Si eres oyente de este podcast es posible que te hayas encontrado alguna vez en esta situación, ya sea en el mundo de las ideas de negocio o simplemente intentando tomar una decisión sobre cualquier tema.
Tienes ideas para aburrir, mil opciones por las que decantarte, otras tantas cosas que te gustaría aprender… pero claro, abarcar todo es imposible.
Precisamente este fin de semana me he visto en una situación parecida, en mi caso en el mundo de la formación.
Por motivos que no vienen al caso, me he visto atrapado en una vorágine de temas sobre los que me encantaría aprender, y la cuestión es que me he sentido abrumado. Demasiadas cosas y mi tiempo es muy limitado.
Por mucho que podamos estirar el chicle de la productividad y aunque seamos los mejores gestores de tiempo del mundo… siempre estaremos limitados. Ya no solo por el tiempo, que sería el factor más crítico, sino por nuestra propia mente. Todo tiene un límite y nuestra capacidad para tomar decisiones y ponerlas en práctica es algo que se desgasta rápido.
El problema de la lista de ideas infinita
Volviendo al tema de las ideas, supongo que todo emprendedor pasa por fases en las que tiene mil proyectos en mente y quiere ponerlos todos en marcha. A la vez, si es posible.
Renunciar a llevar a cabo nuestras ideas es algo que nos duele como una puñalada. Tendemos a idealizar nuestras ideas (valga la redundancia) y las vemos como si fueran nuestras hijas.
Veamos algunos de los mayores problemas a los que nos enfrentamos por el hecho de querer poner en práctica todas nuestras ideas al mismo tiempo:
Parálisis: Este es quizá el problema más común con el hecho de tener demasiadas cosas en el tintero, ya sean ideas de proyectos, tareas por hacer o cualquier otra cosa que suponga pasar a la acción y encontrarte con demasiadas alternativas.
Hay muchos estudios que teorizan sobre la capacidad de decisión que tenemos como seres humanos y la mayoría indican que cuantos más elementos tenemos sobre la mesa, más complicado nos resulta tomar una decisión. Y es que lo que parece ser una ventaja (más opciones) termina siendo nuestra perdición.
Lo que al final suele ocurrir es que terminamos bloqueados y sin hacer nada. Y al final nos pasa como a aquel burro de la famosa fábula, que no terminaba de decidirse sobre qué hacer: ir al cubo de agua o al montón de heno. Y claro, termina muriendo precisamente por la parálisis que te estoy comentando. Ahora la situación se complica aún más, ya que somos unos burros rodeados de agua, Coca-Cola, chuletas y todos los manjares que quieras incluir.
Crecimiento lento: En el hipotético caso de que logres poner en marcha varias ideas al mismo tiempo, el gran problema será la velocidad de ejecución. Al final, todos tenemos las mismas 24 horas del día, y por cada “sí” que estés dando a una de tus ideas estarás diciendo que “no” al resto. Al final terminarás con una variedad de proyectos en los que has establecido los cimientos pero sin grandes avances. Ojo, que tampoco estoy diciendo que esto tenga que ser malo de por sí. La cuestión es que si quieres ver como tus proyectos avanzan, no quedará más remedio que poner foco en la menor cantidad posible.
Igualmente, si lo que quieres es ir aprendiendo, hacer pruebas o simplemente tampoco estás demasiado interesado en los resultados que podrías obtener, puedes optar por este camino. Aunque ya te digo que lo difícil es llegar a él, ya que la mayoría de personas terminan en la fase de parálisis o en la fase que te voy a explicar a continuación,
Altas probabilidades de abandono temprano: Si has logrado burlar a la fase de parálisis, enhorabuena. La cuestión es que aún habiendo logrado sacar varios proyectos adelante, e incluso teniendo claro que la cosa no va a ir precisamente rápida, es muy probable que tus proyectos acaben convirtiéndose en muertos vivientes.
Y empezar proyectos y dejarlos abandonados por falta de tiempo es una pena, porque seguramente muchos hubieran tenido posibilidades si se les hubiera puesto el mimo suficiente como para haberlos desarrollado correctamente.
Creo que en esta trampa caemos todos los emprendedores, grandes y pequeños, y ni te imaginas la de proyectos zombies que circulan por internet.
