Las cafeterías y bares son quizá el tipo de negocio más extendido en España. No hay un pueblo que se libre de contar con alguno de estos locales, y por supuesto, tienen muchos problemas por solucionar. Uno de los más comunes es el que hace referencia al consumo de sus clientes. ¿Cada cuanto tiempo se supone que tienen que consumir para justificar su estancia en el local? Veamos una nueva idea que puede cambiar por completo el panorama: La cafeterías que cobran por tiempo.
Seguramente alguna vez te lo hayas preguntado. ¿Cómo se supone que ganan dinero las cafeterías cuando hay muchos clientes que se pasan horas ocupando un lugar habiendo tomado un simple café? En ocasiones, los propios camareros te preguntarán si quieres algo más, recogeran tu mesa dando a entender que el servicio se ha terminado, pero aún así sigue siendo un gran problema, ya que no hay nada más haya que la propia ética de los clientes para no abusar de su estancia.
De nuevo nos encontramos ante un punto de dolor, esta vez bastante acusado, que puede ser solucionado mediante ideas innovadoras. La idea que te planteo hoy ya se aplica en algunos locales de varias partes del mundo. Se trata de darle la vuelta al negocio y cobrar no por los productos que consuman los clientes, sino por el tiempo que consuman.
Cafeterías que cobran por tiempo
En efecto, si te lo planteas, realmente lo que los bares y cafeterías venden es un espacio donde charlar, pensar, trabajar, etc. por lo que pensar en cobrar por el tiempo que ocupas no parece tan descabellado como uno se podría imaginar al encontrarse con la idea en la frente.
El modelo de las cafeterías que cobran por tiempo puede ser aplicado de diferentes formas, y a continuación te muestro algunos ejemplos de lo que pueden ofrecer así como sus características:
Se paga por el tiempo de estancia: Con el modelo de cafeterías que cobran por tiempo queda claro el valor por el que se cobra: el tiempo. Para medir el tiempo de estancia de cada usuario se pueden utilizar diferentes recursos. Hay cafeterías que cobran por tiempo que ofrecen un reloj que colocarás en tu mesa midiendo así el tiempo de estancia. Se podría hacer de muchas maneras: Con una aplicación móvil, dando un ticket de entrada que refleje la hora de entrada (estilo parking), fichando con una tarjeta de socio, ¡las posibilidades son infinitas! Puedes inventarte alguna forma creativa para que sea parte del juego y hacerlo así menos doloroso a la hora de pagar.
Tipos de tarifas según la hora: No todas las horas tienen porqué valer lo mismo y se puede jugar mucho en este apartado. En muchas cafeterías que cobran por tiempo lo normal es que establezcan un precio más elevado para la primera hora de estancia. Esto puede ser para evitar que la gente “se aproveche” del modelo de negocio consumiendo demasiado en un corto periodo de tiempo. También se pueden establecer precios más bajos para aquellas horas o días en los que el flujo de gente es más bajo, aprovechando para atraer gente al local y evitar el temido efecto de bar vacío.
Consumo ilimitado: Ofrecer algo de forma ilimitada siempre tiene sus riesgos, más aún en el país de la picaresca. La mayoría de cafeterías que cobran por tiempo lo que hacen es ofrecer una carta de productos y bebidas bastante limitada. Nada de servir alcohol y en vez de comida optan por ofrecer algunos snacks, frutas y frutos secos.
Ofrece todo tipo de recursos: Ya que estamos cobrando por el tiempo de estancia a nuestros clientes, lo correcto sería que ese tiempo sea de gran calidad. Aquí estaría bien segmentar y enfocar nuestro bar a un tipo de perfil de persona único para ofrecerle así el mayor valor posible. Por ejemplo, si es una cafetería enfocada en la diversión, ofrecer todo tipo de juegos de mesa, realizar incluso partidas en común, uso de videoconsolas… vamos, todo lo necesario para asegurar el disfrute de nuestros usuarios.
Cambio de perspectiva: Más tiempo es mejor: Es curioso como cambian las tornas con este nuevo modelo de negocio. Lo que antes era una de las grandes preocupaciones de todo propietario de cafeteria (la estancia prolongada de clientes que no consumen) ahora es precisamente lo que buscan. Cuanto más tiempo pase el usuario en nuestras instalaciones, mayor será la factura a cobrar, por lo que de las antiguas tácticas de sacar de la cafetería al cliente que abusa del tiempo se ha pasado a lo contrario: Agasajar al cliente para que permanezca el mayor tiempo posible.
Algunos casos reales
Ahora que hemos visto un poco en qué consiste este modelo de negocio, pasemos a ver algunas cafeterías que ya están funcionando bajo este curioso modelo de negocio.
Chez Vous: Situado en la Ciudad de México, Chez Vous ofrece un lugar de entretenimiento variado con la posibilidad de tomar cafés y snacks de forma ilimitada, mientras juegas a sus múltiples juegos de mesa, videojuegos o simplemente decides ir a trabajar con tu ordenador. También cuenta con microondas para que puedas llevarte tu propia comida, así como una impresora de libre uso.
Para que te hagas una idea de los precios, el coste de la primera hora es de unos 3.5 €, pasando después a cobrarse por cada minuto extra. Al entrar en el establecimiento se te proporcionará una tarjeta donde quedará reflejada tu hora de entrada para calcular así el coste total a la salida.
También ofrecen un interesante modelo de pago por día o incluso de pago por mes, resultado la opción más provechosa al solo costar unos 160 €. Realmente económico si tienes intención de acudir cada día y sacarle todo el provecho.
Bekech: Nos vamos ahora a Europa, concretamente a Berlín, donde está situada la cafetería Bekech, donde podremos disfrutar de nuestra estancia desde tan solo 5 céntimos el minuto.
Podremos tomar una gran variedad de cafés y tes, así como comida vegana y vegetariana. Tiene todos los elementos que podrías encontrar en cualquier coworking y está orientado a este nicho de mercado. Tiene también una interesante cuota mensual mediante la cual podrás acceder todo un mes sin límites de tiempo por tan solo 220 €.
Tactic: En España también hemos contado con este tipo de cafeteria, y digo “hemos” porque no estoy seguro de que siga abierto (si no soy capaz de dar con ellos en Google, mal asunto).
Situado en Barcelona, este espacio ofrecia sus instalaciones por tan solo 6 centimos el minuto, y al permanecer más de 3 horas seguidas ya no se cobran más minutos, pudiendo permanecer el resto del día. Ofrecían servicios similares a los anteriormente expuestos en los otros casos.
Y hasta aquí esta interesante idea de cafeterias que cobran por tiempo. Resulta curioso como un modelo tan clásico y establecido puede dar un cambio tan grande dando un giro al enfoque tradicional de cobrar por el consumo de productos. Y ahora dime tu, ¿cómo ves este modelo de negocio?