¡Muy buenos días! Otro viernes más y otro episodio de “Negocios en directo”, la sección más random de este podcast donde te hablo de un poco de todo, aunque siempre enfocado en el mundo del emprendimiento.
Como habrás observado, esta semana he bajado el ritmo de publicación y la verdad, me ha sentado muy bien. La presión del episodio diario teniendo en cuenta mi disponibilidad horaria era algo que llevaba bastante mal, así que ha sido un acierto.
En los últimos años se nos viene inculcando el tema de crear contenido como “cosacos”, pero esto tiene sus riesgos. Por un lado, puede que, si creamos contenido por encima de nuestras posibilidades horarias o técnicas, nos acabemos quemando además de generar contenido que no da la talla ni de lejos. Ya te digo que yo mismo me arrepiento de muchos episodios que hice en su momento por mero compromiso, cuando debí haber primado la calidad.
Si te fijas, hay muchos podcast y blogs que publican muy de cuando en cuando, pero todo lo que crean es de gran valor, y creo que debería seguir un poco esa corriente. Te pongo como ejemplo el podcast de Víctor Correal, que publica un episodio de su podcast “No es asunto vuestro” cada luna llena, y son una autentica delicia. Los artículos del blog “Vivir al Máximo” sería un caso similar.
En otro orden de cosas, esta semana compré un curso (me estoy haciendo adicto a la formación) que me hizo plantearme qué proyectos quería lanzar. En teoría debería ser uno solo, pero para mi mente eso es imposible.
Esto ya va más con la personalidad de cada uno, pero en mi caso, parece que quiero abarcar y aprender cualquier tipo de tema, y eso es imposible. Luego me pasa lo que me pasa, que creo proyectos demasiado generalistas, y así es complicado que salgan adelante.
Me estoy intentando proponer crear un proyecto muy nicho, para ver que pasa, y así intentar curar esta extraña adicción. Ya te iré contando.
Esta semana, entre este curso y leyendo ciertos artículos, me di cuenta que dos referentes de ciertos nichos que no revelaré se habían apropiado de teorías que estaban más que establecidas. Simplemente, las habían cambiado el nombre y hecho suyas.
Yo soy “fan” de obtener contenido a partir del de otros, al fin y al cabo, es curar contenidos, pero creo que eso de coger una teoría de un tercero y simplemente cambiarle el nombre aprovechando que el público al que te diriges probablemente no la conozca, no sé, no lo acabo de ver. Me ha dejado un poco sorprendido, la verdad, aunque igual es cosa mía.
Ya que estamos con el tema me gustaría hablar del asunto del pirateo entre los emprendedores. Al final, la mayoría hemos pirateado o pirateamos alguna vez… ya sea con alguna serie, películas o libros. En el mundo del emprendimiento el pirateo también existe. Hay todo un mercado de pirateo de cursos online increíble. Y si nos ponemos a hablar de herramientas de software, tenemos un mercado infinito. ¿Y que decir de los libros?
¿Hay diferencia entre piratear por necesidad y piratear simplemente por vicio? ¿Podemos hacer el acto de piratear ético dependiendo de la situación? Cada cual que responda lo que él crea, pero te voy a poner un ejemplo que va más allá del mundo de la ética.
Recuerdo que hace muchos años tenía la Nintendo DS, la consola portátil de Nintendo. Encontré que existía un cartucho que permitía piratearla y poder descargarte todos los juegos que quisieras. Además, era muy fácil encontrarlos en cualquier web, por lo que simplemente a golpe de click podías conseguir todo el catálogo de la consola, completamente gratis.
Por supuesto que lo hice. Me empecé a descargar juegos como si no hubiera un mañana, ya casi por vicio más que otra cosa. ¿Qué sucedió? Que cada vez que probaba un juego distinto perdía el interés casi al instante. Como no había detrás un esfuerzo (en este caso económico) no lo valoraba. Me daba igual. Me aburría a los pocos minutos y probaba otro juego. Creo que al final acabé perdiendo hasta el interés en la consola.
Volviendo a nuestros días, antes te comentaba que el otro día me compré un curso. El hecho de pagar por él hace que lo valore más y que no lo abandone. Simplemente te comento este caso porque si tienes interés en alguna materia en concreto, el hecho de pagar o piratear puede que suponga una gran diferencia mental. El pirateo puede salir más caro de lo que crees, más allá de la ética. Esto es solo una reflexión, no pretendo juzgar a nadie, nada más lejos de la realidad. De hecho, esto es un poco raro, pero algún día, cuando lance uno de esos proyectos que aún solo existen en mi mente, creo que hasta me haría ilusión que me pirateasen. El hecho de que te pirateen creo que es una señal de que vas por buen camino y de que lo que ofreces tiene cierto interés.