. ¿No se supone que me deberían gustar todos los que creo? ¿Deberías disfrutar del camino, como dice el dicho?

Imagino que, como en todo en esta vida, tiene que haber días mejores y días peores. Días en los que la pereza te gana y días en los que estás enchufado.

Pero claro, también creo que la balanza debería inclinarse más hacia el lado positivo, ya que si uno está creando un proyecto y no lo puede disfrutar en su mayor parte, probablemente algo esté fallando.

Y es que últimamente no he estado demasiado satisfecho con el contenido que he ido creando. Parece que cada día me cuesta un poco más ponerme a escribir, y claro, para mi eso es inaceptable. ¿Por qué tendría que estar “sufriendo” creando este contenido si es algo que yo he elegido crear? Por supuesto, esta situación me ha hecho parar a reflexionar.

Ya he aceptado mi lado multipotencial, multipasional o como quieras llamar al hecho de que me gusten demasiadas cosas y sea poco amigo de poner foco sobre algo demasiado tiempo. La cabra tira al monte y parece que cada cierto tiempo me acabo aburriendo de las rutinas.

Antes de contarte mis planes para tratar de salir de esta situación y recuperar las ganas de grabar nuevos episodios, intentaré dejarte contenido útil por si crees que te encuentras en una situación similar, ya que veo demasiados casos de gente “quemada” intentando seguir caminos que no les terminan de llenar.

En la mayoría de los casos, lo que hace la gente es directamente cerrar la trapa y desaparecer. La mayoría de podcast, blogs, canales de YouTube y similares terminan así, convirtiéndose en “medios fantasma” donde nadie sabe qué pasó con ellos.

Y precisamente una de las premisas que todo proyecto online debería cumplir es precisamente ofrecer contenido útil, pero visto desde un doble sentido. Porque sí, aquí lo siento mucho (o no) pero voy a acercarme a este punto desde una posición egoísta. Y es que considero que tú eres el primero que debe verse beneficiado del contenido que crea. Si ni a ti te gusta, ¿por qué iba a gustarle a alguien más? Que sí, que ya sé que es posible, pero vamos, ¡qué menos que nos guste aquello que creamos! Al menos desde mi punto de vista, claro está.

La cuestión es que en las últimas semanas no he acabado de estar satisfecho con el contenido que he ido creando según qué días. En muchas ocasiones estaba “forzando la maquinaria” para dar a luz cada día una pieza de contenido sí o sí, y claro, si unes a la ecuación la necesidad de crear a toda máquina con el hecho de creer que no estás siguiendo el camino que te gustaría, no salen las cuentas.

Vamos ahora con otro tema que me fastidia especialmente porque en mi caso es cierto, y ya se sabe que las verdades duelen. Decía Séneca que No hay viento favorable para el que no sabe dónde va”, y qué razón llevaba nuestro amigo estoico.

Tengo que admitir que este proyecto ha ido siempre con un rumbo bastante poco claro, por decirlo de alguna manera suave.

Ya te he comentado antes el problema de tener demasiados intereses, pero eso no debería servir de excusa. Quizá el problema haya sido querer seguir los rumbos que marcaban otros GPS, en vez de crear mi propia ruta. Y esto no significa reinventar la rueda. De hecho, creo que hay que “robar como un artista”, como dice el famoso libro, para conseguir una mejor versión de lo que sea que te apetezca hacer. Sobre el tema de inspirarse en otros creadores a los que te quieres parecer creo que voy a hablar en un futuro episodio, así que dejo el tema aparcado por ahora.

Otro punto interesante sobre el que reflexionar a la hora de cambiar o no el rumbo de un proyecto es el cómo te afectan las métricas vanidosas. ¿Eres de los que necesitan likes, escuchas, visualizaciones y comentarios para mantener la ilusión? Yo en este apartado veo un arma de doble filo. Por un lado, veo a mucha gente que crea proyectos online quejándose de que no tienen suficiente repercusión y terminan abandonando. Si sumamos a la ecuación el hecho de que todo el mundo parece que está vendiendo fórmulas para triunfar online en un tiempo récord y añadimos la cada vez mayor falta de paciencia de la sociedad, tenemos la tormenta perfecta para la frustración.

Y cuando hablaba de arma de doble filo me refería a que también conozco casos de proyectos que han alcanzado una gran repercusión pero la persona que está detrás de ellos, por las razones que sea, ya no está interesado en seguir adelante, pero se ve “obligado” por tener esa masa crítica detrás. Por eso quiero hacer hincapié en la importancia de disfrutar con tus proyectos, al menos en mi caso.

¿Y qué tengo en mente para solucionar este problema? Pues un par de cosas, al menos por ahora.

Para empezar, voy a intentar hacer más pruebas dentro de este podcast. Cambios de formato, de tiempo, de periodicidad, de temáticas… imagino que me costará lo mío, ya que soy bastante tozudo, pero no me queda otra. Lo mismo termino hasta cambiandole el nombre al podcast y hablando de todo tipo de temas, no lo descarto (por si acaso, voy avisando). Hacer este tipo de experimentos puede dar cierto miedo, ya que piensas en todo el trabajo que has puesto hasta llegar aquí y claro, entra en juego la falacia del coste hundido, de la que ya te hablé en otro episodio. Es mejor dejar de pensar en lo que puedes perder y centrarte en lo que puedes ganar.

Por otro lado, tengo ya en mente otro proyecto que estoy seguro de que te va a interesar. También tendrá formato podcast y tiene que ver totalmente con el mundo del emprendimiento. Creo que va a suponer un giro en lo que se encuentra actualmente por ahí y me viene de perlas para solucionar un problema que me he encontrado. Espero que en Mayo esté en marcha pero hasta que no lo lance no diré mucho más.

Y poco más por hoy. A modo resumen, quédate con estos tres consejos para que tu proyecto vaya sobre ruedas. Si falla alguno, quizá sea hora de hacer cambios:

  • Enamórate del proceso, 
  • Que las cifras no sean un problema 
  • Crea algo que aporte, a ti el primero.

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