El oro, la plata, las obras de arte… todas ellas han servido a lo largo de la historia como elementos para la reserva de valor.
Y realmente, detrás de ese valor que les otorgamos está respaldado por la confianza que, como sociedad, les damos.
Aquí podríamos también ponernos a discutir sobre la definición del dinero y las características que hacen que sea más o menos valioso, como podrían ser su seguridad, su portabilidad, la facilidad para ser intercambiados y muchas otras, pero es un tema tan extenso que, si te interesa, lo podría tocar en otro episodio.
La cuestión es que en los últimos años han ido apareciendo todo tipo de activos digitales que han movido (y siguen moviendo) grandes cantidades de dinero. Y, además, lo han hecho de una forma muy silenciosa.
Aquí quiero hacer hincapié en el mercado de los videojuegos, del gaming o como quieras llamarlo.
Hace 15 años ninguna empresa de videojuegos se plantearía regalar su producto principal, el juego en sí, ya que, evidentemente, de ahí procedían sus ingresos.
La situación ha cambiado por completo, y ahora los juegos más populares del mercado son totalmente gratis.
La estrategia Freemium manda y a través de la venta de ciertos activos digitales obtienen muchos más ingresos de los que obtendrían si se dedicasen simplemente a vender sus juegos al peso.
A mucha gente le puede parecer absurdo pagar cientos o miles de euros por un cuchillo dorado o por una equipación en un videojuego (a mí me lo parecía), pero no soy yo quien para decidir si algo es o no valioso. Y para mucha gente este tipo de activos son oro puro, por lo que merece la pena prestar atención a este mercado.
Conozco caso de chavales que han amasado miles de euros haciendo negocio comprando y vendiendo este tipo de activos digitales, y me sorprende lo poco que se conoce este tema y lo mal que se sigue tratando al mundo de los videojuegos.
Aún persiste en la mentalidad de la sociedad que eso del gaming es un simple pasatiempo o directamente una pérdida de tiempo, pero ni te imaginas la cantidad de ideas de negocio que puedes obtener si estás al día de este sector.
Pero hoy no venía a hablarte del mercado de los videojuegos. Si te parece, lo dejo para otro día.
Hablemos de uno de los términos de moda, los llamados NFT (Non-Fungible Tokens).
Para que lo entiendas rápido y en una frase, los NFT son activos digitales que sirven como reserva de valor y están orientados al coleccionismo.
Es un concepto un tanto “extraño”, ya que ahora mismo se están vendiendo NFT muy “raros” y, además, se están pagando auténticas salvajadas por ellos.
Una de las características que les da ese valor es que son únicos, a pesar de ser activos digitales. Y al igual que puedes tener una copia de la Mona Lisa en tu casa, pero sabes que autentica solo hay una y tiene un valor incalculable, con los NFT pasa lo mismo, solo que va un paso más allá.
Una obra de arte digital, un gif, un icono… todos son replicables, y más siendo digitales. Pero solo uno será el auténtico, y ahí es donde entra en juego la tecnología de los NFT.
Y es que la propiedad de un NFT es totalmente verificable gracias a que está construido bajo la tecnología blockchain, ya sabes, la misma que utilizan los Bitcoins.
Esto hace que se mantenga el historial de compra-venta de cualquier NFT y se puede demostrar que eres el propietario del mismo, sin temor a posibles falsificaciones.
¿Y qué tipo de NFT se están vendiendo? Pues prácticamente cualquier cosa que te puedas imaginar.
Por ejemplo, el famoso youtuber Logan Paul creó una colección de cartas digitales limitadas y las terminó vendiendo por 5.000.000 de dólares, una locura.
Otro ejemplo bastante absurdo es el caso del creador del famoso gif Nyan cat, el gato volador que va dejando un rastro de arcoíris y que seguramente hayas visto en la red mil veces. Pues la cuestión es que ha vendido su propiedad por alrededor de 600.000 dólares.
Incluso negocios tradicionales como la famosa casa de subastas Christie´s están sacando a la venta obras digitales que pueden comprarse con criptomonedas.
Y ojo, que gente muy pro como Mark Cuban o Elonk Mask están invirtiendo en este tipo de activos.
¿Hasta dónde creo que puede llegar esto? Pues la verdad, no tengo ni idea.
Lo que sí tengo claro es que ahora mismo el mercado es una locura y creo que mucha gente está perdiendo la cabeza.
¿Tendrá algún valor un coleccionable de un youtuber dentro de 10 años? Pues seguramente depende de cómo le vaya a dicho youtuber.
¿Habrá interés en comprar la propiedad de un gif de aquí a 20 años? Habrá que esperar a ver la evolución del mercado de los NFT.
Es algo demasiado nuevo, y precisamente por eso, te invito a que estés atento a este mercado, investigues por tu cuenta y descubras las opciones de negocio que hay en él.
Estando en una fase tan temprana tanto las oportunidades como los riesgos se multiplican, por lo que lo dejo en tus manos.
Quién sabe si esto será una moda pasajera o, en cambio, será la próxima revolución en el mundo del coleccionismo.
También puedes seguir el consejo de Taleb con su conocido como Efecto Lindy
Viene a decir que si deseas saber cuánto durará algo no perecedero, es decir, algo que no está sujeto a los límites de una vida natural, entonces la primera pregunta que debes hacerte es cuánto tiempo ha existido.
En teoría, cuanto más viejo es, más probabilidades hay de que dure más tiempo.
Si seguimos esta regla, el oro se lleva el oro (valga la redundancia) ya que cuenta con miles de años a sus espaldas como elemento de reserva de valor.
Pero como te digo, vivimos en la época del cambio ultra rápido, así que presta atención a los mercados y toma tus propias decisiones.