Ya sea porque te gusta cambiar de lugar de trabajo, por vacaciones, por motivos profesionales o por la razón que sea, es posible que, aunque seas un emprendedor online, antes o después tengas que realizar algún viaje. Veamos algunos consejos sobre cómo afrontar este proceso.
Época de nómadas (digitales)
Vivimos quizá en la época de la historia donde más nos desplazamos por el mundo. En cuestión de horas podemos plantarnos en cualquier parte del globo, y vaya si lo estamos aprovechando.
Pero quienes mejor lo aprovechan son los llamados nómadas digitales, o lo que es lo mismo, personas que viven prácticamente desplazándose por cualquier país que se les antoje, aprovechando la situación de poder trabajar en remoto, simplemente con un ordenador. Ya sea trabajando por cuenta ajena o teniendo algún tipo de negocio propio, es una modalidad que no para de extenderse y que yo mismo he podido disfrutar y me planteo seguir aplicando cuando mi salud me lo permita.
Ahora bien, para sacarle el máximo partido a la situación del viaje constante y poder seguir realizando nuestro trabajo de forma productiva, conviene tener en cuenta ciertos aspectos y trucos que hoy me gustaría compartir contigo, vamos con ellos.
Viaje vacacional: Para empezar, me gustaría comenzar por la situación de que sea un viaje puramente vacacional. ¿De verdad es necesario seguir trabajando a un ritmo normal? Como emprendedor seguramente seas un workaholic, o lo que es lo mismo, un obsesionado del trabajo, así que imagino que te será difícil aceptar estar unos días completamente alejado de tus quehaceres.
En cualquier caso, siempre puedes reducir a unos mínimos tus horas de dedicación durante ese periodo de tiempo destinado, en teoría, al descanso y a la desconexión. Esto siempre dependerá del tipo de trabajo que necesites desarrollar, pero siempre hay algún truco para ayudar.
Adelantar trabajo suele ser lo más evidente. Supongamos que, entre tus tareas, tienes que crear varios artículos para un proyecto. Yo prefiero sacrificar tiempo de fines de semana anteriores a las fechas donde planeo desconectar para adelantar ese trabajo y así poder dedicar tiempo a una desconexión real, además de evitar la ansiedad de cumplir con ciertos trabajos en dicho periodo.
La otra opción sería la de subcontratar parte de tu trabajo. Para hacer esto, lo ideal es que lo hubieras puesto en práctica en otras ocasiones, porque no sería muy conveniente arriesgar a hacerlo por primera vez en tu periodo de vacaciones. De hecho, creo que es una buena practica tener en la recamara la bala de la subcontratación para momentos en los que, ya sea por enfermedad o por cualquier causa externa, no puedas hacer frente a tus tareas. Considera en probar a delegar tus tareas en algún freelance alguna vez para tenerlo siempre en tu agenda por si acaso.
Aprovechando el tiempo en el transporte: Hablemos ahora de los tiempos muertos que siempre se dan en los medios de transporte. Las horas que podemos pasar en ellos pueden hacerse interminables, y más si eres como yo y no puedes dormir en los viajes. Las más de 13 horas que sufrí en uno de mis últimos vuelos me hicieron recapacitar sobre cuál sería la mejor forma de sacarles partido.
Por mi experiencia creo que este tiempo, especialmente si va a ser muy extenso, lo deberíamos dedicar a varios tipos de tareas para no quemarnos.
Por un lado, es un buen momento para aprender. Ya sea mediante libros o podcast, creo que puede ser un buen momento para actualizar tu formación.
Pero la tarea que más me gusta realizar en los viajes es la de pensar. Es recomendable que vayas armado con una libreta y un boli para poder plasmar tus ideas, y sobre todo, tengas pensadas previamente las temáticas sobre las que vas a reflexionar. El hecho de estar en una situación de “aislamiento” hace que sea un momento perfecto para pensar sin ser molestado. Temas sobre creación de nuevas líneas de negocio o simplemente generar ideas para crear contenido son algunos de mis temas favoritos, pero aquí ya queda en tus manos la decisión que debes tomar.
Aunque te parezca curioso, algo que no me gusta hacer en los viajes es trabajar con el ordenador. Por algún motivo me resulta incómodo, me distrae y no acabo de ser productivo con él.
Tu base de operaciones: Hay que pensar cual va a ser tu lugar de trabajo dentro de tu destino. Aquí ya los gustos y las opciones varían demasiado como para abarcarlas todas, pero en mi caso las principales serían en el propio alojamiento, en un coworking o en cafeterías.
Para mí, lo que mejor suele funcionar, es la variedad. Esto te abre todo un abanico de posibilidades y hará que no te encalles demasiado al sentir que estás siempre en un mismo sitio. Ya que somos nómadas, ¡habrá que moverse!
Adaptación y creación de horario: Cada lugar tiene sus costumbres y sus horarios, por lo que es conveniente que los tengas en cuenta a la hora de fijar los tuyos. Por ejemplo, es España es común ir a comer tarde, sobre las 14 o las 15 horas, y ya no hablemos de la cena. Si intentas mantener este horario en otros países, además de que te va a ser complicado encontrar restaurantes abiertos para ti, tampoco podrás interactuar adecuadamente con la gente local, y luego veremos lo importante que es esto.
Más allá de los horarios locales, también te tocará crear tus horarios particulares. Cada día tengo más claro que unos horarios bien estructurados son claves para la productividad. Teniendo en cuenta esto, crea nuevos horarios en función del lugar en el que te encuentres. Por ejemplo, yo en Camboya iba a las 7 am al gimnasio, y eso es algo que me planteaba solo hacerlo allí debido a factores como mis horarios de trabajo, las distancias a recorrer y el calor sofocante que allí había.
Herramientas clave: Si te llevas tu trabajo contigo a todas partes será mejor que cuentes con herramientas adecuadas para ser funcional y productivo. Yo recomendaría aquí llevar contigo un portátil ligero pero potente. Aquí tampoco escatimaría demasiado en gastos ya que, al menos para mí, es la herramienta fundamental de trabajo. Llevar una segunda pantalla puede aumentar tu rendimiento. Una vez de acostumbras a trabajar con dos pantallas es complicado volver atrás, pero te recomiendo que lo pruebes si aún no lo has hecho.
Llevar tapones o auriculares con cancelación de ruido es otra buena idea, porque no hay nada peor que trabajar en espacios donde el ruido es una constante.
Aunque esto pueda parecer demasiado analógico, el papel y el boli es algo que siempre me acompañan y particularmente recomiendo. Me ayudan a separar ideas y a organizarme mejor.
Una buena powerbank es otro de esos objetos que hay que llevar si o si, porque no hay nada peor que quedarse sin batería. Aquí la lista podría ser infinita, así que paro ya para no extenderme demasiado. Si quieres que le dedique un episodio solo a este tema, puedes comentármelo y estaré encantado.
Networking: El networking es una herramienta clave a la hora de trabajar viajando y ni te imaginas la de puertas que puede abrirte. Para practicarlo hay muchas opciones, aunque las más simples serían:
- Coworking: Son un punto de reunión para nómadas digitales y freelance con proyectos interesantes. Visita obligatoria para conocer gente, generar contactos y crear sinergias.
- Charlas: En casi todas las ciudades se organizan charlas de todo tipo, ya sea mediante MeetUp, ayuntamientos, organizaciones locales. Estate atento a grupos de Facebook para no perderte ninguna.
- Fiesta: Esta opción es la que menos me gusta, al no ser yo demasiado fiestero, pero he de reconocer que sirve para conocer gente de todo tipo.