Idea de negocio: Consultor de productividad tecnológica

Este fin de semana lo he dedicado en gran parte a poner orden en todos mis proyectos aprovechando que estoy introduciéndome en el interesante mundo de Notion, ya sabes, la herramienta sobre la que últimamente te estoy “dando la lata” acerca de lo buena que es.

El caso es que ya estoy descubriendo todos los ahorros de tiempo y la paz mental que me da este tipo de sistema de organización, y también me ha hecho pensar en la cantidad de herramientas y trucos que existen para hacer que la tecnología trabaje para nosotros, en vez de estar sufriendo haciendo todo tipo de tareas repetitivas y sin sentido.

Pero es difícil conocer todas las opciones del mercado y todo el potencial que tenemos por descubrir gracias a este tipo de herramientas tecnológicas. Bueno, más que difícil… es una tarea que nos llevaría toda la vida; Demasiada información a filtrar, muchas herramientas, muchos tutoriales… y ya te he dejado claro que el tiempo es sagrado.

La verdad es que he detectado en mí mismo un punto de dolor respecto a este tema. Por un lado, he visto que crear estos sistemas y automatizaciones es algo que puede cambiarme literalmente la vida (estoy viendo resultados MUY buenos) pero también me estoy sintiendo un poco sobrepasado. Por ejemplo, Notion es muy bueno… diría que demasiado bueno, y eso puede no ser tan positivo como parece.

Al tener tantas posibilidades y opciones a mi alcance, me he sentido agobiado. De repente me he visto queriendo crear un sistema perfecto para que toda mi vida esté integrada en la herramienta sin dejar que ningún aspecto se me escape.

El caso es que hay mil formas de hacerlo e infinitos tutoriales y guías, y si eres como yo, que cuando te “da” por un tema, no paras de indagar, puedes dejarte la vida buscando un sistema definitivo para tu productividad.

Y eso solo refiriéndome a una herramienta, ya que también estoy indagando sobre otro tipo de automatizaciones y sistemas que darían para hablar demasiado.

La cuestión es que si en tu ordenador tienes esa armonía entre los programas que necesitas para tu caso concreto, conoces los atajos de teclado clave, logras automatizar las tareas engorrosas y trabajas bajo un sistema creado a tu medida… creo que tendrías la tan ansiada fórmula para ganar horas al día que tanta gente busca.

Y precisamente este fin de semana me topé con un tweet de David Perrel en el que describía una situación similar por la que él mismo acababa de pasar.

Resulta que se compró un nuevo ordenador hace unos días y sólo el hecho de ponerlo a punto con la configuración que él quería le ha llevado muchas horas de su tiempo.

Propuso, a modo de idea de negocio, crear un curso para ayudar a las personas a configurar su ordenador para obtener la máxima productividad posible, e incluso escribió una llamada a la acción: “Un día de puesta a punto. Miles de horas ahorradas”.

Yo he mezclado un poco el concepto de productividad en base a herramientas externas con el asunto de configurar nuestro ordenador para sacarle todo el jugo posible para sacar la idea de negocio que hoy te propongo: Consultor de productividad tecnológica.

En el propio hilo de Twitter apareció el creador de un proyecto similar llamado productivityformac.com, en el que a través de un curso nos enseñarán a sacarle todo el partido a nuestro Mac, tanto con herramientas del propio sistema como con herramientas de terceros.

Para ir centrando la idea de negocio, en primer lugar, deberíamos enfocarnos en un mercado donde satisfacer esta necesidad de productividad tecnológica. Podríamos hacer como la gente de productivityformac.com y enfocarnos en usuarios de Mac o virar y seguir el camino de Windows. También este proyecto se podría enfocar en usuarios de smartphone y, de nuevo, podríamos elegir entre Android o iOs.

Para monetizar esta idea yo veo dos opciones principales. La primera sería vender nuestro tiempo como consultores tecnológicos. Estoy convencido de que muchísima gente estaría encantada de pagar varias horas de tu tiempo para que les montases un sistema a su medida, con las herramientas que necesita y con formación para empezar a utilizarlas.

Es un servicio muy personalizado y que seguramente requiera de cierto tiempo para implementarlo, pero muchas empresas y freelance matarían por tener un sistema y una formación para funcionar mejor. Y esto lo digo desde mi propia experiencia tanto a nivel personal como empresarial. Un sistema afinado puede ahorrar miles de euros y de horas al año en una empresa.

La otra opción para monetizar sería crear un curso, como es el caso de productivityformac.com. En su caso es un curso de pago único (30 dólares) en el que prometen actualizaciones de por vida.

Es cierto que también se podría crear un sitio de membresía, pero no sé hasta qué punto hay contenido suficiente o igualmente sí hay suficiente interés en la gente en pagar recurrentemente por algo así. Yo lo veo más bien como un curso de un solo uso para implantar un sistema productivo en base a tu entorno de trabajo.

El mayor problema que veían en el hilo de Twitter a esta idea de negocio era la cantidad de información gratuita que hay en internet respecto a este tema. Vídeos sobre herramientas de productividad, atajos de teclado, plantillas gratuitas para descargar… es cierto que hay recursos infinitos, y ahí está el problema. Es agobiante tener que ir rebuscando información, recopilar aquella que nos encaje más, descartar la que está desfasada… te garantizo que la inversión en tiempo para dar con la información que necesitas va a ser mucho mayor que el hecho de pagar un curso o a un consultor.

Si una empresa o un freelance están buscando mejorar su productividad es precisamente porque no van bien de tiempo, y desde luego no pueden permitirse gastarlo en este tipo de búsquedas online.

 Te recomiendo que le eches un ojo a la página que te he dejado por aquí para que veas su propuesta así como darle una vuelta a la propia idea: ¿Quizá podrías buscarte un nicho en base a la actividad profesional (ej: ayudar a dentistas a implantar un sistema de productividad), en base a la edad (quizá podrías atacar a trabajadores mayores de 50 que quieran reciclarse y aumentar su productividad), a los conocimientos (podrías enfocarte en los “novatos tecnológicos”) o en base a cualquier otra característica que se te ocurra.

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