¡Muy buenos días! Otra vez viernes y otra vez que te suelto el rollo sobre mis proyectos emprendedores y cositas varias. Te dejo, como de costumbre, el contenido del programa a continuación.
Hoy comienzo el episodio comentándote que hay avances en el proyecto de EscuelaEmprende. Me he puesto a crear la parte técnica (aunque no el la web en vivo, sino en un entorno propio) y ya me he encontrado con las primeras dificultades. Tengo ya más o menos toda la tecnología que voy a utilizar en mente, pero he tenido problemas para que la web y los cursos se muestren como tengo en mente. No va a ser tan fácil como pensaba, pero por suerte he hablado con alguien que me va a echar un cable y espero solucionarlo.
La cuestión es que aquí está la gran diferencia, pues la parte técnica digamos que solo la tendré que realizar una vez pero la parte de contenido, en mi caso, los cursos, es la que tendré que trabajar día a día para siempre. Y claro, lo difícil es coger ese ritmo de creación. Creo que el plan que debería seguir ahora vendría a ser:
- Crear la parte técnica (que la web funcione)
- Crear un modelo de creación de cursos bien esquematizado
- Probarlo
- Cambiar lo que no funciona y volver a probar
Desde luego no voy a dar con el método a la primera, y lo más importante de este método es que sea productivo, ya que estoy notando que mi mayor debilidad ahora es la falta de tiempo, y eso es algo clave.
Cañones o mantequilla
No se si conoces la expresión “cañones o mantequilla”, muy famosa en el mundo empresarial, pero si no es así, hoy vas a aprender algo nuevo.
Esta expresión hace referencia al coste de oportunidad, que no es más que aquello a lo que debemos renunciar a la hora de decidir entre varias opciones. Por la época y el contexto en la que se acuñó, se ponía como ejemplo la decisión entre producir cañones o mantequilla. Imaginemos una economía que solo puede producir dos tipos de bienes: cañones y mantequilla.
Esa economía estaría siempre limitada a ciertos recursos y podría elegir entre producir solo uno de los bienes o una combinación de ambos. Estas diferentes combinaciones de ambos son las conocidas fronteras de posibilidad de producción.
Técnicamente, la frontera de posibilidades de producción muestras las cantidades máximas de bienes y servicios que una economía puede producir en un periodo determinado con unos recursos dados.
Y aquí es donde entra en juego mi recurso más precioso y escaso: el tiempo. Todos tenemos 24 horas al día, ni una más. En mi caso, voy bastante hasta el cuello de trabajo, y para poder producir los cursos de EscuelaEmprende tendré que renunciar si o si a otro tipo de actividades que ocupan mi tiempo, o al menos disminuirlas. Mis particulares “cañones o mantequilla” podrían ser “podcast o cursos”, pero lo cierto es que necesito ambas, así que tendré que meter otros bienes a la ecuación. ¿Sueño?¿Ocio? Si, son opciones, pero una de las claves sería ser más productivo con los recursos actuales (mis 24 horas), y ahí es donde no acabo de encontrar la fórmula mágica.
Hay otros límites más allá incluso del tiempo, y son los mentales. Por ejemplo, ya sabes que me levanto a las 5.00 am para ponerme desde bien temprano a ser productivo, pero hay que recordar que no somos máquinas, y que nuestra producción de cañones o mantequilla no va a continuar simplemente alimentando la fábrica de nuestro mayor recurso, el tiempo.
Al final, mi día a día se traduce en demasiadas horas frente a la pantalla tratando de hacer cosas y ser productivo, y eso pasa factura, tanto a la hora de rendir como a la propia fuerza de voluntad.
Por muchos proyectos que quiera comenzar, incluso aunque logre “sacar” horas para llevarlos a cabo, hay un límite del que no se suele hablar pero está ahí y es clave, y no es otro que el límite mental del trabajo. Por mucho que te guste un proyecto, al final, si te pasas literalmente el resto del día de proyecto en proyecto… tu mente dirá basta, aunque tu no quieras. La productividad se va a pique, las ganas desaparecen…
Y con este rollo que te acabo de soltar no sé muy bien si te estaba explicando algo a ti o a mi mismo, pero bueno, ahí queda esta reflexión para que la tengas en cuenta a la hora de embarcarte en nuevos proyectos.
Cambiando de tema, te voy a dar datos sobre el podcast. Esta semana parece que iVoox ha vuelto a funcionar con normalidad y ya sois 725 inscritos. Y hablando de podcast y dando el salto ahora al vídeo, ayer vi una masterclass de una persona que se dedica a consultoría de asuntos relacionados con YouTube y fue increíble. Me ha abierto aún más los ojos para que me lance en la plataforma cuanto antes, aunque nos encontramos de nuevo con el problema de los cañones y mantequilla…Igualmente tengo que crear algo ahí si o si.
De algunos datos de los que hablo y que comparto contigo, me quedo con la importancia de la miniatura del vídeo, la duración ideal y la constancia.
Por lo visto, la miniatura (la imagen que aparece en la portada del vídeo) se podría decir que es la clave en el 90% de los casos entre hacer click o no hacerlo. Trabajar una miniatura donde se entienda de un flash lo que se va a ver en el vídeo, que tire un poco del clickbait (del bueno, ¿eh?) y que se pueda ver en formato móvil, son algunas de las cosas más importantes.
Respecto a la duración del vídeo, menos suele ser mejor, y unos 5 minutos podría ser una cifra perfecta (claro que dependerá del vídeo).
La constancia también es clave, ya que puedes tardar más de un año en empezar a despegar en cifras.
Otra consejo muy importante, quizá más que todo lo anterior, es el de no utilizar YouTube para ganar dinero a través de anuncios. Eso es prácticamente una misión imposible a día de hoy. Para el mundo de los negocios, es la plataforma ideal para crear comunidad, dar a conocer tus productos o servicios, etc.
Espero que tomes nota y si estás pensando en crear un canal de YouTube, ya sabes, el mejor momento es ahora, así que te animo a ponerte con ello.
Y para terminar, me gustaría soltar una pregunta al aire, a ver qué te parece. Ya se que es meterme en otro proyecto y que mis cañones y mantequilla me reclaman… pero este es más pequeño y, sobre todo, sostenible, ya que no requeriría seguir creando contenido. He pensado que estaría bien crear un foro para ti y para mi, para todos aquellos interesados en el mundo del emprendimiento. Totalmente abierto y gratuito, por supuesto. ¿Cómo lo ves?¿Te gustaría? Podría salir muchas sinergias, crearse negocios, encontrar socios, ideas… no sé, es algo que me apetece. ¿Participarías en un foro así? Cualquier feedback que puedas darme, será bienvenido.