El tema que te traigo hoy es de vital importancia y espero que pueda al menos ayudar a alguna persona a aclararse en ciertos aspectos personales.
Uno de los grandes problemas cuando la gente quiere emprender es que no sabe en qué especializarse.
Hemos escuchado tantas veces acerca de la importancia de encontrar un nicho de mercado que nos volvemos un poco locos buscándolo. Pero nadie nos ha dicho cómo buscarlo. Y es que la respuesta no suele surgir de una forma tan simple como a través de una lectura o un libro, hay que hacer cierto trabajo personal.
Antes de nada, te recomendaría que escuchases el episodio en el que traté el tema de los monopolios personales, ya que guarda relación.
Y es que, como te decía, teorizar acerca de temas tan personales como este genera frustraciones y pocos resultados. De ahí que en la acción esté la clave para saber en qué emprender, en qué especializarte o saber simplemente lo que quieres en tu vida.
Leía el otro día en Twitter a un tal Michael Achcroft que reflexionaba precisamente sobre este asunto.
Él mismo había sufrido en sus carnes la búsqueda sin resultados de su monopolio personal, de su nicho de mercado o de como quieras llamarlo.
Se encontró también por Twitter con una frase muy interesante que le sirvió para esta reflexión y que comparto contigo: “Sé tan prolífico que ni tú mismo te reconozcas”.
A mi particularmente esta frase me encanta y merece ser recordada, y es que es increíble ver cómo la mayoría de personas se encuadran precisamente en el lado opuesto: Creamos demasiado poco y sobre demasiados pocos temas. Y esto, en mi opinión, es un error garrafal.
A mí mismo me pasa incluso con este podcast, con épocas donde quizá me estoy centrando en tocar temas que no me apetece tocar solo porque pueden gustar más o menos a mi público.
Por suerte, cada vez me doy más oportunidades para experimentar y tocar temas como este, relacionados con la mentalidad emprendedora, a forma de experimento para ver cómo me siento investigando y hablando sobre ello.
Pero volviendo al tema de la reflexión de Michael, consiguió crear una analogía que está muy bien planteada respecto al tema del monopolio personal de cada uno.
Michael pone sobre el escenario dos ideologías: La mentalidad del arquitecto vs la mentalidad del arqueólogo.
El arquitecto diseña la construcción antes de que se empiece a construir. Dicho diseño puede ir adaptándose e introducirse ciertas variaciones a lo largo del proceso, pero los pilares del edificio ya no se tocan.
En cambio, el arqueólogo descubre algo enterrado bajo tierra, comienza a hacerse preguntas acerca de qué podría haber ahí debajo y empieza el proceso de descubrirlo y traerlo a la luz.
A medida que va descubriendo lo que se esconde, va actualizando la idea que tenía.
Michael descubrió que estaba creando su propio proyecto de vida bajo la mirada de un arquitecto, tratando de diseñarlo todo en vez de descubrirlo.
Decidió darle un giro a la forma de encontrar su monopolio personal, y precisamente ahí está la clave, ya no se trata de encontrarlo, sino de descubrirlo.
¿Y cómo lo está haciendo? Pues sintiéndose libre para crear y experimentar en todo tipo de campos y formas.
La cuestión es que cuantas más cosas prueba, más descubre sobre sí mismo.
Además, también evita algo muy común cuando te centras demasiado en seguir un camino demasiado preestablecido, que no es otra cosa que forzarse tanto a uno mismo para acabar odiando lo que haces.
El experimento parece que le está sentando bien y ahora Michael está tocando muchos palos distintos para ir descubriendo cosas sobre él mismo que seguramente nunca descubriría si no se atreviese a hacer cosas fuera del molde.
Si lo piensas, al final podemos mezclar un poco tanto las ideas del monopolio personal original con el asunto de experimentar y probar para dar lugar al que sería mi modelo ideal de descubrir tu nicho.
Está bien poner sobre un papel los temas que te interesan y que se te dan bien, pero igualmente experimenta, tanto con esos temas como con otros que puede que no tengan relación, pero por algún motivo te apetezca hacer.
Incluso si estás en una situación en la que no tienes ni idea de por dónde empezar, sin intereses claros y no crees que se te de nada bien, ¡no importa! Haz cosas que te provoquen un mínimo de interés o selecciona algo de forma aleatoria, pero la clave está en hacer, experimentar y persistir.
Particularmente me gusta cada vez más seguir a gente muy prolífica que toca muchos temas distintos, aunque quizá sea porque me identifico con ellos. Un ejemplo sería Pau Ninja, cuyo podcast trata temas de inversión, historia, saludo y alguno que otro más… ¡y ya ves! Tiene un nicho de oyentes más que interesante.
Como conclusión y resumen de este episodio, simplemente recomendarte que hagas cosas variadas y vayas descubriendo que te gusta y que no te gusta, sin tener demasiado en cuenta, al menos al principio, los resultados externos. Esta fase es para ti, para descubrir quién eres y qué te apetece hacer. Merece la pena saltarse cualquier regla que te obligue a ser monotemático y a seguir ciertos patrones.