Si tienes un proyecto online, ya conocerás la importancia que tiene el hecho de crear contenido, tanto para obtener visitas a tu web como para convertirte en un referente dentro de tu sector. Pero más allá del hecho de crear contenido sin más nos encontramos el mundo de las comunidades online. Es un tema vital y creo que las empresas no están sacándole todo el beneficio que podrías. Veamos a fondo de que va esto de las comunidades online y sus distintas variantes.
Que es una comunidad online
Es complicado dar una definición que englobe todos los conceptos que abarca el término comunidad online, pero grosso modo podríamos decir que son puntos de encuentro para grupos de gente con un interés concreto. Si nos pusiéramos a contar en la de comunidades online en las que estamos involucrados seguramente nos sorprendería la cifra: Grupos de whatsapp, de Facebook, foros en los que participamos… suma y sigue.
La clave de las comunidades online es que existan conversaciones reales entre todas las partes implicadas. No podríamos considerar una comunidad a por ejemplo una plataforma de soporte a usuarios donde simplemente se atienden sus dudas como en un sistema de atención al cliente más. Tampoco sería una comunidad aquella red en la que solo una de las partes comparta su punto de vista sin dar opción a replica. Por ejemplo, la newsletter que te envío cada domingo y en la que si no estás apuntado, ya estás tardando en ir a alvaroflecha.com y apuntarte no podría considerarse como una comunidad online. Desde mi punto de vista, como creador de la newsletter, si tendría una comunidad, pero no sería una verdadera comunidad online en la que ambas partes interactuamos.
Por qué son importantes las comunidades online
Ahora que ya hemos definido el concepto de comunidad online, ¿por qué son tan importantes? A primera vista pueden pasar desapercibidas, pero pueden ser la clave del éxito de tu proyecto online. Una comunidad tiene que ver con las personas, con conectar con sus gustos, pasiones o preocupaciones, con sentir que hay alguien al otro lado. Las relaciones son clave en el desarrollo de los negocios, y conseguir crear una comunidad en torno a los nuestros puede suponer la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Las comunidades ayudan en la retención de los clientes al sentirse emocionalmente conectados con nosotros. También ayudan a convertir usuarios en clientes ya que suponen una prueba de valor. Son vitales para recibir feedback real y saber cuales son los siguientes pasos que deberíamos tomar en nuestros negocios. Si consigues crear una comunidad sana en tu negocio también te aportará credibilidad como profesional. Ojo, digo sana y no grande. Es preferible que hayas creado una comunidad de 100 personas en la que se respira buen rollo por todas partes que una que tenga miles de implicados, pero en la que lo normal sea llevar el insulto por bandera.
Tipos de comunidades online
Habría muchas formas de clasificar las comunidades online, pero para hacerlo simple vamos a dividirlas en dos:
Comunidades online públicas: Seguramente participes en muchas de ellas en tu día a día, ya que son las más conocidas y a algunas casi se podría decir que somos adictos. Aquí encontramos Facebook, Youtube, Linkedin, etc. Son cómodas de usar para el usuario ya que son comunidades con muchos tipos de uso, por lo que si creamos una comunidad en ellas no tendremos posibles problemas de barreras de entrada para el usuario.
Comunidades online de marca: Estas comunidades pueden ser públicas o privadas, pero se diferencian en que tienen algún tipo de propiedad asociada al creador de la comunidad. Para que te hagas una idea, aquí podríamos englobar desde un grupo de Slack o de Telegram hasta un foro privado dentro de una web.
Herramientas para crear comunidades online
Te he comentado algunas veces que me gustaría crear una comunidad online con todos vosotros. Estas son algunas de las opciones que he contemplado y comparto contigo para que tu también puedas tenerlas en cuenta si también quieres desarrollar una comunidad online:
Facebook: Los grupos de Facebook son todo un clásico para crear comunidades online. En unos pocos clicks puedes tener el tuyo montado, y además ofrece opciones para que sea tanto público como privado, así como asignar roles a distintos usuarios para encargarse de su gestión. Lo que no me gusta de esta opción es que será Facebook el dueño final del grupo, y no sería el primer caso en el que, de un día para otro, Facebook cierra un grupo por el motivo que sea y se pierden miles de contactos y mensajes.
Whatsapp: Todos utilizamos esta popular herramienta de mensajería y crear un grupo en ella para gestionar una comunidad es bastante sencillo. La parte negativa es que al tratarse de una aplicación de mensajería, no es del todo efectiva para gestionar conversaciones más complejas. Al final las conversaciones terminan siendo un hilo infinito en el que si no estás atento, te pierdes rápido.
Basecamp: Aunque esta herramienta está más enfocada en la gestión de proyectos, también podría utilizarse para crear una comunidad. Yo la utilizo y me gusta bastante. Puedes enviar mensajes privados, crear grupos de chat, compartir documentos… para cierto tipo de comunidades podría ser una herramienta más que suficiente. Tiene una versión gratuita limitada a 20 usuarios, pero si te ves con ganas puedes contratar la versión pro por 99 dólares al mes con usuarios ilimitados, 500 gb de almacenamiento y muchas más características. Échale un ojo que puede encajar en lo que buscas.
Slack: Otra herramienta a la que puede darse múltiples usos. Ya existen casos en la que se utiliza para gestionar una comunidad. Sería el caso de SinOficina, el coworking online sobre el que te he hablado en varias ocasiones. Tiene un gran pero, y es que en su versión gratuita existe una limitación de mensajes, y cuando se alcanza dicha cifra se comienzan a borrar mensajes antiguos, por lo que podemos perder comunicaciones de gran valor. Tiene también su versión de pago con mensajes ilimitados, pero en este caso hay que realizar un pago mensual por cada usuario, lo que la convierte en una herramienta no apta para todos los bolsillos.
Telegram: Si no conoces esta herramienta, podríamos decir que es la versión buena de Whatsapp. Es una aplicación de mensajeria que mejora en muchos puntos a su eterno rival, pero eso sí, es bastante menos conocida. Se utiliza mucho para gestionar comunidades, aunque como el resto de aplicaciones de mensajería, está bastante limitada en cuanto a su organización.
YouTube: Si en tu proyecto subes vídeos a YouTube, puedes aprovechar para crear una comunidad también en la propia plataforma. Como creador, puedes hacer preguntas a tu audiencia, encuestas y generar cierto tipo de contenido para crear un poco mas de engagement. Aún así, es una comunidad demasiado enfocada en las decisiones del creador, por lo que si quieres iniciar como usuario una conversación, solo podrás hacerlo en forma de comentario dentro de alguna publicación.
Comunidad en tu propia web: Para mi esta es la mejor opción. Tanto si usas WordPress como si no, las posibilidades son infinitas. Puedes crear foros y redes sociales que estarán bajo tu entero control, sin depender de terceros. Si, pueden resultar más complicados de crear y mantener, pero el control es lo que tiene. Si quieres que te hable más a fondo de estas opciones, coméntamelo y estaré encantado de hacerlo.