La época Covid ha dejado a muchos negocios en pañales, y es que ha sido uno de esos cisnes negros para los que nadie estábamos preparados.
Particularmente prefiero sacar la parte buena de cualquier situación, incluso de una que pudiera parecer tan mala como esta. Así que como para hundirnos la moral ya tenemos a todos los medios de comunicación, déjame poner algo de positivismo en la balanza, aunque sea para compensar.
Y es que las grandes crisis traen consigo las mayores oportunidades para aquellos más avispados.
Desde luego, si hay algo que nos está dejando claro el Covid es que el cambio es necesario y que avanza nos guste o no.
La cuestión es que cambiar es muy doloroso para la mayoría de personas, puesto que estamos demasiado “a gustito” haciendo siempre lo mismo, de la misma forma, sin meternos en demasiadas complicaciones.
Pero como te decía, los cambios son inevitables, así que es hora de abrir la mente y estar dispuesto a meter la patita en nuevos charcos para no quedarnos atrás.
Muchos negocios tradicionales han sucumbido a la crisis del Covid, entre otros motivos, por no saber reinventarse.
Ya sé que podríamos establecer muchas otras causas que, por desgracia, han dejado con las manos atadas a los propietarios de cierto tipo de negocios, pero igualmente, y volviendo al estoicismo, debemos preocuparnos por aquellas cosas que están bajo nuestro control. Y reinventar nuestros negocios cuando la soga aprieta es una de esas cosas.
Es por eso que hoy quiero compartir contigo algunos ejemplos que estoy viendo de negocios que tratan de reinventarse, para que así veas la importancia que tiene el hecho de actuar frente a la postura fácil de quejarse.
Es posible que a muchos de ellos no les haya funcionado del todo bien su estrategia, pero bravo por ellos por al menos intentarlo.
El primer caso de reinvención lo he visto en algunas cadenas de cines. Este sector, debido a las restricciones, es uno de los más afectados por la crisis del Covid, pero igualmente, hay formas de tratar de salvar los muebles y no entrar en quiebra.
Cinesa ha sabido moverse y está aprovechando para alquilar sus salas como espacios de ocio para grupos privados.
He visto que ofrecen la posibilidad de celebrar cumpleaños, incluyendo menús y por supuesto una película a elegir. Imagino que los aforos estarán bastante limitados, pero igualmente es una forma de aprovechar sus activos que de otra manera estarían parados.
También han visto un filón en el mundo del gaming y ofrecen sus salas por 250 € para que un grupo de jugadores (hasta 20 personas) puedan disfrutar de una experiencia de juego a lo grande.
Y siguiendo con el mundo gaming, vamos con otro ejemplo de reinvención, en este caso, los hoteles.
Es una pena que muchos propietarios no se “quieran bajar del burro” y ni si quiera se interesen en crear promociones. Desde luego, los hoteles han sufrido como nadie, y aquí si que habría mucho margen de maniobra en cuanto a reinvención, creando todo tipo de experiencias.
En China, por citar un ejemplo, muchos hoteles están aprovechando el auge del mundo del gaming creando habitaciones especiales para jugar.
Muchos ya vivimos la época de los cibercafés, y aunque ahora todo el mundo ya tiene internet, el hecho de jugar mano a mano con un grupo de amigos siempre suena bien. Además, estos hoteles suelen tener ordenadores de altas prestaciones y un buen surtido de consolas y juegos, por lo que añaden ese extra de poder disfrutar de una experiencia que difícilmente podrías repetir en tu propia casa.
Vamos ahora con la idea, en teoría, más absurda que te voy a contar hoy. Aunque aquí pocas cosas absurdas hay, ya que desde luego la idea parece funcionar. Y es que muchas aerolíneas están ofreciendo vuelos a ninguna parte, tal cual.
Es evidente que el palo que se está llevando este sector es terrible, pero aún con todo, hay formas de que las aerolíneas saquen provecho a sus aviones.
Y es que ya son varias las compañías aéreas que se han apuntado a la posibilidad de ofrecer billetes cuyo destino es el mismo aeropuerto del que despegaron para saciar el mono de los más viajeros.
Algunas compañías ofrecen fiestas privadas dentro de los aviones o incluso sobrevolar ciertas aéreas de interés. El caso es dar la posibilidad de experimentar a aquellos que lo deseen la posibilidad de viajar.
Y para ir cerrando este episodio de reinvenciones, vamos con un tema que ha llegado para quedarse y que la crisis del Covid solo ha hecho que acelerar.
Amazon es uno de los grandes ganadores de este periodo, ya que, además, muchos usuarios que hasta ahora eran reticentes a esto de comprar online… digamos que se han pasado al lado oscuro.
La cuestión es que los pequeños comercios están en pie de guerra contra Amazon, pero claro, ¿hasta qué punto podemos echar la culpa a Amazon de ser demasiado buenos?
Creo que es hora de dejar las quejas a un lado y empezar a actuar ofreciendo cosas que el gigante de Bezos no pueda ofrecer.
Del mismo modo, puede que muchos de estos comercios no tengan la posibilidad de ofrecer ningún aliciente extra. En este caso yo aplicaría el refrán de “si no puedes con tu enemigo, únete a él”. Vender en Amazon es una opción interesante, aunque también es cierto que no es oro todo lo que reluce.
Se que esto puede sonar duro, pero probablemente muchos comercios a pie de calle ya hayan dejado de tener sentido en la era de internet. Esto no tiene por qué ser malo, al final el mayor trauma que veo es el miedo de la gente a cambiar y a aprender cosas nuevas.
La reinvención va más allá de salvar una situación de crisis, es algo que tendremos que practicar a lo largo de nuestras vidas, así que, aún con todo el trauma que puede suponer el tener que cambiar nuestro negocio, es mejor quedarse con la parte positiva y ver lo que el nuevo comienzo nos podrá traer.