Cada vez son más las empresas que contratan a influencers para promocionar sus productos y servicios, hasta aquí todo normal y nada que no sepas.
De hecho, estoy viendo como cada vez más son las pequeñas empresas las que parece que están cogiendo el testigo, tirando sobre todo de pequeños influencers muy nicho.
Y bien que hacen. Los costes son cada vez más asumibles y la oferta de influencers no para de crecer en cualquier tipo de sector en el que te encuentres.
Diría incluso que son los propios influencers los que están intentando captar campañas entre los negocios.
Aquí es donde se encuentran todo tipo de prácticas, algunas de ellas bastante lamentables.
Cada poco salen a la luz casos donde influencers van mendigando noches de hotel gratis o todo tipo de productos a cambio de una mención en Instagram.
Creo que podrían surgir varias ideas de negocio bajo esta temática, pero las guardamos para otro día. Hoy quiero hablarte de algunos casos en los que considero que las empresas están metiendo la pata en su estrategia con influencers.
El primer caso lo estoy viendo en el mundillo del gaming y los e-sports. Este sector cada vez mueve más y más dinero, así que poca broma con los videojuegos, que menuda industria están creando.
Muchas empresas han visto la cantidad de audiencia que arrastra este sector y no han dudado ni un momento en tirarse a la piscina, a ver que pueden “rascar”.
El problema es que se han metido “como pollos sin cabeza”, muy a lo loco.
En muchos casos utilizan a jugadores que retrasmiten en Twitch, la plataforma de streaming de la que te hablé en un episodio hace varios meses.
Pues bien, hace poco vi el caso de un equipo que hizo un fichaje de uno de estos jugadores, con todos los patrocinios que ello conlleva. El caso es que el jugador, era todo un personaje.
A ver, no me malinterpretes. Son jugadores, están orientados a gente joven… ¡por supuesto que tienen que dar espectáculo! La gente los ve para pasárselo bien, no hay que olvidarlo.
Lo que ocurre es que esta persona… digamos que tiene cierta mala leche. Y entre las “perlitas” que suelta por la boca, se pueden encontrar amenazas físicas, todo tipo de insultos, y vamos, una serie de cosas con las que yo no dormiría tranquilo siendo patrocinador.
Otro sector donde el mundo de los pequeños influencers está en boga es el de los suplementos deportivos. Las marcas les fichas y ellos comenzarán a dar la lata con sus promociones exclusivas comprando con su código de descuento.
El problema es el mismo. Estoy viendo como algunas marcas están fichando a algunos personajes que no paran de crear contenido insultando y amenazando.
¿Seré yo que me estoy haciendo viejo? ¿Será que al público objetivo le mola ese comportamiento? Pues no tengo respuesta, amigos.
Otro caso muy común es cuando el producto a promocionar no tiene nada que ver con el público del influencer.
Yo creo que esto puede ser o porque la empresa simplemente ha hecho muy mal su trabajo, porque su producto vende un poco de humo o simplemente por probar a ver qué pasa.
Ayer mismo vi como una empresa que vende unos cursos de trading patrocinaba unos vídeos donde los influencers eran conocidos por hacer retos de comida.
Yo poca relación veo ahí, no sé tú.
Supongo que cuando vendes algo que literalmente todo el mundo quiere (en este caso, ganar dinero rápido y fácil) da un poco igual donde te publicites. Aunque vuelvo a lo que te comentaba antes… a mí me huele a humo de aquí a China.
El tema, como ves, da para mucho. Si quieres puedo prepárame una serie de especiales sobre cómo elegir y contratar un influencer.