Los 10 trucos de productividad de Ali Abdaal

Hoy me gustaría compartir contigo otra serie de consejos de la mano de Ali Abdaal, un emprendedor del que ya te he hablado por aquí en otras ocasiones. Y si por algo se le conoce a Ali es por ser un loco de la productividad, así que, como recientemente compartió sus 10 trucos, reglas o como quieras llamarlas sobre cómo maneja su tiempo, hoy reflexiono sobre ellas a ver en qué nos pueden ayudar para sacar mayor rendimiento en nuestro día a día. Vamos con ellas:

Tu tiempo te pertenece: Aquí Ali nos quiere ir metiendo en harina para evitar caer en la eterna excusa del “no tengo tiempo”. Lo cierto es que, en mayor o menor medida, somos dueños de nuestro tiempo, y elegimos gastarlo como más nos apetece. Ahora mismo estás escuchando este podcast porque así lo has querido. Podrías haber elegido ir al gimnasio, ver Netflix o cualquier otra cosa, pero ahí estás, con la oreja pegada al auricular. A mi me parece muy interesante el hecho de poner las cartas sobre la mesa para dejarse de excusas. Cuando estés haciendo algo que consideres que no es productivo, simplemente recuerda que es algo que estás eligiendo tú como persona que tiene el control de sus horas. Y ojo, que aquí no estoy diciendo que todo lo que tengas que hacer deba ser productivo. Simplemente es para que seas consciente de que tu tiempo te pertenece, y eres el último responsable acerca de cómo utilizarlo.

Hell yeah or no: Ali hace referencia al libro titulado con este mismo nombre para darnos un truco acerca de cómo tomar mejores decisiones. Cuando somos más jóvenes o estamos empezando en un campo nuevo, quizá lo más conveniente sea decir “sí” a muchas más cosas para empaparte al máximo posible, pero con el tiempo, van llegando las épocas en las que tenemos muchas cosas sobre la mesa y una agenda cada vez más apretada. Por eso quizá pueda ser una buena idea que, ante la llegada de nuevas oportunidades, si no nos sentimos al 100% convencidos de que nos apetece meternos en lo que sea que se nos ofrece, es probable que entonces debamos decir que no. Y es que aprender a decir que no es una de esas habilidades infravaloradas y que particularmente considero que tiene un poder brutal. ¡Basta de decir “sí” a todo!

Tu acción destacada del día: Ali nos recomienda un truco que también ha sacado de un libro, en este caso titulado “Make time”. Nos dice que cada día deberíamos tener un objetivo destacado sobre el que enfocarnos para tratar de cumplirlo a toda costa. Entiendo que esto tiene que ver tanto para no ahogarnos en un mar de tareas como para lograr esa satisfacción personal de ver cómo al menos uno de nuestros planes se completa. Tampoco creo que deba ser una tarea demasiado compleja, ya que sino será difícil que cumplamos con ella. La cuestión es tener clara nuestra prioridad de cada día e intentar cumplir.

To-do list: Con el siguiente punto, particularmente tengo un dilema, y es que no acabo de estar de acuerdo en el caso de que se utilice sin un sistema detrás. Ali recomienda hacer las famosas listas de tareas, aunque quizá lo que más curioso me ha resultado es que, en su caso, utiliza listas físicas (vamos, papel y boli de toda la vida). Y digo que no estoy de acuerdo porque es necesario, al menos en mi opinión, que cada tarea tenga asignada una fecha concreta para realizarla, o sino es probable que nos veamos inundados de cosas que quedan en el tintero.

Time blocking: Ya te he hablado en muchos otros episodios sobre la técnica del time blocking, pero lo curioso es que Ali lo utiliza de una forma bastante diferente. Él solo añade como bloque de tiempo la acción destacada del día de la que hablábamos antes, y el resto de tareas las fía a la to-do list. Supongo que a cada uno le puede funcionar mejor un método que otro, pero si hay algo en lo que estoy muy de acuerdo y que creo que a todos nos vendría bastante bien, es el tema de intentar reducir el número de tareas. Ya sea mediante bloques de tiempo o listas, muchas veces nos venimos muy arriba queriendo hacer mil cosas cada día, y normalmente esto termina en agobios y ansiedad ante la imposibilidad de cumplir. Quizá menos sea mejor.

La Ley de Parkinson:Creo que también te he hablado por aquí alguna vez sobre este asunto, pero por si acaso, lo vuelvo a repetir. Y es que esta Ley viene a decir que el trabajo se expande hasta llenar el tiempo disponible para que se termine. Vamos, que si tienes que entregar un determinado trabajo para dentro de 10 días, ocuparás todo el tiempo hasta que llegue la fecha, pero si lo tienes que entregar mañana, seguramente también puedas hacerlo, todo es una cuestión de cómo inviertas el tiempo. Ali nos anima a ponernos fechas límite más ajustadas para todo lo que tengamos que hacer, ya que sino, se nos puede ir de las manos. Yo aquí añadiría la opción de tener que dar cuentas a alguien para cumplir, ya que sino, es probable que nos hagamos trampas a nosotros mismos y no terminemos cumpliendo.

Protege tu tiempo: ¿Eres de los que está disponible a cualquier hora? ¿Compruebas tu email de forma compulsiva? Estos son solo algunos de los síntomas por los que todos pasamos en nuestros proyectos y que puede que no sean muy sanos. Ali recomienda tener bloques de tiempo sólo para nosotros y evitar entrar en esta vorágine de estar pendiente de otros. En su caso, se agenda cuatro horas cada mañana para sacar adelante sus asuntos sin que nadie le moleste. Horas que utiliza para escribir su libro, sacar adelante trabajo o para jugar al ordenador, ¡el caso es que son sus horas!

Delega: Para darnos cuenta de lo que nos podría salir a cuenta si delegamos, Ali comenta un tema complicado del que ya te hablé hace tiempo: Pon precio a tus horas. Una vez sepas cuánto vale cada hora de tu día a día, podrás saber si puedes permitirte delegar aquellas tareas que menos te guste hacer. Si acudes a plataformas tipo Fiverr seguro que encuentras gente que te ayude incluso cuando tu presupuesto es bajo. El truco macabro que le saco yo a esto de poner precio a tus horas es que al fin sabrás cuánto estás gastando (en términos monetarios) cuando te da por vaguear. Esto hará que te lo pienses dos veces o simplemente como un premio que quizá puedas permitirte, porqué no.

Agendar citas: Uno de los grandes problemas para Ali es el tema de agendar fechas ya sea para reuniones, charlas o simplemente para quedar. Al final, hay un intercambio de emails que parece no acabar nunca y que nos roba más tiempo del que nos gustaría. Ali decidió cortar por lo sano y directamente pide a quien quiera hablar con él que agende una cita en su Calendly. Yo en este caso te voy a recomendar Tidycal, la herramienta de la que te hablé hace varios episodios y que igualmente funciona de fábula.

Elige estar satisfecho con lo que has hecho: Si eres un loco de la productividad puede que al término de cada día te preguntes por qué no hiciste más cosas o por qué no fuiste capaz de cumplir todo lo que te habías propuesto. Al final, como todo en esta vida, incluso los excesos en la productividad son malos. ¿Por qué no simplemente te alegras por todo lo que has sido capaz de cumplir?

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