Éxito en los negocios aportando valor

Hablemos sobre emprender y algunas de sus claves. Concretamente me gustaría hablarte sobre qué se considera éxito emprendiendo. Esto viene a raíz de un artículo que leí en su día que reflexionaba precisamente sobre este tema, así que vamos con ello.

Normalmente, asociamos el tener éxito en los negocios a los beneficios económicos obtenemos, pero como todo en esta vida, depende con los ojos con los que se mire.

Se puede dar el caso en el que un negocio obtenga muchos rendimientos económicos pero lo que aporta como empresa puede no ser productivo, o incluso destructivo.

Cada vez hay más casos en los que los emprendedores no tienen un negocio propio por el hecho de ganar dinero o no tener jefe, sino que de verdad quieren conseguir esa aportación al mundo que al menos pueda agregarle un poco de valor, que falta le hace.

La cuestión es que no tiene porque ser contradictorio el hecho de ganar dinero con nuestro negocio y aportar al mismo tiempo ese granito de valor al mundo.

A continuación tienes tres claves para que tu negocio pueda satisfacer ambas condiciones, a ver qué te parecen:

Claves de valor

Un negocio que va más allá del “yo”:  Es cierto que comenzar a emprender un negocio es algo muy personal y debería ir ligado a lo que realmente quieres en tu vida, pero el impacto que generará ese negocio va a repercutir más allá de ti mismo y afectará a un gran número de agentes.

Digamos que la cosa no va de ti ni del producto o servicio que ofrezcas, sino del valor que creas, un valor que será evaluado por aquellos a los que se lo ofreces.

Al final es lo que cuenta, el valor que tu cliente objetivo aprecia en lo que sea que ofrezcas, así que en vez de obcecarte en ofrecer algo que quizá a ti te parece que aporta valor a los demás, concéntrate en descubrir lo que tus clientes valoran por encima de todo.

A menudo tratamos de satisfacernos a nosotros mismos en nuestros negocios, y puede que los clientes no den valor a algo que nosotros pensamos que si que lo tiene, así que ya sabes, toca abrir los oídos, preguntar, investigar…y una vez sepas cuales son las claves de valor para nuestro público objetivo, concéntrate en ellas.

Más allá de lo que la gente dice que quiere: Se que esto puede parecer contradictorio precisamente ahora que te acabo de contar que debes escuchar a tus clientes, pero recuerda que tus clientes son personas, y las personas muchas veces no sabemos ni lo que queremos.

Steve Jobs ya lo dijo en su momento – la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo enseñan – y es que piénsalo, es normal que las personas no sepamos satisfacer todas nuestras necesidades, sino no existirían precisamente empresas cuya misión es satisfacerlas.

Aquí es donde entra en juego lo que yo siempre llamo “ojos en modo emprendedor”, que consistía en estar atento a los posibles problemas o necesidades insatisfechas y satisfacerlos con nuestros productos o servicios. Y esto no es otra cosa que aportar valor, precisamente de  lo que hablábamos en el anterior punto.

No todo gira en torno a la competencia: Es algo que hemos tratado también en algunos episodios anteriores. Y si, está genial eso de ir en búsqueda de nuestra ventaja competitiva e incluso crear nuevos espacios dentro del mercado para lograr este posicionamiento único, pero tampoco hay que obsesionarse con ello ni son las únicas salidas.

Yo soy defensor precisamente de buscar esos espacios únicos, pero también debes saber que existen alternativas, y es que aunque nos encontremos en un mercado competido, nuestra mayor preocupación debería ser ofrecer el mayor valor posible a nuestros clientes. Aunque estés en un mercado competido, si eres capaz de ser el agente que mayor valor ofrezca, tendrás mucho terreno ganado, sin tener que estar preocupándote de si tal empresa hace esto o aquello. Recuerda, al final de lo que se trata de aportar valor al cliente.

Estas tres claves que hemos comentado reducen el tema de emprender a algo bastante simple. Normalmente, cuando nos planteamos un negocio, nos volvemos un poco locos y lo vemos todo en modo “lucha contra el mundo”, centrándonos en aspectos que aunque sean importantes, no son realmente claves para que nuestro negocio despegue y funcione adecuadamente.

De hecho, la clave del éxito de muchos negocios es la simpleza. Para tener éxito con nuestro negocio y ya de paso, hacer del mundo un lugar un poco mejor gracias a lo que ofrecemos, apenas necesitamos hacer un par de cosas: Aportar valor a nuestros clientes de la forma que ellos consideren que es el valor (vamos, lo que hemos estado comentado en los puntos anteriores) y hacerlo de forma económica.

Vale, sé que sobre el papel todo parece muy fácil y que llevarlo a la práctica “será otro cantar”, pero creo que es bueno que al menos lo tengas en mente para no comenzar la casa por el tejado, pensando antes en lo que quieres ofrecer tu en vez de conocer lo que el mercado necesita de verdad.

Y todo esto también sería aplicable a la hora de fijar precios. En vez de pensar en la tradicional forma de coste + margen deberías pensar primero en cuál es el valor real que ofreces a tu cliente, y partir con esa premisa en mente.

Y hasta aquí esta breve reflexión sobre el aporte de valor en el mundo de los negocios. Ya lo sabes, deja a un lado todo lo superfluo y céntrate en lo importante: aportar valor resolviendo necesidades reales.

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