Aprendiendo a emprender por las malas

El mundo del emprendimiento no es tan bonito ni fácil como pudiera parecer. Yo mismo te traigo muchos casos de éxito al programa, pero es importante que sepas que detrás de cada gran éxito se esconden muchos fracasos. Estos fracasos son totalmente normales y de hecho forman parte del proceso hacia el éxito. Veamos algunos de estos aprendizajes que a pesar provocarnos dolor, puede que sean necesarios en nuestro desarrollo como emprendedores.

El otro día leía un articulo que hablabla sobre alguna lecciones a aprender por las malas en el camino de todo emprendedor. El artículo intentaba advertir del dolor de estos aprendizajes y mediante su vislumbramiento, nos invitaba a poder salvarlos sin pasar por ellos.

No creo que tenga nada de malo el vivir esos aprendizajes en nuestras propias carnes, por muy dolorosos que sean. De hecho, el vivirlos puede suponen la diferencía fundamental a la hora de interiorizar ese aprendizaje de forma mucho más consistente que simplemente leyendo sobre ellos.

A continuación vamos a comentarlos pero no para que intentes evitarlos, sino para que observes cuales son e intentes aprovechar el aprendizaje al máximo cuando te tengas que enfrentar con ellos.

Acertar a la primera

Todos pensamos que nuestra idea es la idea del millón, nuestro mayor tesoro y que va a triunfar sin dudarlo. De hecho, tenemos hasta miedo a que nos roben nuestra idea, quien sabe, alguien podría adelantarnos y hacerse millonario.

El enamoramiento con nuestras ideas es algo muy típico, pero la realidad nos muestra que tendremos que pasar por varias ideas antes de dar con una a la que poder sacar provecho de verdad.

Es muy típico el caso del emprendedor que lanza su proyecto con gran ilusión, pensando que lo va a petar y realmente lo que recibe de la audiencia es el más absoluto silencio. Nadie al otro lado que nos diga si les gusta o si no les gusta, nadie que nos de feedback e incluso nadie que nos insulte.

Es normal que suceda así que no te decepciones cuando ocurra. Acertar en el primer intento es algo extraño así que no te vengas abajo. Recoge los aprendizajes de ese primer intento y aprende de ellos para el siguiente.

Eso si, ya sabes que siempre debería empezar en modo Lean, o lo que es lo mismo, invirtiendo los mínimos recursos para hacer un producto mínimo viable que no te suponga un gran problema si no termina despegando.
Contratación de personal y sus dificultades:

Contratación de personal y sus dificultades:

Cuando contratas a tu primer empleado se suelen dar dos situaciones. Por un lado quizá intentes buscar la opción más rápida y económica a la hora de encontrar personal, o también puede que te pases media vida buscando al empleado perfecto para tu empresa.

Ambos planteamientos presentan problemas, por lo que intenta buscar el término medio. Si optas por la opción rápida y barata lo más normal es que el empleado que elijas no sea una buena opción para tu negocio, pero ya se sabe, obtienes aquello por lo que pagas, así que tampoco te sorprendas.

Si no haces más que filtrar el mercado laboral el busqueda del empleado perfecto, lo único que conseguiras es derrochar tu valiosos tiempo. Ese empleado que buscas no éxiste, por lo que podrás estar el resto de tus días es su busqueda sin vistas a solucionar tu problema.

Lo mejor que puedes hacer es buscar una opción que se adapte a tu presupuesto, limitar el tiempo para encontrarlo y no buscar la perfección, ya que no existe. Aún con todo, nada te asegura que ese empleado se adaptará a tu negocio de forma adecuada, por lo que aprendete la lección para la búsqueda del siguiente.

Cuida tu mente

Cuando montes tu primer proyecto vas a pasar por la famosa montaña rusa del emprendedor, es inevitable. Esta montaña rusa hace referencia a la diferencia entre esos momentos en los que te sentirás invencible y en la cumbre de la montaña y los momentos donde creerás estar en el fondo del pozo y sintiendote como un fracasado.

Como emprendedor deber aprender a lidiar con estas situaciones que al fin y al cabo se juegan en tu mente.

Sobre todo no debes permitir que el emprendimiento te robe tu salud, tanto física como mental. De hecho necesitas estar fuerte en ambos terrenos si quieres tener éxito en los negocios.

Si un proyecto está acabando contigo, o bien tómatelo de otra manera o sino dejalo aparcado. Recuerda que sin salud no hay nada en esta vida.

Un camino más largo de lo que crees: Ser emprendedor y ser paciente deben ir de la mano siempre.

Cuando comienzas tu camino en un proyecto te lo imaginas como algo que va muy rápido y que cada día es super emocionante y te van a suceder todo tipo de aventuras. La realidad es bastante más distinta y ya sabes lo que dicen, las cosas de palacio van despacio.

No pretendas correr más que tu negocio porque las cosas no funcionan así. Los negocios tienen sus tiempos y hay que respetarlos.

Tendrás dias donde todo sea una locura pero la gran mayoria serán días más bien estándar, sin tantas emociones ni cosas realmente emocionantes. Lo que tienes que hacer es aprovechar cada tipo de día es su justa medida, ya que de todos vas a aprender.

Y hasta aquí estas pequeñas reflexiones sobre algunas de las situación por las que pasarás cuando inicies tu proyecto. No busques evitarlas, ya que al pasar por ellas conseguirás unos aprendizajes como nunca has imaginado, así que abraza tu errores y aprovechate de ellos para no cometerlos en futuros proyectos.

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