¡Muy buenos días! Volvemos como cada viernes con la sección “Negocios en directo”, donde ya sabes, te cuento mis proyectos, cifras y algún que otro truco o consejo. Ahí va el contenido del episodio de hoy.
Esta semana he puesto al fin en práctica mi nueva rutina de levantarme a las 5 de la mañana. El sábado anterior comencé a crear este nuevo hábito (que mejor día que un sábado a las 5:00 am para iniciar un reto, ¿verdad?), y lo cierto es que tengo que decirte que… ¡estoy encantado!
Aún voy a tardar en conseguir que sea un hábito como tal y comience a salir de forma automática. Recuerda que hablamos hace una semana sobre si los hábitos tardaban 21 días o 66 en poder crearse, y que habíamos llegado a la conclusión de que dependerá de cada persona, pero que desde luego hay que darles margen para poder crearse y que se mantengan en el tiempo al automatizarse.
Yo aún estoy en una fase temprana de automatización. La clave son los primeros 10 minutos. Si te quedas en la cama mirando el móvil o simplemente intentando desperezarte entre las sábanas, estás perdido.
Yo utilizo como despertados mi Xiaomi Mi band 3, una pulsera inteligente que a través de vibraciones consigue que el despertar no sea algo tan traumatico como el clásico zumbido de los despertadores.
Tras un lavado de cara con agua fría, me he puesto a hacer un poco de ejercicio “light”, con algunas flexiones, sentadillas y, sobre todo estiramientos, que me han servido para activarme. Merece la pena dedicarle este tiempo al movimiento ya que si me siento delante del ordenador simplemente recién levantado, mi productividad se iría a pique.
Pues bien, esta semana de levantarme a las 5 ha sido muy buena y productiva. Me he sentido con mucha energía el resto del día y desde luego ya no me planteo volver a otros horarios.
Eso si, todo no ha sido perfecto, aunque más bien por culpa mía. Levantarse a las 5 am implica acostarse pronto, y si antes de acostarse has estado con el móvil o el ordenador, al menos en mi experiencia, dificulta mucho el coger el sueño. Ha habido un par de días en los que he dormido muy poco, y puede ser que se mezclaran los nervios por conseguir dormirme pronto para poder dormir mi mínimo de horas y el hecho de haber estado con el teléfono poco antes de meterme en la cama.
Te iré comentando como avanzo con la creación de este hábito en próximos episodios, pero de momento estoy encantado.
Y hablando de hábitos y relacionándolo con el podcast tengo varias dudas. Como sabrás, te hablé sobre la posibilidad de lanzar un podcast enfocando su temática en el tema de los hábitos y la productividad, temas que me encantan y en los que intento aprender día a día. De hecho, creo que a ti también te gustan, porque al analizar los episodios que más escuchas tienen en este podcast, la mayoría se relacionan con esas temáticas.
De ahí mis dudas. Surgen muchos caminos por los que podría seguir:
- Cambiar la temática de “Desarrollo de negocios” y centrarme en las nuevas temáticas: Lo que no me gusta de esta opción es que digamos… soy una persona que me gusta tener las cosas con cierto orden, y si algo va a cambiar, no debería seguir llamándose igual.
- Creación del nuevo podcast y seguir con Desarrollo de negocios como hasta ahora: ¿Podré con dos podcast a la vez?
- Creación del nuevo podcast y bajar el ritmo de publicación en Desarrollo de negocios.
Y fíjate que de este problema me surge un nuevo tema de conversación que creo que tiene miga. ¿Cuántos proyectos se pueden iniciar a la vez? Hasta ahora, casi todo el mundo coincide en que la mejor opción es centrarse en uno y aplicar todo tu tiempo y energía en él.
Ahora voy a cambiar la pregunta: ¿Por qué iniciar varios proyectos a la vez? Aquí creo que la respuesta puede ser muy diferente en función del objetivo buscado, y se me ocurren algunos como:
- Proyectos para monetizar: Aquí estoy bastante de acuerdo en que si desde el primer momento tienes claro de que un determinado proyecto en el que comienzas pretendes hacer de él una forma de obtener de ingresos, lo mejor es que te centres en uno en concreto y no disperses tus fuerzas con varias cosas al mismo tiempo.
- Proyectos para “probarse” a uno mismo: Cuando no sabes si un proyecto te va a gustar, como te vas a sentir en su día a día, como es crear contenido, aprender sobre el mismo, etc. aquí no veo tanto problema en que pruebes con un par de proyectos a la vez para que veas en tus propias carnes como te sientes con cada uno. Eso si, antes o después tendrás que acabar dando el salto y focalizarte en uno, y tampoco podrás crear 20 proyectos al mismo tiempo, porque ni siquiera te serviría como prueba. Se trata de encontrar un equilibrio, probar y luego decidir.
- Proyectos por puro hobby: Si simplemente lo haces para pasar el rato sin mayores pretensiones, si que se pueden iniciar varios proyectos a la vez sin ningún remordimiento ni ansiedad. Al fin y al cabo, es puro hobby, tampoco tienes que comprometerte de forma seria con el.
En mi caso “Desarrollo de negocios” ha supuesto una plataforma a caballo entre hobby, probarme a mi mismo y monetización, así que menudo lío.
También va a depender de como seré capaz de organizar mi tiempo, ya que últimamente el tema del foco es mi mayor problema. Por ejemplo, con esto de levantarme a las 5 am me he vuelto menos procrastinador y tengo ganas de aprovechar más el tiempo, así que me he obsesionado ahora con el tema de mi formación. Estoy haciendo cursos de varias temáticas al mismo tiempo y no está funcionando bien. Quiero hacer mucho, de cosas muy diferentes y todo ello al mismo tiempo, y claro, al final es un caos. Me voy a tener que aplicar el “cuento” que te contaba antes de los proyectos aplicándolo al aprendizaje, así que me pondré como reto seguir solo dos cursos al mismo tiempo. Igual la mejor opción sería uno, pero vamos a probar con dos y luego veremos.
Y como ves, esto de hacer muchas cosas al mismo tiempo es algo que me sale solo, pues en este episodio quería centrarme en un tema solo y me he acabado yendo por las ramas.
Pero igualmente no me quiero despedir sin darte un par de herramientas a las que puedas sacar provecho.
La primera es bastante conocida pero yo he comenzado a usarla recientemente y me gusta bastante. Se trata de Asana, una aplicación web y móvil que, aunque está pensaba para equipos, se puede usar perfectamente de forma individual. En esta aplicación puedes organizarte tu vida, básicamente. Crear proyectos, tareas, fechas límite, calendarios, adjuntar documentos… para organizar tus asuntos laborales está genial.
La segunda herramienta va de logos. Streamlineicons.com ofrece una variedad de iconos de todo tipo que puedes customizar y descargar de forma gratuita. Si tienes una web o simplemente buscas recursos para cualquier diseño gráfico, tienes que visitar esta página sin excusas.