El tema que te traigo hoy lo voy a tratar con mucho cuidado porque no me gustaría que se confundiesen mis palabras.
Sobre todo, no quiero que se cambien las definiciones, ya que seguramente piense que esto del prestigio tiene que ver con ser alguien famoso… y no tiene porqué.
El prestigio hace referencia a la reputación, y ésta puede darse en un nicho muy pequeño, por lo que tener prestigio no tiene porqué significar ser alguien admirado por las masas.
También te podrías preguntar por qué me ha dado ahora con el tema del prestigio, algo que no depende de nosotros y que puede traernos el peligro de inflarnos demasiado el ego.
Y sí, no depende de nosotros, aunque algo de influencia podemos ofrecer. Si hacemos buenos trabajos y somos atentos con nuestros clientes, queramos o no, nos estaremos labrando una buena reputación.
Igualmente, si somos un desastre y hacemos todo mal y sin preocuparnos por los resultados obtendremos una fama negativa.
Nos guste o no, a lo largo de nuestra vida como emprendedores nos iremos labrando una reputación.
¿Y qué motivos podríamos tener para empezar a preocuparnos un poquito más por tratar de labrarnos cierto prestigio en nuestro campo? No hace falta decirte que son muchos.
Para empezar, el prestigio genera confianza, y la confianza genera clientes y la posibilidad de subir los precios.
Además, el prestigio es una de esas palancas que nos van a servir para llegar a sitios más difíciles de alcanzar de una manera más sencilla y rápida.
Y como te decía antes, en el prestigio intervienen ciertos factores que podemos desarrollar y otros factores, como la opinión de los distintos entes del mercado, que están ajenos a nuestro control.
Hoy me gustaría hablarte sobre algunas herramientas y estrategias para intentar influir en tu prestigio actuando allí donde tengas cierto control, así que vamos con ellas:
Excelencia en tus trabajos: La forma más sencilla de empezar a ganarte cierto prestigio en tu nicho de mercado es que tus clientes se lleven más valor del que se imaginaban cuando te contrataron.
El poder del boca a boca es brutal y creo que con la llegada del marketing digital se le ha dejado un poco abandonado, pero créeme, su efectividad es enorme.
Y lo de dar un extra de valor a nuestros clientes es algo que se puede hacer prácticamente en cualquier campo. De hecho, es una técnica muy antigua que seguimos viendo en todo tipo de tiendas tradicionales. Recuerdo cuando he ido por primera vez a comercios como fruterías o similares cierto buen trato recibido, como regalarte alguna fruta de más o rebajarte el precio de tu compra.
Aunque tal y como veo el panorama actual, solo con que cumplas con lo que sea que hayas prometido ya te diferenciarás de gran parte del resto de profesionales.
Publicar un libro: Esta herramienta hoy en día tiene mucho poder aún, aunque creo que con el tiempo se irá masificando. De cualquier manera, escribir un libro está al alcance de cualquiera que se lo proponga. Con la llegada de Amazon nunca fue tan fácil publicar un manuscrito, eso sí, ahora te toca escribirlo.
Este tema me interesa especialmente ya que estoy trabajando en algo que está directamente relacionado y pronto podré poner a prueba el sistema de publicación de Amazon con un proyecto real.
La cuestión es que un libro es un potenciador de prestigio casi instantáneo y te abrirá muchas puertas, ya que todavía sigue siendo un elemento diferenciador.
Si te interesa, creo que en el futuro podría hablar sobre cómo crear un libro y publicarlo, ya que creo que debes utilizar esta herramienta sea cual sea tu caso.
Tener una web personal: Quizá es de los elementos de esta lista más fáciles de hacer y, en cambio, muchos profesionales no tienen una. Yo si tuviera que hacer un regalo ahora mismo a un recién nacido quizá lo que haría sería comprarle el dominio de su nombre y apellido durante muchos años, ya que el potencial de la marca personal es enorme y se debería cultivar a lo largo de toda nuestra vida.
Para mí es la evolución del curriculum y además es un centro de información donde aglutinar todo lo referente a nosotros.
Sigue dando un toque de prestigio en muchos aspectos, por ejemplo, cuando das a alguien tu dirección de correo electrónico no es lo mismo utilizar un dominio de Gmail que uno que incluya tu propio nombre. Gota a gota, todo suma.
Demostrar constancia: Puede que en lo que hagas no obtengas la relevancia que te gustaría, pero si hay algo que depende de ti es la constancia, y si la puedes mostrar en público, mejor que mejor. Simplemente el hecho de mostrar tus avances, crear contenido y compartirlo y demostrar que eres una persona que persevera te colocará por encima de tu competencia.
Y es que al final la mayoría de proyectos mueren apenas acaban de nacer, por lo que tienes una oportunidad de obtener prestigio simplemente siendo constante en aquello que hagas.
Al final, una persona constante demuestra fiabilidad, y esa es una característica que vale su peso en oro en el mundo de los negocios.
Entrevistas: Aquí incluyo tanto la vertiente en la que tu entrevistes a expertos en sus campos como la posibilidad de ser entrevistado.
Entrevistar a referentes puede parecer complicado, pero si realmente te pones en contacto con algunos y demuestras que detrás hay un proyecto real, puede que te sorprendas de los “síes” que coseches. A la gente le gusta ser entrevistada y hablar de sus cosas, así que puede ser interesante que incluyas esta estrategia para así tener cierta asociación con expertos en tu campo, ya que ganarás prestigio.
Ser entrevistado depende menos de ti, porque seguramente necesites cierto recorrido para que la gente acuda a ti con este tipo de propuestas, pero igualmente, puedes tomar un rol activo y proponerte en ciertos medios para hacer algún tipo de colaboración.
Muestra tu humanidad: Aquí me refiero a que no tengas miedo a mostrarte tal y como eres, con tus defectos incluidos.
Veo a mucha gente que literalmente se ha creado un alter ego y una personalidad de cara al público y que en persona son totalmente diferentes. A mí no me gusta esta estrategia y recomiendo que no finjas ser quien no eres.
Y si metes la pata, se dice, y no pasa nada. La obsesión por mostrar solo lo bueno da una imagen poco real y creo que termina aburriendo. La naturalidad vende, y es por eso que te recomiendo mostrar tu realidad, con su parte buena y su parte mala.