Trabaja menos, pero mejor

Cuantas veces habremos escuchado a nuestros padres que en la vida hay que trabajar duro para sacar las cosas adelante. Entonces, ¿trabajar duro te traerá el éxito? ¿Es la clave para que un negocio triunfe? Hablemos sobre las diferentes percepciones del trabajo y cómo hacerlo más eficiente.

Trabajar duro, una tradición

Ya sea de padres a hijos, de jefes a empleados, de generación en generación se nos ha ido transmitiendo la idea del trabajo duro como sinónimo del buen hacer. Hay que sufrir, sudar la gota gorda, decían.

Nos han ido vendiendo el sufrimiento como un paso clave que hay que seguir en nuestra vida, porque sí, porque es lo que se ha hecho siempre.

Lo cierto es que no conozco a nadie a quien le guste sufrir (aunque los habrá, seguro) y aún así parece que nadie ofrece una alternativa.

Por supuesto que en cualquier trabajo o proyecto que desarrolles habrá cosas que no te guste hacer. De eso precisamente hablaba en mi última newsletter (por cierto, si no estás apuntado, ya estás tardando), de esas tareas rutinarias que, aunque tengas un negocio que te apasione, tendrás que lidiar con ellas, a pesar de que las detestes.

Pero no estoy hablando de eso, sino del esfuerzo que en teoría debemos poner en todo lo que hacemos. ¿Se supone que si no es duro lo estamos haciendo mal? Los tiempos han cambiado, y con la era de la digitalización, se nos ha abierto un nuevo mundo de posibilidades.

Trabajar inteligentemente

Como te decía, la digitalización está creando cada día nuevas oportunidades para ayudarnos a trabajar con menos esfuerzo. Al final se trata de eso, de aprovecharnos de todas las herramientas de las que disponemos para hacer lo mismo o más con menos esfuerzo. Tampoco se trata de volvernos locos por ser ultraproductivos pero desde luego seguro que todos podemos realizar ciertas acciones para que nuestro trabajo se haga de una mejor manera, invirtiendo menos esfuerzo y ahorrando tiempo, nuestro recurso más valioso.

Repasemos algunos trucos o consejos para intentar adaptar nuestra forma de trabajar hacía una más inteligente.

Trucos para trabajar de forma inteligente

Automatiza: Cuidado con este primer truco porque la palabra automatización tiene varias caras. Últimamente veo que muchos gurús nos intentan vender la automatización como el hecho de que no tendrás que trabajar más y ya solo tendrás que preocuparte por elegir playa en Tailandia para hacerte fotos chulas.

Debemos implementar la automatización para ayudarnos a trabajar de forma inteligente, pero no significa que nos vaya a hacer todo nuestro trabajo. Ya se que es obvio, pero veo tantos anuncios de estos gurús que ya hasta dudo de lo que puede pensar la gente sobre que es automatizar. La automatización se puede aplicar a muchos de los procesos de nuestra empresa. ¿Tienes creada ya una secuencia de emails para cuando alguien te contacta? ¿Te has planteado ahorrar tiempo con una aplicación que guarda plantillas de posibles respuestas como Textexpander? ¿Sabes lo que es Zapier? El tema de las automatizaciones dentro de un negocio online daría para muchos episodios, así que, si te interesa que le dedique algún especial, coméntamelo y me pongo con ello.

Regla 80/20: Hacemos cantidad de tareas que no nos devuelven ningún resultado y son una total pérdida de tiempo. Seguramente conoces la regla 80/20, y lo cierto es que es aplicable a casi cualquier ámbito de nuestras vidas. Conviene dedicar un poco de tiempo a analizar en nuestros proyectos cuales son las tareas que de verdad son las responsables de nuestros resultados tanto para potenciarlas como para descartar aquellas que no nos están aportando nada.

Delega: Delegar cuesta pero merece la pena. Creemos que nadie más que nosotros sabrá hacer todas nuestras tareas, y aunque puede tener su parte de razón, no delegar cierto tipo de tareas es una autentico lastre. Si podemos enfocar nuestro tiempo y esfuerzo en las tareas que son vitales delegando el resto de forma efectiva, se nos abrirá un nuevo mundo. Normamente todos los emprendedores pasan por este proceso de una forma similar. Les cuesta horrores esa primera vez, pero una vez descubren el potencial de delegar, se preguntan porqué no lo habían hecho antes.

Crea sistemas: Muchas veces nos planteamos objetivos sin más, sin establecer un plan para tratar de alcanzarlos. La clave está en crear un sistema que nos lo de todo bien mascadito para no tener que arrastrarnos al intentar lograr cumplir los objetivos cuando veamos las orejas al lobo. Los sistemas vendrían a ser una especie de plan que nos facilitará mucho las cosas. Si no quieres ir como pollo sin cabeza deberías tener uno. De nuevo, este tema daría como para un episodio por si solo. Si quieres que me ponga con ello, házmelo saber.

Di no a la multitarea: Mucha gente cree que por estar pendiente de tropecientos temas al mismo tiempo está trabajando de forma más eficiente, pero la cosa no funciona así. Yo mismo me he visto tratando de lidiar con muchos asuntos diferentes en un mismo día y he acabado desesperado, porque el resultado final suele traer nulos avances, mucho esfuerzo, pérdida de tiempo y desesperación total. Es mejor intentar abarcar menos tareas pero dedicarles el tiempo suficiente a cada una como para ver avances y no caer en la desesperación por intentar llegar a todo.

Mide en que gastas tu tiempo: Seguro que si te pregunto cuanto tiempo inviertes en cada tarea que haces no sepas responderme. Y es totalmente normal, ya que hacemos muchas cosas distintas a lo largo del día y mucha gente no recuerda ya no solo el tiempo que invirtió, sino las tareas que realizó ayer mismo.

Afortunadamente ya es posible trackear todo lo que haces de forma bastante sencilla. Hay muchas aplicaciones para ello, pero yo te voy a recomendar una gratuita y que funciona realmente bien. Su nombre es Clockify y cuando te hagas a ella ya no podrás dejar de usarla. Es multiplataforma, por lo que la podrás usar en todos tus dispositivos. Puedes medir el tiempo que dedicas a cada proyecto, separarlo por clientes, trabajar en equipo… es realmente completa.

El único “problema” que tiene es que deberás ser tu quien introduzca a qué dedicas los tiempos. Por ello yo te recomendaría que combinases su uso con otra herramienta que trackea tus acciones de forma automática, como lo hace RescueTime. De esta forma tendrás controlado tanto el tiempo que inviertes de forma consciente como el que de forma inconsciente inviertes en otro tipo de tareas.

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