Las plataformas donde podemos publicar contenido para nuestros proyectos son muchas, demasiadas incluso.
¿Hasta qué punto hay que publicar todo nuestro contenido en todas y cada una de ella? Esta es la eterna duda que muchos tratamos de resolver, y es que no hay una respuesta única ni verdadera.
Como en casi todas las cosas del mundillo del marketing, quizá lo más acertado sería decir “depende”.
Pero hay una cuestión a mayores que muchas veces se pasa por alto. Puede que ya tengas en mente en qué plataformas vas a publicar tu contenido, pero ¿has pensado en cómo lo vas a hacer?
La opción de estar en la mayoría de redes es bastante sencilla. Con un copia-pega bastaría, pero claro, esta no es la solución ideal.
Los públicos de cada plataforma son diferentes, y aún más importante, su forma de consumir contenido es única.
Un caso bastante típico y en el que nadie parece ponerse de acuerdo es el de publicar podcast en YouTube.
La audiencia se comporta de completamente distinta a la del mundo del podcasting y eso puede afectar al rendimiento de nuestro canal de YouTube.
Piensa que los oyentes de podcast somos, por así decirlo, más pacientes. Solemos escuchar los episodios completos mientras hacemos todo tipo de cosas, y es que esta es una de las ventajas del podcast. Los podemos escuchar en todo tipo de situaciones.
En YouTube, la cosa cambia. Tienes que tener cierta habilidad para enganchar al usuario en los primeros segundos o si no se marchará.
Y esto que puede parecer una tontería no lo es tanto. Uno de los factores a los que más importancia aplica YouTube es el tiempo de retención de la audiencia.
Si actualmente tienes un canal de YouTube y comienzas a subir tu podcast como contenido adicional, puede que un mal rendimiento de tus episodios afecte a tu canal por completo. Piensa que YouTube busca promocionar contenido que enganche y retenga al usuario el máximo tiempo posible. ¿Puede hacerlo tu podcast?
Normalmente, la mayoría de canales que publican su podcast en YouTube no reciben demasiadas visitas, al menos en comparación con el resto de vídeos del canal.
Y como te digo, esto no nos interesa si queremos que nuestros vídeos tengan mayores posibilidades de ser promocionados.
Otra cosa sería que nuestro canal de YouTube estuviera únicamente enfocado en el podcast. Ahí solo captaríamos a un tipo de público que sí está dispuesto a consumir ese tipo de material en YouTube.
Aunque como te digo, no hay ninguna regla escrita sobre lo que te estoy hablando. Hay casos en los que canales que venían haciendo vídeos se han animado a publicar su podcast en YouTube y les ha ido bien.
Lo curioso es que veo que cada vez más el público de YouTube está abierto a cierto tipo de podcast: El videopodcasting.
Al final, la imagen manda, por lo que yo consideraría la opción de grabarme en vídeo si pretendo lanzar mi podcast también en YouTube.
Estoy viendo como últimamente muchos youtubers están dando el salto a esta modalidad y los resultados están siendo sorprendentemente buenos. Especialmente teniendo en cuenta que muchos de estos episodios duran horas incluso, y es complicado retener audiencia en YouTube durante tanto tiempo.
Más allá del mundo del podcast y YouTube, una estrategia interesante para sacarle provecho al contenido es partir de un núcleo central e ir generando estrategias a partir de él.
Yo, por ejemplo, soy muy fan del contenido escrito. A partir de un post puedes crear muchos tipos de contenido y aprovechar el SEO para atraer público a tu web.
A partir de ahí, ir sacando todo tipo de piezas para otras plataformas es bastante sencillo, ya sea en audio para un podcast, en vídeo para YouTube, frases cortas para Twitter, una foto para Instagram…
El caso es ir adaptándolo para cada plataforma y no tirar del copia-pega famoso.
Una vez decidido el material a compartir, la pregunta sería si de verdad hace falta estar en todas las redes. Ante la duda, te diría que nada como probar a ver qué pasa. No tan solo en cuanto a resultados sino también refiriéndonos a cosas como lo cómodo que te sientes en esa red o el tiempo que te lleva crear dicho contenido. No es lo mismo un tweet que un vídeo, obviamente.