Negocios en los que no me meto por principios

Hoy te traigo un episodio un tanto diferente en el que me gustaría reflexionar sobre un tema del que no se habla demasiado, y no es otro que la ética dentro de los negocios.

Aquí podríamos enfocar el tema desde muchos puntos de vista: Técnicas de venta de dudosa moralidad, engañar al cliente cuando se tenga ocasión… es todo un mundo.

En el caso de hoy, me voy a centrar en modelos de negocio.

Antes que nada, tendríamos que plantearnos los motivos por los que emprendemos.

Hay muchos casos de emprendedores por necesidad. Seguramente, a lo largo de los próximos meses o incluso años, veamos muchos casos así. Gente que se ha quedado en paro que no les queda otra que intentar buscarse un sustento por su cuenta.

Quizá en estos casos, el tema económico sea el que mande. Para alguien que emprende por necesidad, obtener dinero le urge más que a nadie.

Y si, el dinero, en cualquier caso, será una de las metas más importantes en los proyectos, porque si no no serían negocios, sino ONG.

Todo este rollo que te estoy contando es para ponerte en situación acerca de hasta donde estamos dispuestos a llegar con tal de conseguir la pasta al final del arcoíris.

Y es que, concretamente ha habido dos modelos de negocio en los que me sentí tentado en su momento a entrar, pero acabé descartando porque consideraban que eran negocios-basura.

Con este término que me acabo de sacar de la manga me refiero a negocios que aportan en sentido negativo. Negocios que, de alguna forma, son dañinos.

Ojo, hoy te estoy hablando de percepciones personales en temas muy concretos. No te lo tomes a pecho ni al pie de la letra. Lee entre líneas y quédate con las claves.

El primer negocio que descarté fue el de los nichos, aunque debo matizar bastante.

El negocio de los nichos (y no los del cementerio) lleva dando de comer a mucha gente ya bastantes años. Bueno, a los más “pro” les ha dado mucho más que de comer.

Por si no sabes de que va, el negocio de los nichos se basa en la creación de webs sobre alguna temática en concreto para terminar monetizando las visitas mediante métodos como afiliación (sobre todo de Amazon), pago por anuncios y otras muchas técnicas.

El problema que veo con este negocio es que se está haciendo muy “a saco”. La gente crea contenido en estos nichos haciendo “copy-paste” y utilizando todas las técnicas posibles.

Y como se está haciendo con contenido que es muy malo, sin ningún tipo de interés por la persona que los crea, eso se nota.

La cuestión es que cada vez son más las webs nicho en las que acabo aterrizando sin querer cuando busco información sobre algún producto, servicio o incluso información. Y es que se nota por la calidad del contenido.

Y claro, yo me cabreo, porque si investigo algo y llego a estas webs, ya se cómo están hechas, y sé que la información que voy a sacar de ahí es bastante mala.

Por supuesto, quiero lanzar un “hurra” por los nichos hechos con cariño. En mi caso, si que podría meterme a crear webs de nicho, pero de productos o servicios que tuvieran un interés real para mí y en los que pudiera ofrecer buena información al lector.

El problema que veo es simplemente ese, el abuso de los nichos en automático, sin cariño, sin control, con contenido basura.

El segundo modelo de negocio que está llenando de basura internet me preocupa un poco más, porque soy un gran consumidor del mismo. Se trata de los libros.

Para ser rápido, te cuento de una tirada en qué consiste este modelo de negocio. Cualquier persona puede comprar ahora mismo en webs especializadas libros escritos que puedes vender por ti mismo.

La mayoría están en inglés, así que lo que está haciendo mucha gente es directamente traducirlos a todo tipo de idiomas y publicarlos en Amazon.

El problema es que estos libros son autentica basura. No hay por donde cogerlos, y están inundando el mercado.

Las barreras de entrada son bajísimas y cada vez más gente se está metiendo en este mercado, y creo que puede hacer mucho daño al sector como se inunde de toda esta porquería.

Por apenas unos dólares puedes comprar un pack de varias decenas de libros, cambiarles el título, el autor y ale, ¡listo para publicar en Amazon!

En mente tengo también escribir un libro, pero vamos… seré yo quien lo escriba, desde luego.

Lo preocupante del asunto es que cada vez veo más estas técnicas en otro tipo de negocios. Para mí, ese interés genuino en el proyecto en el que estoy es indispensable, tanto por mi propia motivación como por el hecho de dar un buen servicio a mis clientes, lectores o lo que sea.

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