La necesidad de los curadores de contenido

Internet ha cambiado el mundo, de eso no hay duda. Podríamos hacer una larga lista de todo lo que nos ha traído, pero si hay algo que destaca sobre el resto, es la información.

Si eres un poco viejuno, seguro que en tu casa tenías (o tienes) una enciclopedia con varios tomos. Hace unos 20 años llegaron las enciclopedias digitales, que ya para entonces nos parecían algo increíble, pero es que con la llegada de internet cualquier percepción de cantidad de contenido medible voló por los aires.

Seguramente se haya creado más información en las últimas dos décadas que en los apenas dos milenios de la era moderna.

Pero no es oro todo lo que reluce, y tanta información en ocasiones es capaz de sepultar nuestras mentes.

Sea cual sea el tema sobre el que quieras buscar información, no dudes de que algo encontrarás.

Y si eres un poco “mente inquieta” y necesitas consumir más y más información, Houston, tenemos un problema.

Hay más información de la que somos capaces de consumir, y esto plantea muchas dudas: ¿Estaré escogiendo bien mis fuentes? ¿A qué tipo de información debo renunciar?

Y aquí Google no está para solucionarnos la papeleta, más bien lo contrario. La cantidad de información que nos ofrece con cada búsqueda es como para echarse a temblar.

Personalmente, me estoy encontrando ante este problema en muchos ámbitos de mi vida. Demasiados podcasts que escuchar, vídeos de YouTube que ver, cursos que hacer, libros que leer y webs que indagar.

Y aquí es donde emerge la figura del curador de contenidos, el nuevo salvador del siglo de la información.

Un curador de contenidos es alguien que idealmente, dentro de un mismo nicho (a poder ser) busca, filtra y comparte la información más interesante de ese sector.

Esto facilita las cosas a los ansiosos de la información como yo, ya que acudiendo a una única fuente pueden captar lo más importante, dejando el ruido de lado.

Porque ese es el problema, hay demasiado ruido, y ese ruido puede hacernos perder nuestro valioso tiempo, que siempre es escaso.

Te confieso que siempre he creído, al hacer mis análisis personales, que mi camino profesional debería ir por este camino, ya que me considero adicto a la información (¡al fin una adicción monetizable!)

Si me preguntas, creo que, viendo las tendencias de contenido en cualquier ámbito, la figura del curador de contenidos tendrá bastante relevancia.

Ahora bien, si te ha molado la idea, te dejo algunos motivos a mayores para que te animes a dar el salto:

Conviértete en una referencia en el sector: Nadie nace sabiendo, eso está claro, por lo que una buena forma de aprender dentro de cualquier ámbito es curando su contenido a la vez que aprendes. Con el tiempo (y con mucha paciencia) poco a poco empezarás a ser alguien dentro de ese sector.

Llega a ser un experto: No me voy a meter en la famosa teoría que habla sobre la necesidad de 10.000 horas de práctica para ser considerado experto en una materia. La cuestión no es llegar a la meta, sino recorrer el camino. Y si tu estás día tras día investigando contenido sobre un mercado en concreto, poco a poco, casi sin querer, te irás convirtiendo en experto, en alguien que sabe mucho o como quieras llamarlo.

El nicho importa: Una de las claves para avanzar más rápido y tener más oportunidades de monetizar mejor es ser muy concreto. No se trata de ser una copia barata de Google, sino de alguien muy enfocado en un área específica. Sé que ahora esto de la curación de contenidos puede parecer algo lejano, pero si empiezas ya mismo a predicar con el ejemplo dentro de un nicho de mercado, estarás plantando semillas del que probablemente sea un negocio lucrativo en el futuro.

Monetiza tu trabajo: Sí, por supuesto que se puede hacer dinero a través de la curación de contenido. Estás ahorrando mucho tiempo y compartiendo valor a través de tu trabajo, y eso, tiene un precio.

Algunas formas de monetizar la curación de contenido

Aquí podríamos hacer un brainstorming y obtener muchas alternativas. Estoy seguro de que es un campo aún bastante virgen y del que oiremos hablar mucho en los próximos años, así que de momento comparto contigo algunas formas de monetizar la curación de contenidos que he ido encontrando:

Newsletters de pago: Ya te hablé en algún episodio anterior sobre esta idea de negocio, que cada vez va cogiendo más fuerza. Es Estados Unidos ya es bastante común pagar por recibir newsletter con contenido curado de todo tipo. Me viene a la mente https://thebrowser.com/, una newsletter de pago en la que diariamente recibes las 5 mejores historias que han encontrado en el mundo de internet (se supone que son un equipo que leer cientos de artículos cada día).

Creación de libros: La curación de contenidos también se puede utilizar para crear libros, y de muchas formas, además. Puede ser a través de entrevistas entre los mayores expertos de un determinado campo, por ponerte un ejemplo. Aunque si te fijas, la mayoría de libros de no ficción (al menos los que estoy leyendo últimamente) son un compendio de contenidos basados en estudios y publicaciones de otros autores. Para que veas que no estamos diciendo nada nuevo al hablar de curación de contenido.

Creación de informes: Si eres capaz de sintetizar la información de un mercado y aglutinarla en un informe adecuado para el público al que te diriges, es fácil que monetices. Últimamente he visto moverse bastante por la red el caso de trends.vc, informes de pago para emprendedores acerca de mercados e ideas de negocio.

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