Marca personal o marca de empresa

Seguramente, si estás interesado en los negocios online, alguna vez habrás pensado si era buena idea o no montar un proyecto en el que tu nombre fuera el estandarte.

Ya te adelanto que hoy no creo que llegue a ninguna conclusión, afortunadamente. Y digo afortunadamente porque lo que quiero con este podcast es que seas tú mismo quien llegue a sus propias conclusiones. Que sepas que mi objetivo es que te vayas con más preguntas aún, así que avisado estás.

Antes de meterme en harina con este asunto, te diré de dónde me ha venido la idea del episodio de hoy. Últimamente me he estado planteando darle un giro completo al podcast con un nuevo formato que, aunque seguiría hablando del mundo del emprendimiento, cambiaría bastante en general.

La cuestión es que incluso me he llegado a plantear lanzar este nuevo formato bajo otra nueva marca, quizá por miedo a “ensuciar” mi marca personal, quizá por miedo simplemente a cambiar.

Miedos

Cuando has lanzado un proyecto bajo tu marca personal muchas veces te surgirán miedos. 

Todo el mundo te dirá que te tienes que enfocar en un nicho para ser visto como un especialista dentro de dicho sector, pero claro, si queremos cambiar de nicho en el futuro, ¿cómo hacemos para “limpiar” nuestro pasado? Y con limpiar no me estoy refiriendo a que debamos renegar de lo que hemos sido, sino sobre todo lo que supone realizar un cambio así: Todo el contenido creado y distribuido, todo acerca de nuestras redes sociales… supone bastante jaleo, creo yo.

En mi caso tengo el problema añadido de que me identifico dentro del mundillo de lo multidisciplinar. En otras palabras… me gustan demasiadas cosas y sé que irremediablemente iré pivotando con el paso de los años, y de forma bastante agresiva.

Y aquí creo que, aunque no te guste, el camino de ir cambiando de profesión, lejos de ser algo mal visto (como hasta hace bastante poco tiempo) será una necesidad. Como ya te he predicado en otras ocasiones, ya se terminó la época de no solo el trabajo para toda la vida, sino también la profesión.

Personal incluso sin marca

Decidas o no emprender un proyecto con tu marca personal… creo que siempre es buena idea transmitir quién está detrás del proyecto.

La página de “sobre mí”, “quienes somos” o como se llame la página en la que cuentes quién está detrás del proyecto siempre es una de las más visitadas en la mayoría de webs.

La gente quiere saber quién está detrás, qué es lo que hace, cuál es su historia y hasta cuales son sus hobbies.

Sigas adelante con marca personal o marca de empresa, transmitir esa parte más humana siempre ayuda a conectar mejor con tu audiencia.

Pseudónimos

Soy consciente de que te acabo de hablar acerca de las bondades de dar a conocer quién está detrás del proyecto, pero ya te había dicho al comienzo del episodio que hoy te iba a dejar con más dudas que respuestas, y es que hay casos para todo.

Últimamente veo muchos proyectos que surgen de la mano de gente que, por las razones que sea, prefieren quedarse en el anonimato, y aún con todas tienen proyectos que generan una confianza enorme.

Quizá el ejemplo más interesante que me viene a la cabeza ahora mismo es el de Nudista Investor. Te recomiendo que sigas a Nudista en Twitter ya que todo lo que comparte suele ser bastante interesante, pero como te digo, su caso quizá lo sea aún más.

Nadie sabe quién está detrás de este perfil y son muchos los que “juegan” a asociale algunas identidades.

La cuestión es que, aún sin saber quién está detrás, la gente confía en Nudista hasta el punto de que tiene una membresía que ha tenido (hasta donde yo sé) bastante éxito.

No sé si solo es mi impresión o no, pero, sobre todo en Twitter, veo muchos proyectos basados en pseudónimos que son capaces incluso de monetizar.

También conozco el caso de algunos escritores que, según la temática en la que quieran publicar un libro, utilizan uno u otro pseudónimo, pudiendo tener una buena cantidad de identidades a sus espaldas.

Popurrí de consejos

Me vas a permitir ahora que haga un poco la del refrán que dice consejos vendo y para mi no tengo, y es que aunque ni yo mismo sepa qué voy a hacer aún en mi caso, me gustaría igualmente comentarte lo que pasa por mi mente. No soy ningún gurú ni experto, como bien sabrás, pero siempre intento contarte las cosas en “crudo”, compartiendo contigo mis propias dudas y problemas, así que espero que al menos puedas llevarte algunas ideas en caso de que tú también estés pasando por este proceso de dudas entre marca personal y marca de empresa:

Compra tu nombre de dominio: Si hay algo que no va a cambiar nunca (al menos en situaciones “normales”) es tu nombre. Si lo tienes disponible, te recomendaría que lo comprases (si es el .com, mejor que mejor). Creo que ya lo he mencionado en otras ocasiones, pero para mi una web de marca personal es mucho mejor que cualquier currículum o red social. Es toda una oportunidad para compartir lo que quieras, cómo quieras, sin temor a depender de ninguna otra plataforma.. por lo que aunque no emprendas, puede ser una muy buena idea tenerlo aunque sea para transmitir quién eres.

Para cosas muy diferentes, dominios diferentes: Al final, si eres como yo y tienes intereses tan variados que van desde la cría de ovejas hasta el afinado de los pianos, quizá sea hora de desarrollar esos proyectos bajo su propia marca. No siempre tiene por qué ser así. Si eres bueno “hilando” temas o simplemente te apetece hablar de todos estos asuntos bajo tu propia marca personal, puede ser igual de válido. Mismamente el caso de Pau Ninja podría ser un ejemplo. Aunque creo que él igualmente tiene algunas dudas sobre cómo llevar todos los temas que toca, la cuestión es que en su podcast lo mismo te habla del Bitcoin, de cómo se construyeron las pirámides de Egipto o los motivos por los que hacer ayuno intermitente.

Crea un hub en tu marca personal: Un uso muy interesante que puedes hacer de tu web de marca personal (sobre todo si eres un culo inquieto que quiere hacer muchas cosas) es aprovecharla para exponer tus proyectos y dar a conocer todo en lo que andas metido. Aquí me remito quizá a los episodios en los que te hablaba sobre lo interesante que sería tener creada una página llamada “ahora” para mostrar los proyectos en los que estás trabajando actualmente (además de ir comentando incluso en qué andas metido a nivel personal) e igualmente vuelvo al tema del portfolio de proyectos, incluidos los que no salieron bien.

Lo cierto es que no importa tanto: Para ir cerrando el episodio, quizá te deje el que considero el mejor consejo que te puedo dar hoy sobre este tema (aplicable a muchos otros). Y es que no hay que tomarse las cosas tan en serio. No le des tantas vueltas al tema y haz algo. El peor error es el de quedarse paralizado, y precisamente es algo con lo que lucho día a día. El miedo a no elegir la mejor opción está ahí, en cualquier decisión que tomamos, pero es mucho peor no tomar una decisión, incluso aunque salga mal. Mi consejo final es que hagas lo que te apetezca, pero házlo.

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