Seguramente tú también hayas pecado alguna vez comprando alguna oferta de esas que prometer ser para toda la vida.
Pocos tipos de ofertan enganchan más que esta. Y es que eso de que con un solo pago nos darán acceso a lo que sea que compremos para siempre suena demasiado bien.
Y aunque vivamos en la época de los memberships y estemos más que acostumbrados a pagar una cuota mensual por todo tipo de servicios, si se nos presenta la oportunidad de hacer un único pago y tener acceso de por vida pocos habrá que se resistan.
Un claro ejemplo sería el caso de Appsumo, la plataforma de ofertas de software de la que te he hablado en tantas ocasiones y de la que creo que también te he advertido de sus peligros. Y con peligros me refiero a que acabes comprando mil herramientas que no necesitas realmente, pero al ser de pago único y de por vida, pues oye… que te voy a contar que no sepas.
Está claro que, como compradores, este tipo de ofertas nos atraen.
Ahora bien, siendo creadores, ¿nos interesa lanzar este tipo de ofertas?
Por lo general, las ofertas de por vida se suelen ofertar en las etapas iniciales de un proyecto, cuando aún no está validado.
Se me viene a la cabeza el caso de SinOficina, el coworking online del que te he hablado también en otras ocasiones. Si no recuerdo mal, en sus comienzos tuvo como oferta la posibilidad de comprar el acceso de por vida.
Y una cosa a considerar es qué podemos considerar de por vida. Evidentemente, hay que ser realistas. No creo que sigas utilizando la herramienta que compraste ayer dentro de 50 años (o sí, quien sabe).
Con esta idea en mente acerca de que por vida no significa infinito, también habría que indagar en qué vas a ofrecer de por vida y su coste.
Dependiendo en el tipo de proyecto que sea en el que ofrezcas esta oferta, puedes acabar o decepcionando a tus usuarios o incluso verte saturado y acabar perdiendo dinero.
Te cuento un ejemplo de decepción que he sufrido en mis propias carnes. En su día compre un acceso de por vida a una nueva plataforma de formación online que se estaba lanzando. La verdad es que tampoco es que me interesase especialmente la temática de los cursos, pero lo lanzaba una persona en la que confiaba por su trayectoria, y claro, siendo de por vida… me lancé y pagué gustosamente.
La cuestión es que a parte de los cursos que lanzó en esa primera semana en la que el proyecto vio la luz no ha sacado ningún material a mayores, y claro, creando este tipo de experiencias no esperes que alguien vuelva a confiar en tus proyectos.
Más allá de los casos de decepción, están los casos en los que puedes incluso perder dinero por ofrecer estos lifetime values.
Conviene calcular cuáles son tus costes anuales por usuario para ver si de verdad te compensa ofrecer este tipo de ofertas.
Al final vas a tener que mantener una web, agregar contenido… y espero que no hayas ofrecido la posibilidad de consultorías porque entonces habrás metido bien la pata. Ofrecer “cosas” sin límite es lo que tiene. Y precisamente una de las cosas que tiene es que, generalizando mucho, una parte de la gente que se apunta a estas ofertas es muy muy exigente.
Normalmente cuando ofrecemos cosas gratis o con ofertas de este tipo, corremos el riesgo de encontrarnos con este tipo de clientes. Ya los conoces, aquellos que lo quieren todo a cambio de nada. Cosas de competir en precio… una de esas fases que todo emprendedor pasa y aprende por las malas.
Entonces, ¿debemos decir que no a ofrecer este tipo de ofertas? Yo creo que la mejor opción es limitarlas, simplemente.
Haz que te sirvan para validar la idea de negocio que tienes en mente, eso para empezar. Por ejemplo, imagina que creas un membership de cursos para aprender a tocar la guitarra. Podrías lanzar una promoción de lanzamiento con 50 membresías de por vida acompañándolas de la posibilidad de pagar mes a mes. Mucha gente va a ver una oportunidad, sobre todo cuando compare ambas opciones, y si lo que ofreces es de interés y lo has movido bien, seguramente las acabas vendiendo rápido.
La parte positiva de esto es que esa gente que ha pagado tu plan vitalicio se puede convertir en el núcleo duro de tu proyecto, ya que no se tendrán que pensar nunca si merece o no la pena seguir, ya que tienen acceso ilimitado.
Y digo que sería ideal que se convirtieran en tu núcleo duro porque viene bien tener cierta comunidad dentro de tus proyectos para que haya movimiento y no exista un efecto de bar vacío.
El peligro sería que muchos de ellos, al haber pagado, no valoren todo lo que vayas añadiendo y se pierda el efecto de ese núcleo duro del que te acabo de hablar.
A mí me gusta bastante como estrategia de lanzamiento, pero ya te digo, ten cuidado con lo que prometes porque eso de ir recaudando dinero creando proyectos zombies… no lo veo.