¿Todo vale en el mundo de las ventas? Pues es una pregunta que tendrá diferentes respuestas dependiendo a quien le preguntes, pero viendo las tendencias en el mundo online, veo cada vez menos ética y más falsas apariencias, o quizá solo sea una cuestión de percepción personal.
Quizá lo que más me mosquea es la cantidad de casos que veo en las que directamente toman por tontos a los potenciales clientes.
Quizá es que se dirijan ya de forma premeditada a gente “novata” en el mundo online, que, aunque pueda parecer lo contrario, lo cierto es que son mayoría.
Hay una gran parte de la población que aún se cree todo tipo de promesas como el que cree en los Reyes Magos, y entiendo que esas billeteras resulten jugosas para muchos negocios.
Hay muchos sesgos cognitivos en los que caemos sin darnos cuenta, y en parte pueden tener la culpa de picar en este tipo de situaciones.
Vemos como las demás personas se ven afectadas por los mensajes, la prensa, las modas… pero claro, nosotros tenemos la verdad absoluta, porque no nos vemos influenciados por nada y hemos sido capaces de crear un pensamiento propio, autentico… nosotros tenemos razón y podemos ver claramente como los demás se equivocan.
Esto que te acabo de contar es la descripción del punto ciego del sesgo, o lo que es lo mismo, el hecho de creer que somos mejores que los demás y que tenemos la capacidad de ver las cosas tal y como son.
Y te explico este sesgo porque, aunque no seas novato en el mundo de internet, también puedes caer en algún tipo de situación que tú, por la razón que seas, consideras como autentica.
Sobre sesgos cognitivos podríamos hablar un buen rato y me guardo el tema para un futuro episodio, ya que pueden ser clave en nuestro desarrollo de negocios.
Pero ahora volvamos al tema de tomar por tontos a los clientes, sea de forma inintencionada o no.
Te voy a contar mi listado personal para ser lo más honesto posible y poder presumir, como mínimo, de ser una persona íntegra en tus proyectos, cosa que no es moco de pavo. Vamos con ello:
Mostrarte tal y como eres: Dicen que la apariencia lo es todo. También dicen que no hay una segunda oportunidad para causar una buena impresión. El caso es que sí, las apariencias importan… pero creo que, afortunadamente, este tema está virando hacia un camino más real.
Hace unas semanas un amigo me decía que sería conveniente que cambiase la foto en la que aparezco en mi web para ofrecer más seriedad.
Por si no la has visto, en esa foto aparezco con una camiseta muy “casual” que, de hecho, sigo usando a día de hoy.
En un primer momento sí que le di una vuelta al tema, pero la verdad, ya no me lo planteo. Y es que así soy yo y no quiero pretender ser quien no soy. Y es que no me apetece dar una imagen que no es la mía, escribir de una forma que no comparto ni vender un formato de mi que sea eso, un formato prefabricado.
El mundo de internet ya está demasiado lleno de textos clónicos, gente con despachos de lujo y con Lambos amarillos.
Repito, esto que te estoy contando es mi simple opinión, no tienes porqué compartirla.
Yo no me siento cómodo actuando ni creando una realidad paralela alrededor mío o de mis proyectos, así que prefiero ser tal como soy y mostrarlo sin mayores miramientos.
Testimonios falsos: Sobre los testimonios creo que ya hablé en su día, pero ahora quiero hacer en aquellos que huelen raro. Y es que no paro de ver webs donde siempre aparecen los mismos gurús recomendándose el uno al otro y el otro al uno. Imagino que seguirán teniendo efecto si los siguen utilizando, pero yo cuando me encuentro con testimonios prefabricados hechos a medida… suelo dar carpetazo al proyecto.
Sobre inventarse perfiles para crear los testimonios desde cero… que te voy a contar, es el pan nuestro de cada día en las páginas de afiliados, pero volviendo a proyectos donde de alguna forma damos la cara… yo preferiría no poner ningún testimonio si no tengo que el pedir a algún gurú una ayudita.
Si tienes testimonios reales, aunque sea de un señor de Cuenca que está muy contento con el producto que le vendiste, ¡perfecto! Ese testimonio sí que vale su peso en oro.
Este tema todavía es algo pasable en emprendedores más novatos, ya que al fín y al cabo entiendo que muchos necesitan sacarse su sueldo cuando antes (aunque igualmente no lo recomiendo) pero es que hace unos días me encontré con un “gurú” de cierta relevancia que en un vídeo “coló” algunos testimonios más falsos que un duro de madera.
El juego de los descuentos absurdos: Seguramente te hayas topado más de una vez con algún infoproducto o curso cuyo precio original era de cientos o miles de euros pero que, casualmente, en ese momento tenía un descuento brutal limitado a unas pocas horas y además te incluían nosecuantos regalos valorados en otros tantos cientos de euros.
Este tema está ya demasiado quemado y tiene cada vez menos efecto, además de que creo que no acaba de dar demasiada buena imagen.
Ya sé que hay detrás muchos estudios psicológicos que refuerzan el uso de ciertas tácticas, como los precios acabados en 7 o ver un precio tachado y limitado en el tiempo, pero tengo la sensación de que cada vez funciona menos (seguramente por el sobreuso que se le ha dado).
Si me preguntas, yo ahora soy más “fan” de los precios redondos, sin demasiados “adornos” y sobre todo sin descuentos kilométricos.
De hecho, son cada vez más las empresas que se están borrando de fiestas como el Black Friday, y hay incluso quien se sale de la tangente y sube precisamente ese día sus precios.
No mentir: Además de un mandamiento cristiano, el tema de no mentir es algo que deberías grabarte a fuego como emprendedor como una de tus principales reglas.
Y aquí podríamos meter muchas clases de mentiras. Quizá la más importante es que no prometas aquello que no puedas cumplir, y apechuga si así lo has hecho. Sobre todo, si tienes pensado prometer resultados que no dependen directamente de ti… mejor olvídate.
Aquí me he encontrado ejemplos de primera mano en gente importante del mundo de los negocios que no me ha gustado nada, la verdad.
Que por intentar borrarme de una suscripción se amenace con una falsa subida de precios en el futuro (algo que nunca ocurrió) fue algo que me provocó un chasco en su día, y de este estilo hay todas las que quieras.
Como ves, estos son solo algunos ejemplos de técnicas que, a la larga, te van a hacer más mal que bien, por mucho que vendas.
Espero que entiendas que solo es una reflexión personal. Ahora te toca a ti reflexionar sobre cuáles son tus puntos críticos en relación con tus clientes que debes considerar como “sagrados”.