Derek Sivers es uno de esos emprendedores míticos que han logrado grandes resultados empezando prácticamente de la nada, y precisamente este fin de semana Samuel Gil, creador de la newsletter “Suma positiva” analizaba el libro de Derek, “Anything you wanted” en el que se habla de su experiencia como emprendedor a lo largo de 10 años.
Te confieso que tengo el libro en mi lista de “pendientes”, pero hoy voy a tratar de resumir y analizar todo lo que Samuel comentaba sobre las enseñanzas de este interesante libro.
En primer lugar, pongámonos en el contexto de Derek antes de ser el emprendedor de éxito que es hoy en día.
Por aquel entonces Derek era un músico independiente en búsqueda de alguna distribuidora que pusiese los medios necesarios para poder publicar su trabajo.
Como nadie le daba bola, Derek optó por el plan B, que no era otro que construirse un producto a medida para solucionar su problema.
Y así es como empezó CD Baby, un sitio web en el que se podía comprar música de artistas independientes.
Antes de seguir, hay que tener en cuenta que su proyecto nace cuando internet aún era una cosa demasiado friki en la que estaba todo por hacer, así que olvídate de YouTube, Spotify, redes sociales y todo tipo de herramientas que hacen que hoy en día cualquier artista pueda darse a conocer de una forma más sencilla.
Derek se hizo la lista de características que su plataforma debía tener para ser perfecta:
- Pagos semanales al músico
- Al músico se le proporcionaban nombres y direcciones de email de todas las personas que compraban su CD
- No habría requisitos de ventas mínimas. Podrías seguir en la plataforma, aunque no vendieses nada.
- No habría favoritismos para ocupar puestos especiales en la tienda, ya que sería injusto para aquellos que no pudieran pagarlo.
De las lecciones que saca aquí Samuel me quedo especialmente con la de la ventaja que obtenemos si construimos algo para solucionar un problema propio. Si eres tú el usuario final y quien tiene esa necesidad a satisfacer, vas a ser capaz de identificar mejor que nadie todas las necesidades a cubrir, al menos al principio.
También nos habla acerca de no quedarnos atrás a la hora de fijar nuestras propias reglas cuando pensamos en nuestro proyecto. Al final, es nuestro sueño, y podemos soñarlo como nos apetezca, romper los moldes y dejar los miedos a un lado.
Y siguiendo con Derek, por lo visto antes de triunfar con CD Baby ya había estado promocionando de todas las maneras posibles durante años muchos proyectos que no acabaron de cuajar.
Y es que nunca se sabe detrás de qué puerta se esconde el triunfo, pero si hay algo seguro es que a cuantas más llames más opciones tendrás de llegar a la puerta ideal.
Al final terminamos llegando a nuestras metas a base de persistencia, pero no por ello debemos persistir en algo que no funciona. La cosa es ir reinventándose por el camino hasta dar con la clave.
Otra clave que muchos emprendedores pasan por alto es el asunto de tratar de gustar a todo el mundo.
Cuando un negocio trata de hacer todo bien para todo el mundo, termina yéndose a pique.
Hay que tener el valor de decir que no y excluir a gran parte del mercado para ganarse a los que realmente queremos atender.
En el caso de CD Baby ocurrió así, y es que cuando comenzaron a tener éxito muchas compañías discográficas empezaron a llamarles para intentar promocionar a sus artistas en dicha web.
Por lo visto Derek les dio con la puerta en las narices, algo para lo que hay que tener valor y principios, porque no todo el mundo rechazaría la llegada de dinero fresco de grandes compañías.
Al final, hay que tener en cuenta de que el mundo es grande, muy grande, y podemos permitirnos dejar a un lado el 99% del mercado para enfocarnos en ese 1% que de verdad queremos como clientes.
A parte, Derek también toca el importante tema de cómo comunicar con tus clientes.
En su caso, teniendo en cuenta que llegó a tener más de dos millones de artistas como clientes, si les escribía un email ambiguo o poco claro, podría darse el caso de que le llegasen miles de respuestas con más dudas, preguntas y quejas, de ahí la importancia de medir las palabras.
En cambio, cuando Derek le ponía mimo a su copy y cuidaba esos pequeños detalles que puede parecer que no importan demasiado, las consecuencias positivas no se hacían esperar.
Por ejemplo, cuando cambió el texto de respuesta a los clientes que hacían un pedido. Antes decía algo así como “Tu pedido ha sido enviado hoy. Por favor, avísanos si no llega. Gracias por comprar en CD Baby.”
Cuando Derek decidió sustituir el mensaje por otro más personal y divertido consiguió que se hiciera viral y ganó muchos clientes a causa de este pequeño giro.
El mensaje decía:
Hemos recogido tu CD con mucho cuidado con guantes esterilizados libres de contaminación de las estanterías de CD Baby y lo hemos puesto sobre un cojín de seda.
Un equipo de 50 empleados ha revisado tu CD y lo ha pulido para asegurarnos de que está en condiciones óptimas antes de enviártelo.
Nuestro especialista en embalaje de Japón ha encendido una vela y el silencio se ha apoderado de la multitud mientas colocaba tu CD en la mejor cada forrada de oro que se puede comprar con dinero.
Después, hicimos una gran fiesta y marchamos todos calle abajo a la oficina de correos desde la que toda la ciudad de Portland gritó “Bon Voyage!” al paquete cuando este emprendió su ruta hacia ti, en el jet privado de CD Baby, en el día de hoy, 6 de junio.
Espero que hayas tenido una experiencia maravillosa comprando en CD Baby. Nosotros desde luego que la tuvimos. Tu foto está en nuestra pared como “cliente del año”. Estamos agotados, pero deseando que vuelvas a CDBABY.COM!!
Seguiría contando algunos aprendizajes más de Derek, pero el tiempo se nos echa encima. Si te interesa, haz como yo y ponte con este libro cuanto antes.