My Buddy Towel. Hay negocio en el mundo de los albornoces

Salir de la ducha y meterte en un albornoz calentito en invierno es de esas cosas que no tienen precio, pero cuando en la ecuación metemos niños normalmente se complica la cosa. My buddy towel llega al mercado para facilitar la tarea de bañar a nuestros hijos.

Cómo surge My Body Towel

La idea es muy simple. My buddy towel ofrece una serie de albornoces para niños con unos diseños que les harán sentir como si estuvieran en medio de un juego (podrían pasar por disfraces), haciendo así más fácil el siempre complicado momento de bañar a los niños de la casa.

La creadora de My buddy towel es Angelyn Myers, madre de seis hijos. Al parecer, sus hijos utilizaban hasta tres toallas para mantenerse calentitos al salir de la bañera, creando así una colada enorme que no era sostenible.

Angelyn pensó que alguien habría inventado una toalla que cubriera todo el cuerpo y, tras googlear un rato, no fue capaz de encontrar nada. Así que de este particular problema nació su negocio, el cual parece marchar viento en popa.

Analizando la idea de My Buddy Towel

En primer lugar me gustaría destacar algo que me ha llamado mucho la atención. Por si no lo había mencionado antes, Angelyn es estadounidense. ¿Es que en Estados Unidos no utilizan albornoces? Me lo pregunto porque me resulta curioso que buscase en Google términos tales como “toalla de cuerpo completo”, cuando eso ya existe y tiene un nombre: Albornoz.

No sé si allí no son demasiado comunes o simplemente no les gustan, pero puede ser un caso como muchos otros de productos que están muy extendidos en un país y en otros ni siquiera se plantean su uso (véase casos como el de la fregona y el escurridor, el uso de persianas, etc.)

Pero volvamos al tema de la idea de My Buddy Towel. Angelyn creo unos diseños buscando el juego, ya que, al final los usuarios van a ser niños pequeños, así que había que hacerlo divertido. Sus primeros diseños fueron de un tiburón, una rana y un flamenco, todos relacionados de algún modo con los medios acuáticos.

Un comienzo malo, pero no había que tirar la toalla

Ya con los diseños en mente, Angelyn dió el pistoletazo de salida a su negocio. Y fue, como hemos visto en muchas otras ocasiones, a través de un crowdfunding en Kickstarter como empezó a validar su idea.

La cosa no pudo empezar peor, pues solo consiguió 47 dólares de la meta de 6.500. Viendo ahora la campaña veo algunos fallos que contribuyeron a que no funcionase:

  • Meta muy alta: Partiendo de no tener comunidad y yendo a testear una idea, la meta de 6.500 dólares era casi inalcanzable desde el minuto uno.
  • Precios muy altos: En la campaña, el precio mínimo para hacerte con un My Buddy Towel era de 45 dólares. Es un precio que es bastante alto para el tipo de producto que es. De hecho, Angelyn se debió dar cuenta, porque en su web vende las My Buddy Towel a partir de 25 dólares, casi a mitad de precio.
  • Escasa información: En la campaña apenas había información sobre My Buddy Towel, sus materiales, tallas, etc. Tampoco había fotografías y solo había un vídeo muy casero que dejaba un poco que desear. Es muy importante trabajar estos detalles ya que la gente quiere saber a qué está contribuyendo.

Lanzando la web My Buddy Towel

Angelyn no se rindió. A pesar del fracaso de la campaña en Kickstarter, decidió seguir adelante con su idea, y financiandose con sus propios recursos trajo al mundo real sus diseños y creó su tienda online.

Tras año y medio desde su lanzamiento, parece que su negocio marcha bien y está generando ya beneficios.

Tengo que decir que particularmente me parece que su web cojea bastante. Con algunos cambios podría aumentar su conversión, ya que cuando entras es bastante… “compleja”.

Estaría bien saber cuáles han sido sus estrategias de marketing para hacer crecer su negocio, así que si te interesa saber más sobre este caso y que hable con ella, puedes decirmelo contactando conmigo.

Aprendizajes del caso My Buddy Towel

Veamos a continuación algunos tips que podemos obtener de el caso My Buddy Towel:

  • Aprendizaje de una mala campaña de crowdfunding: Angelyn se dió cuenta enseguida de los errores de su campaña y pudo obtener información de cara al ecommerce que creó. El mayor conocimiento que obtuvo de la campaña es que su precio era demasiado alto. Desde luego aunque la campaña no funcionara si que le sirvió para aprender sobre su producto.
  • Productos y mercados: Resulta curioso que lo que en muchos países es algo habitual puede que en otros países ni siquiera se conozca. Aquí hay una fuente de obtención de ideas muy potentes, ya sea basándose en productos de tu propio país que exportar/adaptar a otros o a importar productos que son desconocidos en el tuyo.
  • No te rindas, aunque no arriesgues lo que no tienes: Angelyn no se rindió ante su primer revés y decidió seguir intentándolo. Sabía que tenía un buen producto, así que siguió dando pasos en pequeño para lanzarlo, pero siempre sin volverse demasiado loca y sin meterse en préstamos.

Hasta aquí en interesante caso de My Buddy Towel. Si tienes alguna pregunta o sugerencia te animo a contactar conmigo y estaré encantado de atenderte 🙂

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