Hoy toca hablar de ingresos pasivos, el término de moda de los últimos años que probablemente más humo ha generado en el mundo del emprendimiento.
¿A quién no le gusta ganar dinero mientras duerme? ¿Crear un producto una vez y venderlo infinitas veces? Si, efectivamente, estas son las frases con las que suelen vendernos este modelo de generar ingresos y a las que nadie podría resistirse.
En este episodio no pretendo darte mi opinión y argumentos a favor y en contra de esta forma de generar ingresos, simplemente me voy a limitar a resumirte los errores más comunes que comenten aquellos que pretenden crear un modelo de negocio basado en ingresos pasivos.
Pero no son errores de cosecha propia, sino los que menciona Pat Flynn. Porque si hay alguien que se ha ganado el derecho de dar lecciones sobre este tema creo que pocas opciones mejores se me podrían ocurrir.
Así que veamos que tiene que decirnos e intentaré aportarte igualmente mi punto de vista:
Tratar de crear un negocio que ayude a todo el mundo: Ya sé que con este error Pat no nos está contando nada nuevo, pero empecemos por esta metedura de pata para ir calentando el ambiente, ya que al final, es un error tan obvio y en el que seguimos cayendo que merece la pena repetirlo mil y una veces para que nos quede claro qué no debemos hacer.
Seguramente en los negocios de ingresos pasivos quizá sea donde más sentido tenga ser muy nicho. Imagina el caso de algunos productos comunes dentro del mundo de los ingresos pasivos como podrían ser cursos o libros. La tentación de crear productos que sirvan a todo tipo de gente va a ser grande, ya que así, en teoría, podríamos vender a más gente. En realidad, seguramente acabemos diluidos en un mar de competencia infinita.
Pero no sufras, te voy a poner dos ejemplos de productos muy nicho y muy raros que han triunfado a pesar de ser tan enfocados, para que veas que prácticamente la posibilidad de hacer dinero con cualquier temática nicho es infinita.
El primero es una web llamada betterscreentime, un proyecto enfocado a que las familias puedan pasar tiempo de calidad juntas desenganchándose del uso de todo tipo de aparatos electrónicos. Esta gente ha creado un curso que vale 200 dólares, también han lanzado un libro y les va de fábula. ¿Quién iba a decir que un tema tan nicho iba a ser rentable?
EL otro caso es Thrifty Homesteader, una web orientada a la cría de animales de granja. Tienen un curso para novatos en la cría de cabras, y por lo visto hay mucha gente interesada.
Como estos casos hay miles y miles, y por eso me gusta traerlos por aquí de cuando en cuando para que veas que las posibilidades de negocios están en cualquier rincón.
Construir todo tu negocio sin tener aún un negocio: Pat nos habla aquí sobre algo que nos gusta hacer a todos a la hora de emprender, que no es otra cosa que empezar a crear todo un mundo alrededor de nuestra idea sin saber aún cual es de verdad nuestro negocio y cómo vamos a ayudar a nuestros clientes. Y con crear parafernalia podríamos incluir web, logos, comprar todo tipo de herramientas… ya sabes, gastar dinero a lo loco, ya que al final es el paso más sencillo, al menos, si tienes dinero.
Pat nos recomienda que, en vez de invertir al principio en ese tipo de elementos, nos dediquemos a pasar tiempo e investigar a las personas que pretendemos ayudar. El truco que nos da para empezar es que encontremos a una persona a la que ayudar y consigamos para ella un resultado. A partir de ahí se irá desbloqueando todo el proceso: sabremos como hablar con nuestro público objetivo, como encontrarlo, como resolver sus problemas e incluso si nos gusta o no hacer lo que hacemos.
A mí me parece muy interesante el tema de poner a prueba nuestro proyecto con personas reales antes de vender nada. De hecho, es algo que puedes ofrecer a precio rebajado o incluso gratis, aunque tendría cuidado con esta última opción porque cuando ofreces algo gratis la gente no lo valora. El caso es poner a prueba tu proyecto antes de hacer grandes inversiones. Sí que veo viable hacer una web y crear ciertos básicos en tu proyecto que, al fin y al cabo, tienen una inversión ínfima. La cuestión es no volvernos locos al principio gastando sin haber puesto a prueba nuestro proyecto.
Pensar en los ingresos pasivos desde el minuto uno: Debido al boom del término “ingresos pasivos” ha calado en la gente que este tipo de proyectos se generan desde el principio de los proyectos, y claro, las expectativas distan mucho de la realidad.
La cuestión es que los ingresos pasivos son el último paso de un proceso que puede ser bastante largo. Hay que trabajar mucho antes de poder sistematizar nuestros procesos. De hecho, primero debemos conseguir que nuestro proyecto funcione e ir alimentándolo hasta que llegue el momento de automatizar, subcontratar o lo que haga falta para que sí llegue a generar ingresos pasivos, pero para llegar a ese punto en ocasiones podemos tardar años, o directamente no llegar nunca.
El problema de las metas monetarias: En este caso, Pat nos comenta un error que no sé hasta qué punto es común en los casos que al menos yo me he ido encontrando. Cuando Pat pregunta a sus estudiantes acerca de cuánto dinero les gustaría ganar con sus proyectos, normalmente casi todo responden con cifras muy altas, de alrededor de un millón al año.
Como te digo, quizá el cambio esté en la mentalidad de las culturas. Creo que en la cultura latina somos más conformistas, con lo bueno y lo malo que tiene este asunto.
Pat recomienda reflexionar sobre la cantidad que realmente necesitamos para vivir una vida que nos guste sin fliparnos demasiado.
Ya con una cifra en mente, podremos hacer ingeniería inversa para calcular exactamente cómo alcanzarla. Por ejemplo, supongamos que queremos generar 100.000 € al año. Eso podría traducirse en conseguir 1.000 clientes que nos paguen 100 € anuales. O quizá podríamos conseguir solo 100 clientes y venderles algún tipo de servicio de suscripción mensual de 84 € al mes. Creo que este ejercicio de traducir cantidades deseables en clientes y pagos necesarios para alcanzarlos viene muy bien para poner en perspectiva nuestro modelo de negocio y las posibilidades que podemos alcanzar.
Ganar dinero como principal meta: Para terminar el listado de errores que nos comenta Pat, otro clásico. Y es que empezar un proyecto anteponiendo el dinero que podemos ganar al resto de factores suele ser un mal síntoma. El propio Pat comenta como hace unos años cayó en esta trampa al ver a sus amigos hacer bastante dinero vendiendo determinado software.
A Pat le entró un poco de envidia y le dio por construir su propio producto subcontratando programadores. Terminó gastándose 15.000 dólares en un producto que al final el mercado no necesitaba y que fue un total fracaso.
Como siempre te digo, el dinero debe ser la consecuencia de solucionar problemas a los demás, y es este el punto por el que deberíamos empezar.