Y es que si seguimos añadiendo proyectos a nuestro bolsillo, no nos quedará otra que ir dejando rezagados por el camino. Al final aquel proyecto en el que pensábamos ir poco a poco, invirtiendo una hora cada día, pasa a recibir solo un par de horas de atención a la semana, luego al mes… y así es como nacen los proyectos zombies.
Consejos para decidirse por una idea
Vamos a tratar de ponerle solución a este problema o al menos a ser conscientes cada vez que nos enfrentemos a una situación similar, y si caemos en la trampa, que sea sabiendo que lo hacemos.
No es un adiós, es un hasta pronto: Este apartado es una especie de “terapia” para aprender a dejar ideas atrás sin que nos duela tanto. Que le digamos “no” a una de ellas no quiere decir que sea un “no” eterno. Cada idea puede tener su momento. Y sí, muchas ideas caducan, pero si lo piensas, ¿de verdad importa tanto? Si tuvieras 50 kilos de fruta a punto de echarse a perder, ¿te las comerías todas solo por no desperdiciarlas? El empacho sería curioso.
Con las ideas pasa lo mismo. Yo mismo prefiero contar en este podcast todas las que tengo en el tintero y espero que alguien las ponga en marcha, ya que soy consciente de que no tengo tiempo ni energía para ponerme con ellas.
Elige una idea de éxito asegurado: Sí, hay ideas que tienen el éxito asegurado, pero igual la definición de éxito no corresponde con la que se suele encontrar por ahí.
Con ideas de éxito asegurado me refiero a que te aporten valor pase lo que pasa, aunque nadie te compre nada de lo que sea que vendas.
Sí quieres aprender algo en concreto, nada mejor que lanzar un proyecto relacionado con ello. Imagina que quieres aprender todo lo relacionado con el mundillo de los ecommerce. Sin duda, te recomendaría que montases uno en vez de pasarte la vida viendo tropecientos cursos y haciendo nosecuantos másters. Puede que no vendas nada, pero el aprendizaje que te llevas no tiene precio. Además, recuerda que cada proyecto será una muesca en tu portfolio, y ya sabes que siempre te digo que eso vale oro de cara a futuros proyectos, colaboraciones, trabajos… la gente interesante no quiere saber si estudiaste esto o lo otro, sino los “tiros” que has pegado, las veces que has tenido que comer barro y todos los palos que has tocado.
Enfoque personal vs enfoque resultadista: Aquí te diría que bases tu decisión en lo que te pide el cuerpo. Sí, lo sé, complicado de explicar este concepto, ¿verdad?
Y es que en muchas ocasiones seguimos una idea en concreto por aquello que supuestamente vamos a obtener con ella, es decir, los resultados. Mucha gente se termina enfocando en cuánto dinero podrán hacer con un proyecto sin tener en cuenta el camino que han de transitar para lograrlo.
Creo que una de las claves en los proyectos es enamorarse del proceso. Entiendeme, no digo que todo vaya a ser idílico, ni mucho menos. Vas a tener que tragar mucha porquería.
La cuestión es que si haces las cosas porque de verdad te gustan en vez de estar esperando meramente un resultado, tendrás muchas más oportunidades tanto de mantenerlo en el tiempo (algo vital) como de alcanzar resultados.
Busca caminos que te apetezca transitar por encima de metas muy despampanantes y elige.
El arte de la sencillez:Nos gusta complicarnos la vida hasta eligiendo ideas de negocio.
Cuando seguimos el camino de la sencillez todo es más fácil, por eso, antes de elegir, piensa en conceptos como lo fácil que es de explicar tu idea, lo sencillo que sería ponerla en marcha, lo simple que sería dar los primeros pasos, etc.
Si estamos dándole vueltas a una idea que no somos capaces de explicar en una frase, mal vamos. Ya tendrás tiempo para añadir lo que tengas que añadirle. Si desde el inicio todo es complejo, tendrás más posibilidades tanto de que no la inicies nunca como de terminar abandonándola porque eres incapaz de alcanzar todo lo que te habías propuesto.
La verdad es que podría seguir hablando sobre este tema pero, como ves, nos hemos ido de tiempo completamente. Si te ha gustado el tema y te interesa que siga indagando en él, coméntamelo y me pongo con ello.