Ya sea que trabajes en remoto o en tus propios proyectos, ser productivo en el mismo espacio en el que vives muchas veces se complica.
Yo mismo lucho aún contra muchos de los problemas que conlleva esta situación, que para los que no la conozcan, no es tan idílica como la pintan.
Si así lo fuera, no existirían los coworkings, colivings, ni las cafeterías estarían llenas de emprendedores trabajando (ahora no, en otras épocas).
La cuestión es que desde hace tiempo estoy tratando de mejorar este apartado de mi vida con todo tipo de trucos que me gustaría compartir contigo, a ver que te parecen.
El primer apartado es el espacio de trabajo. Si trabajas en la misma habitación en la que duermes, mal comenzamos.
Eso de pasarse prácticamente la mayor parte del día en el mismo espacio mentalmente puede pasar factura.
Aquí tendríamos algunas alternativas para tratar de solucionarlo. La primera sería que establecieses tu oficina en otra habitación, pero si no dispones de esa posibilidad, al menos alterna los lugares donde trabajas, ya sea llevándote el portátil al salón, a la cocina, a la terraza o a cualquier otro sitio.
Parece una tontería, pero el variar de ambiente de trabajo de aporta mucha frescura, y eso, se nota.
Recientemente he descubierto otra opción muy interesante para crear un espacio de trabajo nuevo en cualquier rincón de tu casa. ¿Conoces las cabinas insonorizadas? Son varias las empresas que ya las están fabricando y su concepto me encanta. Imagina una especie de cabina telefónica solo que algo más amplia, con un escritorio, una silla, enchufes, luz y todo lo que necesites para aislarte del mundo desde tu propia habitación, salón o donde sea que decidas ponerla.
Tengo un amigo, Dani, que está creando un proyecto en torno a este tipo de cabinas. Si te interesa, un día le puedo traer al podcast para que nos cuente su proyecto y cómo puede mejorar la vida de los emprendedores online.
Y es que el silencio que aporta este tipo de cabinas es otra de las claves para ser más productivo, al menos para mí.
El tema del ruido lo cambia todo y yo, para este asunto, utilizo dos métodos diferentes.
El primero es tan simple como efectivo: tapones para los oídos. Me compré en Amazon un bote con varias decenas de tapones de espuma y mano de santo. El silencio me hace entrar en un estado diferente y la concentración parece llegar de la nada.
Los utilizo incluso aunque en casa tenga el mayor de los silencios, por lo que tampoco sabría explicar lo que tienen para ofrecerme este beneficio.
Mi otra alternativa es escuchar cierto tipo de música con unos auriculares con cancelación de ruido. Y ya sé que mucha gente dice que le cuesta concentrarse si escucha música, y para muchos es algo con lo que directamente no podrían trabajar, pero espera un segundo.
A mí me pasaba hasta que descubrí el género Lo-Fi. Realmente no sé si es un género musical, pero la cuestión es que ofrece un tipo de música que hace que te concentres de verdad. Es música relajante, instrumental, sin voces, relajada… te aconsejo que vayas a YouTube, escribas “Lofi” y hagas click en alguno de los muchos canales que emiten las 24 horas del día este tipo de música.
A mí me sirve para escribir y para realizar todo tipo de actividades que requieren concentración y foco, así que qué menos que recomendártelo.
Hablemos un poco de los diferentes gadgets y accesorios que pueden ayudarnos.
En primer lugar, si no trabajas con dos pantallas, no sabes lo que te estás perdiendo. La productividad y el ahorro de tiempo que vas a obtener es brutal. Te animo a que pruebes a trabajar así, porque una vez lo veas con tus propios ojos, no querrás volver atrás.
Luego está el tema de la mesa y la silla. Sobre mesas se podría escribir un libro. En mi caso, voy a adquirir una bastante larga y amplia, ya que un espacio de trabajo en el que me pueda mover con soltura me da la vida.
Ahora hay mucho “fan” de los escritorios regulables para trabajar de pie. Yo no los he probado así que poco puedo decir aquí.
En cuanto a la silla, conviene invertir en ella y comprar una que sea cómoda y duradera.
Vale, ya tenemos el tema de accesorios más o menos cubierto. Ahora toca hablar del tema de los horarios, otro asunto clave.
Dividir el tiempo de trabajo y no trabajo estando en casa, para mí, es una batalla casi perdida.
Por supuesto que se puede hacer, pero yo directamente opto por mezclarlos porque me gusta hacerlo así y me permite despejar la mente, algo que aporta más de lo que parece.
Ya sé que esto dependerá de cada caso, pero yo creo que no siempre tenemos porqué dividir tiempo de ocio y tiempo de trabajo, especialmente si te gusta lo que haces.
Lo que si te recomiendo es empezar el día sabiendo cuales son las tareas a las que vas a dedicar tu tiempo.
Hay muchas herramientas digitales donde puedes planificarlo todo, pero por alguna razón, me siento atraído por otro tipo de herramientas. Y es que estoy pensando en ponerme una pizarra de rotuladores bastante amplia que me sirva tanto para apuntarme este tipo de tareas como muchos otros procesos. El caso es que creo que tener frente a mí siempre esta hoja de ruta me aporta un extra de tranquilidad cuando me sienta perdido. Ya te hablaré de ella y si me sirve o no cuando la compre.
Vamos ahora con el que quizá es el problema estrella a la hora de emprender online, que no es otro que caer en las garras de la procrastinación.
La tentación es demasiado grande, y trabajando con el ordenador que utilizas igualmente para tus asuntos de ocio aún más.
Te podría decir que le echases narices y lo hicieras a la fuerza, pero vamos a combatir el fuego con más fuego, en este caso con una extensión de Chrome que también pueden instalar en tu teléfono. Se trata de blocksite.com, una herramienta para bloquear todo tipo de webs que además te permite medir en qué gastas tu tiempo. No me voy a enrollar mucho con ella, ya que daría para un episodio completo y ya vamos mal de tiempo hoy.
Como truco final, aunque un poco raro, una propuesta que puede ser una pepita de oro en cuanto a la productividad que aporta.
En mi caso, cuando era estudiante, necesitaba ir a la biblioteca sí o sí para estudiar. No era por el silencio, ni porque tuviera más herramientas a mano ni nada parecido. La concentración llegaba al verme rodeado de un ambiente en el que todo el mundo estaba concentrando. Donde fueres, haz lo que vieres, como dice el refrán, y a mí me funcionaba a las mil maravillas. Esto lo podemos conseguir sin salir de casa ya sea creando grupos de trabajo en común, o si eres un poco más friki, emitiendo en directo cómo trabajas. Yo reconozco que he emitido varias veces en Twitch simplemente para ponerme esa presión extra de tener que estar ahí, dando el callo, aunque no haya nadie mirando… pero por si acaso.