Hoy te voy a contar una pequeña historia que nos servirá para visualizar cómo caemos en ciertos errores, tanto en nuestra vida en general como en nuestros proyectos, al no tener en cuenta todos los datos que existen.
Pero, antes de nada, vamos a simplificar las cosas. ¿De qué va este “palabro” llamado sesgo estadístico?
Traduciéndolo al “cristiano”, vendría a ser un error en que podemos caer cuando al elegir muestras, se les da prioridad a unas frente a otras.
Y para que entiendas exactamente lo que es el sesgo de supervivencia, te voy a contar el ejemplo clásico con el que se suele explicar.
Sitúate en plena segunda guerra mundial. Las mentes más analíticas de Estados Unidos estaban realizando estudios sobre los daños sufridos por los aviones que regresaban de combate.
Imagina la estructura de un avión sobre un papel. Este grupo de “listillos” se dedicaban a marcar con puntos rojos los impactos de dichos aviones y su plan para mejorar su fiabilidad era reforzar precisamente los puntos que más impactos sufrían.
El caso es que llegó un “listillo” mayor llamado Abraham Wald y dijo que estaban interpretando el dibujo justo al revés.
Y es que el estudio de los “listillos” solo había tenido en cuenta aquellos aviones que habían sobrevivido y regresado de la batalla, pero había dejado fuera a todos aquellos que no habían regresado al caer en combate. Por tanto, los daños representados en las zonas de los aviones que regresaban eran daños que, por decirlo de alguna forma, podían “permitirse” los aviones para seguir volando y regresar a casa.
Con todo esto, la propuesta que puso Wald sobre la mesa fue la de reforzar justo las zonas no representadas por puntos de daño.
Y así es como nació el concepto de sesgo de supervivencia, un error debido a la consideración de únicamente elementos que han sobrevivido en el tiempo, obviando todos aquellos desaparecidos sea por la causa que sea.
Como te decía al principio, este concepto puede ser aplicado a cualquier ámbito de nuestras vidas, incluido el mundo del emprendimiento.
No nos paran de llegar mensajes en los que los emprendedores de éxito parece que nos ofrecen la fórmula del éxito.
Estamos hartos de escuchar historias de Startups que nacieron en un garaje y luego lo “petaron”. O ya en el mundo online, todo tipo de historias impresionantes sobre como personas, incluso sin apenas recursos y experiencia, crearon un ecommerce y se hicieron millonarios.
No digo que no debamos tener en cuenta toda esa experiencia, ni mucho menos. De hecho, yo soy el primero que las comparte mismamente en otros episodios.
Mi consejo es que tengas cuidado con los consejos, valga la redundancia. O mejor dicho, toma los consejos con pinzas.
Este tema me recuerda a lo que yo llamo la contradicción de los gurús. En muchas ocasiones nos encontraremos, incluso en un mismo sector, con dos o más expertos cuyos consejos se contradicen entre sí.
Quizá uno de estos gurús nos está diciendo que debemos perseverar en nuestros proyectos durante al menos dos años para comenzar a ver resultados en nuestros negocios, mientras que el otro nos puede decir que, si al primer mes no tienes x resultados, es mejor que lo cierres por completo.
Puede que ambos tengan razón, pero, ¿a quién hacemos caso?
Volviendo al tema del sesgo de supervivencia en los negocios, no debemos obviar que detrás de cada emprendedor de éxito hay cientos o miles de casos de fracaso. Y claro, estos emprendedores no publican libros ni se hacen virales.
Incluso detrás de los emprendedores de éxito se esconden muchos fracasos, otra cosa es que quieran hablar de ello.
En curioso, pero la mayoría de emprendedores sufrimos de este sesgo. Al final solo consumimos contenido de los que han triunfado y nos fiamos ciegamente de los consejos de los ganadores. De nuevo, repito, no quiero decir que sean malos consejos ni que no se deban tener en cuenta, pero, ¿no sería interesante conocer también los casos de aquellos que no regresaron a base?
Pues aquí, casi sin querer, creo que he abierto la puerta a un proyecto interesante: conocer casos de fracasos en el mundo del emprendimiento.
Tiene sus complicaciones, puesto que, por un lado, mucha gente se avergüenza de este tipo de situaciones. En algunas ocasiones he visto como emprendedores de éxito comentan muy de pasada algo sobre sus fracasos. Pero el problema es ese, no hacen demasiado hincapié en el tema, ya que al final, supongo que quieren transmitir por encima de todo su parte de éxito.
Pero conocer casos de gente que lo intentó y fracasó creo que es una parte demasiado importante para todo aquel interesado en crear un negocio.