El otro día comentaban en el podcast de “Quédate con el cambio, sabandija asquerosa” un hilo de Naval, un gurú de los “buenos” del que te he hablado ya en otros episodios.
Por cierto, que sirvan como recomendaciones tanto el estar al día de lo que dice Naval como el propio podcast, ambas buenas opciones para darle al coco en el tema de los negocios online.
El caso es que el famoso hilo de Naval sobre generar riqueza online da para mucho, ya que además de largo, cada perla que suelta da lugar a una reflexión diferentes.
Voy a dividirlo en partes para así no dejarme nada en el tintero y poder compartir contigo todas sus reflexiones, ya que valen su peso en oro.
Antes de nada, ¿Quién es el tal Naval? Ya te he dicho que es un gurú, pero de los buenos. Es complicado encasillarle en algún sitio. Sé que es inversor y de los que tienen buen ojo, puesto que siempre ha tenido la habilidad para meterse en fases tempranas en proyectos que a posteriori han explotado. También es emprendedor y ha creado, entre otras empresas, AngelList, quizá la web más famosa de startups.
Tiene un podcast y es bastante activo en Twitter, aunque lo que más me gusta de él es que simplemente dice y hace cosas sin pretender parecer nada del otro mundo. Vamos, es un megacrack del mundillo del emprendimiento y todo lo que dice es muy considerado, pero tengo la impresión de que es una persona a la que no le gusta nada el reconocimiento.
La cuestión es que Naval tiene como tweet fijado el hilo que te voy a comentar hoy, y es que como te decía, es muy potente, así que vamos con ello.
El titulaba su hilo “Cómo ser rico (sin tener suerte)”, pero me voy a tomar mis licencias en todos los comentarios que haga, ya que eso de “cómo ser rico” quizá pueda atraer a la gente equivocada.
Y es que precisamente en el primer tweet, Naval dice que busquemos riqueza, no dinero ni estatus. Normalmente creo que la mayoría de la gente asocia dinero con riqueza, cuando eso no tiene porqué ser así. Para mí, la riqueza va mucho más allá y puede tener un significado completamente diferente según cada persona. En mi caso, asociaría riqueza a tener poder de decisión, tiempo y dinero, cada elemento con un porcentaje diferente.
Para Naval, la riqueza es tener activos que generen dinero mientras duermes, mientras que su definición de dinero es cómo transferimos el tiempo y la riqueza.
Yo aquí también puntualizaría el asunto de generar dinero mientras duermes. En los últimos años se nos está bombardeando con el tema de “ganar dinero en piloto automático” y similares, y claro, mucha gente que pretende crear algún proyecto entra al mundillo un poco confundida. Entrar pensando en hacer el mínimo posible en tu proyecto no suele dar buenos resultados, ya que normalmente encontraremos esos automatismos y escalabilidad con el tiempo, y seguramente tras mucho trabajo detrás.
Otro tema interesante es el del estatus, en el que Naval recomienda ignorar a aquellas personas que jueguen a dicho juego. Y es que perseguir el estatus muchas veces implica en caer en cierto tipo de comportamientos que no son demasiado éticos, y especialmente se refiere a aquellas personas que se dedican a atacar a otras que juegan al juego de crear riqueza.
De nuevo, con el estatus estamos ante algo que no podemos controlar, al menos no en su totalidad. Ya te hablé el otro día de formas de ganar prestigio, y es que al final se trata de que el estatus, el prestigio o como quieras llamarlo te llegue (si te tiene que llegar) no por perseguirlo en sí, sino por hacer bien lo que sea que hagas.
Otro punto importante en el que mucha gente falla y que menciona Naval es el asunto de la riqueza y la ética. Mucha gente desprecia todo lo relacionado con generarla, cuando internamente todo el mundo la desea. Naval nos dice que generar riqueza de forma ética es posible y que nos olvidemos de este tipo de mentalidad. Si lo piensas, especialmente con el asunto del dinero, existe un doble discurso en gran parte de la población.
Hay demasiada gente que desprecia a grandes empresarios por el hecho de tener dinero (aunque lo hayan ganado honradamente) pero internamente se cambiarían por ellos sin dudarlo. Y con el dinero pasa exactamente lo mismo. Con cuanta gente nos encontramos que no hacen más que maldecir al dinero, pero paralelamente no hacen más que comprar lotería y gastar en apuestas para intentar rascar su pedazo de pecado.
Un asunto importante que Naval remarca es que no te vas a hacer rico alquilando tu tiempo. Efectivamente, nuestro tiempo es limitado, y aunque podamos cobrar más por él, siempre estaremos bajo el yugo de la limitación. Aquí me gustaría remarcar que, aunque no te vayas a hacer rico vendiendo tu tiempo, creo igualmente que es una opción absolutamente válida para cualquier persona que quiera ganarse la vida de forma online, que al final era el camino al que me gustaría reconducir este asunto. Pensar en generar fuentes de ingresos escalables siempre estará bien y es recomendable, pero vamos… ninguna vergüenza en vender mi tiempo.
Naval también comenta un asunto que se suele pasar por alto a la hora de emprender, y es el asunto de elegir una industria donde se pueda jugar a largo plazo con personas a largo plazo. Aquí creo que los tiros van por evitar los “pelotazos”, las fórmulas mágicas y cualquier tipo de promesa de gurú de facturar muchos ceros en muy poco tiempo.
Lo negocios son recetas que se cocinan mejor a fuego lento. Sí que se pueden ir “probando” a ver a qué saben durante la cocción con ciertas acciones, pero ya se sabe que las cosas de palacio van despacio.
Y ahora que habla de personas, algunos de sus tweets continúan por ese camino haciendo hincapié en el asunto de los socios.
Este tema daría para mucho, porque para empezar… ¿mejor solo o con socios? El dicho nos dice que “si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”, pero que quieres que te diga… para cada asunto de la vida hay un refrán que dice una cosa y otro que dice la contraria.
En el caso de ir con socios en nuestros proyectos Naval nos da algunos consejos para elegirlos, remarcando que, entre sus características, se encuentre la inteligencia, la energía y, sobre todo, la integridad.
Yo quizá añadiría el factor confianza, algo muy ligado al de la integridad. Y es que es imprescindible que puedas confiar ciegamente en tu socio y que sepas que es una persona que no te la “va a liar”. Y con “liar” no me refiero a que haga algo que no funcione o que cometa algún tipo de error. Eso nos va a ocurrir a todos.
Pero he visto ya demasiados casos donde un proyecto se va a pique porque alguno de los socios se comporta de forma “poco ética”, por decirlo de alguna forma.
También nos recomienda no asociarnos con cínicos y pesimistas ya que sus creencias tienden a cumplirse. Me parece muy importante esta reflexión porque yo mismo me he encontrado muchas veces en un estado mental pesimista y he visto los resultados de ese tipo de mentalidad.
El pesimismo, al final, es un estado de ánimo, y existen herramientas para revertirlo. Pero sobre todo te diría que, si te encuentras en ese tipo de estado, no lo esparzas, ya que el pesimismo es algo contagioso y que no aporta nada más que elementos negativos a cualquier proyecto.
Y como ves, nos estamos pasando de tiempo y aún quedan muchas perlas por comentar, por lo que voy a emplazarte al episodio de mañana para continuar dándole vueltas al tweet de nuestro querido gurú Naval.