¿Qué puede ser más importante que el dinero para una persona de éxito? Al parecer bastantes cosas. El dinero es una consecuencia de haber prestado atención y trabajado en múltiples elementos. Veamos algunos de los más valorados por los emprendedores de éxito.
Estar fuera de la zona de confort como hábito: Los emprendedores de más éxito lo son en parte porque no paran de entrar en nuevos proyectos, arriesgar haciendo las cosas diferentes, etc.
De hecho, lo hacen de una forma tan continua que es incluso un hábito para ellos. El hacer este tipo de cosas amplía nuestras miras y nos lleva a resultados diferentes. Si que hay cierto miedo entre la mayoría de emprendedores a atreverse a hacer las cosas de otra forma, prefiriendo la mayoría seguir el camino marcado. El tratar de ponernos en situaciones incómodas como emprendedores nos aportará un valor incalculable.
Paralizarse por miedo: Miedo y emprender son palabras que van de la mano. Muchas veces no nos atrevemos a dar ciertos saltos en nuestros proyectos debido a que podría salir mal, y entonces ni lo intentamos. Para las personas de mayor éxito no intentar hacer algo en sus proyectos es mucho peor que el mayor de los fracasos. Al final, si no intentamos perseguir aquello que deseamos generaremos un sentimiento que es peor que el fracaso, y no es otro que el arrepentimiento. “¿Qué hubiera pasado si hubiera hecho esto?”. No permitas que esta pregunta sea recurrente y comienza a dejar el miedo de lado, ya que el fracaso es parte del camino del éxito.
Aprovechando las limitaciones: ¿Cuantas veces nos ponemos como excusa para no seguir adelante con un proyecto asuntos como la falta de tiempo, dinero, etc.? Las personas de éxito utilizan este tipo de limitaciones para superarse, ya que el estar limitado te hace ser más imaginativo e inventar lo que haga falta para salir adelante con lo que tienes.
Utiliza las limitaciones que te encuentres para exprimirlas al máximo y ver hasta donde puedes llegar con ese handicap.
Hambre de aprender: Cuántas veces hemos visto cómo la gente, cuando termina sus estudios, no quiere ni oír hablar de estudiar nuevas cosas. Esto ya no sirve ni como emprendedor ni como empleado, ya que todo cambia cada vez más rápido.
Los empresarios de éxito mantienen viva esa curiosidad por aprender de forma continua durante toda su vida.
Además, al aprender cosas que en teoría no van con nuestro proyecto, se generan sinergias entre los diversos aprendizajes que nos llevan a lugares que nunca habríamos imaginado. Supongo que conoces la historia de Steve Jobs y como aplicó sus clases de caligrafía a su Mac. Si no lo has visto, tienes que echar un vistazo si o si a su discurso en la Universidad de Stanford.
Adiós al multitasking: Vivimos en la era del multitasking, o lo que es lo mismo, en hacer muchas tareas al mismo tiempo. Para una persona de éxito esto es impensable, ya que tira toda nuestra productividad por la borda. Piensa cuantas veces lo hacemos cada día: respondemos a un email mientras trabajamos en otro documento y además tenemos una conversación con otra persona por WhatsApp… ¡menuda locura!
Las tareas, mejor de una en una.
Cuestiónate todo: Nos pasamos la vida haciendo cosas, pero, ¿alguna vez nos preguntamos por qué las hacemos? Hacer cosas no debe verse como un símbolo de avanzar, incluso puede ser todo lo contrario.
Debemos cuestionarnos siempre el porqué de las cosas. Este tipo de preguntas son el primer paso para la innovación, la mejora o la detección de errores.
La importancia del descanso: Es muy típico que a los emprendedores se nos inculque que hay que trabajar sin descanso para alcanzar nuestros sueños, pero puede que resulte poco productivo e incluso sea perjudicial, tanto físicamente como para alcanzar nuestro objetivos.
Cuando estés en un momento de agotamiento, lo mejor es parar y tomarse el tiempo que haga falta para desconectar y relajarse. Trabajar agotado no hará que tu proyecto avance más rápido, sino todo lo contrario, así que es bueno escuchar lo que nos dice el cuerpo y darle su merecido descanso.
La cuestión del tiempo: Siempre lo digo y no me canso de repetirlo. El tiempo es el activo más valioso que tienes. Los emprendedores de éxito lo tienen muy interiorizado y no dejan que otras personas tomen su control.
Deberías tomar consciencia del valor de tu tiempo, y ponerle incluso precio y condiciones. Para entregar tu tiempo a alguien o algo, asegúrate de que se valora como se merece y lo inviertes en algo que te interesa de verdad.
La habilidad para detenerse a observar: Debemos sacar el máximo provecho a nuestra condición humana para ver más allá de hoy y no dejarnos llevar por los impulsos.
Los animales viven continuamente en el presente. Experimentan alegría, miedo, enfado y todo tipo de sentimientos pero siempre con su punto de vista situado en el ahora. Para ellos no hay un mañana.
Debemos sacar el máximo provecho a nuestra condición humana para sacrificar nuestros impulsos de obtener algo ya, y fijarnos en que los resultados del futuro llegarán gracias a nuestro trabajo de hoy.