Fukubukuro, el negocio de las cajas sorpresa

Como humanos que somos, nos encantan las sorpresas. Una simple caja envuelta en papel de regalo se transforma en un elemento que nos genera una serie de emociones que bien conocemos. Este es uno de los motivos por el que los negocios de Discovery marketing se han vuelto tan populares en los últimos años. ¿Cómo podríamos darle otra vuelta de tuerca para aprovechar esta situación en nuestros negocios? Veamos lo que los japoneses nos tienen que enseñar a través del Fukubukuro.

Fukubukuro: una tradición japonesa

Como bien sabrás, las tradiciones japonesas poco se parecen a las que tenemos en occidente, y en cuanto a las que se refieren al comercio, tienen un sinfín de particularidades.

Durante la primera semana de enero, en muchas tiendas de Japón se pueden comprar las denominadas Fukubukuro o “Lucky bags”. Detrás de este nombre tan raro se encuentra una promoción muy atractiva. Y es que los comercios crean bolsas sorpresa (en teoría no puedes ver lo que esconden) con artículos de la propia tienda que venden a distintos precios, generalmente según el tamaño de cada bolsa. La cuestión es que no sabes lo que contendrá esta bolsa hasta que no la compres, y aquí es donde entra en juego la emoción por la sorpresa.

Yo lo comparo con una especia de juego de azar, ya que el que lo compra está deseando que le toque el “premio gordo”. Y precisamente, hablando de premios, el contenido de estas bolsas puede tener escondido objetos muy suculentos. Por ejemplo, las tiendas de Apple también siguen esta tradición, y son muchos los compradores que se acercan hasta sus tiendas en busca de un Fukubukuro que contenga un iPhone o algo de elevado precio.

La cuestión es que todo tipo de tiendas se apuntan a la moda de Fukubukuro, incluso las de productos de alimentación. He visto incluso casos de joyerías que ofrecían bolsas Fukubukuro a un precio de más de 100.000 € bajo la esperanza de encontrar joyas que valiesen millones de euros en el mercado.

Como habrás observado, esta tradición es una excelente oportunidad para que las tiendas se quiten de encima stock sobrante o productos de otras temporadas.

La precaución que se debería tomar con estas bolsas es la de no tratar de “engañar” al cliente. Si solo te dedicas a introducir “morralla” en las Fukubukuro, te comprarán una vez, pero la gente no olvidará lo que hiciste, así que despídete de que los clientes repitan experiencia en tu establecimiento. De hecho, habría que hacer consciente al cliente de que va a recibir más valor del que han pagado para incentivar las compras.

Aplicando el Fukubukuro

Si tienes ya un ecommerce o una tienda física, es un buen momento para importar la idea del Fukubukuro. Lo cierto es que es una idea realmente sencilla de implementar y se podría realizar de forma permanente (sin esperar a año nuevo) para atraer la atención de aquellos compradores más “juguetones”.

Incluso si no tienes un ecommerce se podría crear uno enfocado en el modelo de negocio de las bolsas sorpresa. Podríamos enfocarnos en un nicho de mercado, por ejemplo, el mundo friki, y vender bolsas con contenido relacionado con dicha temática sin que el consumidor tuviera la más remota idea de su contenido. Como ves, ya nos estaríamos metiendo de lleno en el mundo del Discovery marketing y las famosas boxes, en este caso, totalmente sorpresa.

Something Store, el modelo occidental de las Fukubukuru

En Estados Unidos ya existe (o más bien existía, porque la web ya no funciona) un modelo similar al que te acabo de proponer. En la web de Something Store cualquiera podía hacerse con una caja misteriosa por tan solo 10 dólares.

La cuestión es que en este caso ni siquiera seguían una temática determinada, ya que te podía tocar cualquier cosa. Eso sí, te garantizaban que el valor de los productos que te enviaban en la caja era superior a lo que habías pagado (o te abonaban la diferencia).

Si buscas en YouTube puedes encontrar aún muchos unboxings de cajas de esta tienda. Particularmente, yo no compraría en una tienda así, ya que no quiero acumular más “trastos”, pero desde luego es una idea que atrae a las masas, y Something Store funcionó durante años facturando cifras millonarias.

En cualquier caso, ahí queda la idea. Pues darle una vuelta a ver que se te ocurre, pero creo que hay potencial para crear algo interesante a partir de este modelo.

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