Estoy viendo que uno de los grandes problemas que la gente que quiere lanzar un proyecto online tiene es que no sabe ni de qué va a hablar.
Ya sé que esto puede sonar contradictorio y es que, ¿cómo va a haber alguien que quiere lanzar algo y no sabe de qué? ¿Por qué si quiera se plantea algo así? Supongo que hay muchos motivos, algunos mejores que otros, aunque quien soy yo para juzgar.
Estarán los que simplemente quieren ganar dinero, habrá otros que quieran reconocimiento público y también habrá gente que lo hace por subirse al carro de montar proyectos online.
Ya te digo que no creo que haya motivos erróneos para empezar algo, sobre todo si es algo que te apetece hacer, sin más.
La cuestión es tratar de responder a las típicas preguntas que se pueden tener en este tipo de situaciones. ¿Qué nicho escojo? ¿Cómo voy a monetizar? ¿Hay gente suficiente en este nicho?
Al final empezamos a dudar de todo, no lo acabamos de ver claro y no tomamos acción.
Tener una estrategia tan cerrada desde el minuto cero puede ser contraproducente si es que quieres pasar a la acción. Además, sabiendo que seguramente todo lo que planees se va a ir al traste, por experiencia te lo digo, quizá tener una estrategia esté algo sobrevalorado, no sé.
Este tema que hoy comparto contigo lo leí hace tiempo en un blog y he decidido reflexionar sobre él, ya que me pareció interesante y creo que puede ayudarte si es que estás atascado porque quieres empezar un proyecto online y estás atascado sin saber ni siquiera tu temática.
Si que te he hablado en otras ocasiones sobre ciertas técnicas para descubrir cuales podrían ser tus atractivos ocultos para empezar un proyecto. Ya sabes, el famoso Ikigai, o lo que es lo mismo, la intersección donde se juntan aquello en lo que eres bueno, lo que te apasiona, lo que puedes monetizar y lo que el mundo necesita.
Este tipo de herramientas nos encantan, a mí el primero, pero si ni con ellas acabas de decidirte, no puede ser esto una excusa para no dar el salto.
En el artículo del blog del que te hablaba exponían la estrategia de varias personas que comenzaron sus proyectos desde una aproximación muy simple. La ecuación se compondría de escribir o crear contenido sobre aquello que te apetezca de verdad (sin la necesidad de que sea siempre lo mismo), publicar de forma constante y consistente e ir tomando nota de lo que ocurre, tanto respecto al posible feedback como con tus emociones.
Este proceso no te va a llevar rápido a ningún nicho, es una estrategia que puede llevar incluso años hasta que de verdad te plantees cual va ser tu nicho, pero la parte positiva es que no deberías estar preocupado por eso, ya que si disfrutas creando lo que sea que estés creando, te va a dar igual (siempre y cuando no pretendas empezar a vivir de ello de forma rápida).
Veamos ahora esta estrategia con ejemplo de creadores que la siguieron y les fue bastante bien.
El primer caso sería el de James Clear, autor que seguramente te suene, sobre todo si te interesa el tema de los hábitos.
Y si, hoy James tiene muy claro cuál es su nicho, pero cuando empezó, no tenía ni idea de cuál iba a ser su nicho. Estuvo dos años escribiendo sobre varios temas hasta que vio como el asunto de los hábitos era lo que más le llamaba la atención a la hora de escribir, y ahí es cuando puso su foco en ese nicho.
Otro Blogger muy famoso, Patrick McKenzie, siguió una estrategia similar. Durante años estuvo escribiendo simplemente aquello que le venía a la cabeza cada día, sin más. También aprovechaba para escribir sobre lo que hacía cada día, lo que es una buena forma para empezar si de verdad estás perdido. Como ves, no se trata aquí tanto de que el mundo te descubra, al menos en esta fase, si no de descubrirte a ti mismo, y no hay otra forma de hacerlo que, precisamente pasando a la acción, haciendo lo que sea.
Al final el nicho de Patrick resultó ser una intersección entre el mundo de la programación y el marketing, y parece que le va bastante bien.
Otro ejemplo más, Anne-Laure Le Cunff, que se dio cuenta de que en algunos artículos disfrutaba más que en otros durante el proceso. Y es que si encuentras algo que te haga entrar en ese estado de Flow de que te he hablado en otras ocasiones, vas por muy buen camino.
Dan Shipper, otro creador online, recomienda simplemente empezar por crear un artículo, sin importar el resto de cosas. Despues escribe otro, y otro… hasta que orgánicamente todo vaya cobrando sentido. Nos dice que no hace falta identificar esos puntos clave dentro de tu personalidad y empezar a escribir sobre ellas, simplemente es eso, empezar a crear lo que te apetece de forma constante, sin mayores pretensiones.
Otra creadora, Elisa Doucette, nos dice que una de las mejores formas de crear contenido es hacerlo simplemente porque tratas temas que de verdad te encanten. Más allá de tratar de buscar lo que dice el mercado, la competencia… nada, simplemente crea porque te apetece.
Como ves, esta estrategia de decisión basada en simplemente hacer lo que te apetece puede ser interesante si de verdad estás muy perdido y no sabes por dónde empezar.
Agarrarse a un plan demasiado cerrado y enfocado en otros aspectos como el dinero, la competencia o similares puede que no sea para todo el mundo, al menos al inicio.
Ya sabes que en la famosa frase de desarrollo de un proyecto “crear, crecer, monetizar” a veces perdemos el rumbo y miramos demasiado pronto a la parte del dinero.
Quizá convendría pararnos a pensar un poco mejor sobre la parte de crear haciéndolo desde un punto de vista de ir probando aquello que de verdad te apetece tratando de ser constante.