Hoy te traigo un episodio de listas, de esos que parece que tanto gustan. Y es que el otro día leí un tweet que me pareció interesante, ya que en él surgió un pequeño debate acerca de las típicas frustraciones que pueden aparecer cuando nos enfrentamos a un nuevo proyecto de negocio (o ante cualquier otra cosa) en nuestras vidas.
Te las comparto, a ver que te parecen.
No medir tus progresos: Este es un error muy típico, y es que muchas veces vamos como pollos sin cabeza con nuestros proyectos. ¿Te has planteado establecer hitos? No quiere decir que tengas que cumplirlos sí o sí, sobre todo cuando muchos de ellos no dependerán de ti.
El caso es llevar una medición de tu camino para ver tus avances, lo que funciona, lo que no…
Aquí podríamos entrar en el tema de si es aconsejable o no fijar metas como tal o es mejor establecer sistemas, pero me lo guardo para un próximo episodio.
No celebrar las pequeñas victorias: Aquí incluso empezaría por el simple hecho de que muchos ni siquiera nos asignamos esas pequeñas victorias, y creo que es un error. Muchas veces nos obcecamos con nuestros proyectos, y parece que el hecho de que suceda algo bueno debe ser lo normal. Y claro, entonces solo vemos los fuegos, pero las cosas buenas… las obviamos.
Una victoria puede ser cualquier cosa, nada extraordinario: Acabar ese artículo del blog, hacer x ventas… lo que se te ocurra.
Continuar haciendo lo mismo esperando resultados diferentes: Creo que esta es una de esas típicas frases que todos hemos escuchado alguna vez, pero si lo piensas bien… seguro que te das cuenta de que incluso en este momento, en algún área de tu vida estás cayendo en dicha trampa.
Ya sea por apego al proceso, por un viejo hábito o simplemente por miedo a cambiar, en muchas ocasiones repetimos una y otra vez lo mismo con la esperanza de que la cosa cambie.
Para salir de este bucle, quizá una opción sea la de experimentar “en pequeñito”, es decir, introduciendo pequeños cambios a esas rutinas, poco a poco, para tanto probar nuevas cosas como para empezar a alejarnos de esa estrategia que de tan poco nos está sirviendo.
Esperar resultados demasiado pronto: Ya sé que yo mismo he repetido muchas veces por aquí los lemas del Lean StartUp. Ya sabes, lo de fracasa rápido y barato. Pero no siempre las cosas deben funcionar así.
Si que es cierto que podemos hacer pruebas (sobre todo pagando) para ver si el proyecto puede ser viable, pero los resultados tardarán en llegar (y muchos).
Creo que uno de los motivos por los que muchos proyectos online fracasan es por falta de paciencia. Y con paciencia también me refiero a trabajo de forma constante, continuada… el “picar piedra” de toda la vida, vamos.
Vivir las expectativas de otros: Este punto es quizá el más polémico, porque puede que incluso te pase con gente muy cercana. Y es que es muy normal que cuando montas un proyecto siempre llegue a oídos de alguien que no dudará en aconsejarte a su manera:
“Uff, yo no montaría eso, no tiene futuro, no lo veo” – Ya sabes, las típicas frases que todos hemos escuchado alguna vez.
Y ya sabes siempre lo que ocurre después. Si tienes éxito, estas personas tratarán de agenciárselo de algún modo (quizá hasta te digas que ellos tuvieron esa misma idea pero que no lo montaron por x motivo) y si fracasas… ya sabes lo que toca, ¡te lo habían avisado!